Críticas y rumores vaticinan la presea máxima del cine para la cuarta versión de la dramática historia de amor, esta vez protagonizada por ambas estrellas. La película se estrena el 11 de octubre en el Perú. Nosotros ya la vimos, aquí les contamos.
Esto no pretende ser una crítica de cine, ni mucho menos. La nota que está leyendo tiene fundamentalmente información y, vamos, una sucinta apreciación personal de quien escribe. Sucede que Somos tuvo la chance de ver, una semana antes de su estreno en el Perú (el 11 de octubre), ‘A star is born’, el drama protagonizado por Lady Gaga y Bradley Cooper, quien además la dirigió y produjo. El filme es relevante, en primer lugar, porque se trata de uno de los estrenos más esperados del año. Luego, porque no se ha dejado de hablar de ella desde que se vio por primera vez en el último Festival de Cannes, en el cual ambos, agarraditos de la mano, acapararon toda la atención. Más aun el fin de semana, que empezó a ser exhibida en todas las salas de los Estados Unidos. Y en tercera instancia, obviamente, porque se trata de una de las principales divas del pop en el mundo y uno de los actores más importantes del star system hollywoodense.
Antes que nada, la trama. Jackson Maine (Cooper) es un famosísimo cantante de rock indie, oriundo de Arizona, que vive atormentado por su adicción al alcohol y a las pastillas. Escenario que pisa, escenario al sube totalmente drogado. Es en esa atribulada vida que habita en el mundanal ruido que conoce una noche a Ally (Gaga), una mesera que posee una extraordinaria voz, pero que se halla resignada a no vivir de la música, por lo que ella piensa, se debe a su apariencia física. Ambos conectan, sentimental y musicalmente, y él decide ayudarla a encontrar confianza en sí misma y, claro, en su ascenso al último peldaño de la popularidad. Todo pinta hermoso hasta ahí, lamentablemente los demonios que persiguen a Maine son mucho más rebeldes que la reciente y poderosa inspiración que viene acompañada de la muchacha.
Bien. Los antecedentes. ‘Nace una estrella’ −ese es el título en español− tiene cuatro versiones, siendo la última la que nos convoca aquí. La primera data de 1937 con Janet Gaynor y Fredric March; la segunda de 1954 con Judy Garland y James Mason; y la tercera con Barbra Streisand y Kris Kristofferson. Todas son disímiles entre sí en algún punto. En algunas todo gira alrededor del mundo de la actuación y no de la música; en otras, las canciones no tienen un rol preponderante; entre otros apuntes. Cooper ha dicho, con respecto de su interpretación de la historia, que no se ha concentrado en buscar ángulos diferenciales en comparación de los filmes predecesores, sino que se ha ocupado de tratar de realizar una película original desde cero. De allí que haya querido abordar el drama romántico, omnipresente cualquiera sea el tiempo, con una visión muy contemporánea del mundo, incluyendo el de la industria de la música. La elección de Gaga en el rol principal tiene que ver mucho con ello.
La revista Variety la ha calificado, por su parte, como «un knock out emocional» y lo cierto es que gran parte de la crítica ha tenido opiniones muy similares respecto de la cinta. De hecho, hay quienes la vocean como favoritas en las candidaturas de la próxima edición del Oscar. Y, bueno, de todas maneras, peeeero dependiendo de las categorías. Para arrancar, el combo Gaga−Cooper es poderoso. Los meses de preparación y complicidad entre ambos artistas −es la primera vez que dirige él y la primera en la que actúa ella, los dos han declarado que ello fue clave en la generación de los lazos de confianza− se evidencian naturalmente en pantalla. Es decir, se les cree. El primer gol anotado dado que estamos hablando de una historia de amor. Dramático, pero amor al fin.
Está, además, la música. Todas las composiciones son originales, muchas de ellas escritas por la misma Gaga. No va a ser extraño ver algunas en los primeros lugares de los ránkings en los próximos días. Cooper, hay que mencionarlo, canta, labor para la que se preparó por meses con un entrenador vocal. Y no lo hace nada mal. Y así como pasó en la filmación de «Los Miserables» (2012), todas las voces fueron grabadas al mismo tiempo que las cámaras apuntaban sus lentes sobre ellos. O sea, en vivo.
Ahora bien: las actuaciones. Gaga es ciertamente una revelación. Su performance es natural y casi no desentona en contraposición al veterano Cooper. Sin lugar a dudas esto marcará un inicio prometedor en su carrera como actriz de cine −recordemos en el 2016 ya ganó un Globo de Oro por su actuación en la teleserie «American Horror Story»−. Además se luce como nadie en las partes musicales, evidentemente. ¿Ello es suficiente como para ganar un Oscar? Pues, difícilmente. Está en camino, pero aún no está «ahí». A menos que se lo den por cantar, como ocurrió con Jeniffer Hudson por «Dreamgirls». Es poco probable que se la lleve en la categoría de Mejor Actriz, aunque tal vez sí en la de Mejor Canción Original.
Otra es la historia con Bradley Cooper, la verdadera estrella de ‘A Star Is Born’. Nada se puede anticipar con cierto grado de precisión sin conocer las otras nominaciones del próximo año, ello respecto de su labor como director o productor, pero es casi seguro que entrará con holgura en la categoría de Mejor Actor. Un papelazo resultado de meses de trabajo que incluyo, por ejemplo, ensayar para bajar una octava el timbre de su voz al hablar para parecerse a la del actor que en la cinta hace a su hermano, la leyenda Sam Elliot. Su interpretación, la de un hombre deprimido y vencido por la adicción que solo consigue la paz por un breve tiempo, es fenomenal. Se la compras toda. En camino su cuarta candidatura, de todas maneras.
Queda en ti, lector, dar el veredicto final sobre la película. En el Perú se estrena el 11 de octubre. Algunas de las canciones ya están dando vueltas en Internet, por si quieres buscarlas. La imperdible en Spotify: Shallow.
El Comercio