Sales del trabajo y… ¡atasco! Hoy te quedas sin tus merecidos minutos de sofing. Y en ese momento piensas “Tengo que cambiar el coche por la bici ¡ya!”. Si aún no lo has hecho, anímate. Cuidarás salud, cuerpo, mente e incluso el planeta. ¿Alguien da más?
Elegir la bici para ponerte en forma es elegir un todo en uno. Mejora tu cuerpo (por dentro y por fuera), alivia tu estrés, te ayuda a ahorrar dinero y te convierte en una rainbow warrior. Pero si para convencerte necesitas cifras en vez de eslóganes, aquí tienes una: pedaleando puedes llegar a quemar hasta ¡800 Calorías por hora! No está mal, ¿eh? No obstante, subirte a las dos ruedas, te aporta mucho más ¿Lo vemos? Descubre los cinco beneficios de ir en bicicleta ¡Pedalea!
1/ Fortalece y define las piernas, los glúteos, el abdomen y la espalda.
2/ Incrementa la resistencia cardiovascular.
3/ Mejora la coordinación.
4/ Es antidepresivo y antiansiedad.
5/ Previene y combate “la hipertensión, la obesidad, la diabetes y la osteoporosis”, nos explica Ma Jesús Núñez Martí, responsable de Medicina Deportiva en Reebok Sport Club.
Importante: ¡Seguridad ante todo! Toma nota de los imprescindibles de tus rutas sobre las dos ruedas:
Casco, siempre. Incluso en los supuestos en los que no es obligatorio. Que te vean. Usa ropa reflectante si prevés que se te puede hacer de noche.
Luces. Lleva luces blancas delante y rojas detrás siempre que circules de noche o en condiciones de visibilidad reducida. Puedes utilizar pequeñas luces led, económicas y de bajo consumo.
En la carretera. Respeta todas las señales de tráfico. Cede el paso a los peatones. En la calle, cuidado con los coches aparcados; puede abrirse una puerta de repente. Mantén una distancia de seguridad.
¿Lo llevas todo? Haz una lista y revísala siempre antes de salir de casa: casco, luces, cámaras de repuesto, móvil, dinero, etc. Y si puedes (seguro que sí) lee las mentes de los conductores y los otros ciclistas para adelantarte a sus movimientos.
Fuente: Womens Health