Nicolás Maduro asumirá su segundo gobierno consecutivo en Venezuela el próximo jueves, tras haber ganado las cuestionada elecciones presidenciales en mayo de 2018. Sin embargo, no cuenta con el reconocimiento de gran parte de la comunidad internacional.
En el plano local, se desencadenó una gran polémica ya que Cancillería anunció que el presidente Tabaré Vázquez concurrirá a la toma de mando, algo muy cuestionado por la oposición, que ya había reprochado al gobierno por su postura «neutral» durante las elecciones de mayo.
Uruguay y Bolivia serán los únicos países de América del Sur que avalen con su presencia la legitimidad del nuevo mandato de Maduro, que será desconocido por trece Estados integrantes del Grupo de Lima, entre ellos Argentina, Brasil Chile y Colombia, que solo reconocen como legítimo al Parlamento, con mayoría opositora.
Los partidos de la oposición, que desconocen su legitimidad, lanzaron una ofensiva política contra esta situación, y se alinearon con la resolución del Grupo de Lima. Reprochan al gobierno por el «lamentable silencio» ante ese hecho.
El directorio del Partido Nacional emitió ayer una declaración llamando a «desconocer a quienes arbitrariamente ocupan el poder en Venezuela», en relación a Maduro y los otros gobernantes porque «carecen de toda legitimidad».
La declaración, firmada por Beatriz Argimón, presidenta, y Pablo Abdala, José Luis Falero y Pablo Iturralde, como secretarios del colegiado, contó con el apoyo del excanciller Sergio Abreu, quien es asesor del directorio nacionalista en materia de política exterior, señala que «el gobierno de Venezuela y quien, a cuyo frente, detenta la Presidencia de la República, carecen de toda legitimidad», y agrega que «las elecciones de las cuales dicho gobierno emergió no resultaron libres ni democráticas sino un auténtico fraude, porque fueron manipuladas por el régimen”.
“Resulta lamentable el silencio del gobierno del Uruguay, que lesiona la tradición y el prestigio del país en la materia, por intereses ajenos al auténtico interés nacional», prosigue el texto.
En referencia a este asunto, Abreu dijo a El País que «es esencial entender la diferencia entre el concepto de no intervención en un país y el reconocimiento de un gobierno. Hay una gran contradicción del gobierno uruguayo, porque ha apoyado la suspensión de Venezuela del Mercosur, pero ahora reconoce a un gobierno que no cumple las reglamentaciones de la OEA, la Unasur y el Mercosur».
Ante las críticas, el subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ariel Bergamino, manifestó al programa «Así nos va» de radio Carve que «decir que Uruguay no se ha expedido, guarda silencio, mira para otro lado o tiene una actitud cómplice hacia Venezuela, denota una enorme ignorancia o una profunda mala fe», y agregó que «utilizar a Venezuela para política doméstica me parece una actitud políticamente miope y mezquina».
Bergamino reconoció que en Venezuela hay una «grave crisis en Venezuela en términos institucionales, políticos, sociales, económicos y migratorios», pero que es la forma de ayudar al país, promoviendo un clima de diálogo respetuoso. «Es hora de mediación y diálogo, no de aislamiento», enfatizó.
El subsecretario dijo que no comparte «la afirmación de que Uruguay está aislado» en su posición frente a Venezuela, ya que «Uruguay está siendo leal a sí mismo».
Además, señaló que «ninguno de los países de la Unión Europea ha retirado su embajador de Venezuela. Esto de que estamos solos, aislados y somos los raros del barrio me parece que no».
Fuente: El País
Imagen EFE