Los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile afirmaron este lunes en una conferencia de prensa en Roma que acuden avergonzados y doloridos a las reuniones convocadas para este martes por el papa Francisco sobre las denuncias de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes.
«Llegamos con dolor y vergüenza (a reunirnos con el Papa); es un proceso doloroso, pero también nos abre instancias de renovación bastante grandes», dijo el obispo Fernando Ramos en la rueda de prensa.
Los obispos iniciaron este lunes sus actividades en Ciudad del Vaticano, tras haber sido convocados por Francisco para analizar las denuncia de abusos sexuales en la Iglesia Católica chilena.
Las reuniones del Papa y los obispos comenzarán este martes.
«Tenemos la plena disponibilidad para pedir perdón, pero que ese perdón realmente sea reparador es nuestro anhelo más profundo», dijo Ramos en rueda de prensa ante corresponsales extranjeros.
Ramos sostuvo que «no tuvimos la capacitación para entender qué pasa en una víctima, por qué se demora tantos años en narrar las atrocidades que ha sufrido, entender cómo se desarrolla esto en un marco de abuso de poder; por eso quizás hemos cometido errores y estamos aprendiendo».
«Uno de los mea culpa que tenemos que hacer es que no estamos preparados para aspectos que están fuera de lo que hacemos, los abusos son algo inaceptable, intolerable, injustificable desde todo punto de vista», aseguró.
El jerarca católico añadió que «si persiste el problema, si persiste al menos el dolor y la molestia de algunas víctimas, quiere decir evidentemente que no hemos hecho bien nuestro trabajo y tenemos que mejorarlo».
Posteriormente, tomó la palabra el obispo Juan Ignacio González para afirmar que «a las víctimas siempre hay que creerles cuando son menores de edad».
«La experiencia nos dice que siempre las víctimas tienen la razón, sobre todo cuando son menores, es una realidad comprobada», sostuvo.
González también se refirió a la situación del obispo Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales por varias víctimas, y comentó la defensa que hizo Francisco a Barros durante su visita a Chile en enero de este año.
«El santo padre se ha dado cuenta de que ha cometido un error, de que ha pasado a llevar a algunas víctimas con sus palabras y ha pedido perdón; eso, para nosotros, es un ejemplo maravilloso que vamos a seguir».
A Roma viajaron 31 obispos y tres obispos eméritos chilenos para participar de una serie de encuentros con Francisco que se extenderán hasta este jueves.
Los encuentros, de carácter reservado, serán grupales y bilaterales.
En el marco de las denuncias de abusos sexuales y encubrimiento a la Iglesia chilena, el tema central serán los delitos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, suspendido de por vida en 2011 por el Vaticano. (Sputnik)