Ya estamos en diciembre, mes en el que se celebra de forma mundial la llegada de la Navidad. Esta época, la cual es considerada por muchos como una de las festividades más importantes y practicadas de todo el mundo, trae consigo decenas de hábitos y costumbres, y por supuesto, su fantástica y tradicional comida.
Pavo relleno, ponche, dulces, panettone y tortas de miel son solo algunos de estos platos que para muchos son realmente infalibles en esta famosa época.
A pesar de esto, Japón celebra la Navidad de una forma muy peculiar y hasta quizás, un poco extraña… La principal razón de esto es que se estima que solamente un 1% de su población total es cristiana y por ende, solo este porcentaje vendría a celebrar esta festividad como nosotros la conocemos.
Desde hace varios años atrás, entre los japoneses se ha generado la tradición de dejar a un lado todos esos platos típicos navideños y optar a su vez por consumir pollo frito… sí, pollo frito. Aunque hasta aquí esto parezca quizás un poco particular, no hay nada de extrañar, puesto que dentro de cada cultura las tradiciones respecto a Navidad suelen variar un poco.
Lo verdaderamente extraño es que los japoneses no consumen cualquier pollo frito, sino específicamente el de la cadena americana de comida rápida Kentucky Fried Chicken, KFC.
«No se puede pasar Navidad sin KFC. Sus anuncios están en todas partes durante las vacaciones, no podemos evitar pensar en ellos». Akane Yoshida, cliente frecuente de KFC en Japón.
El Coronel Sanders es el Santa Claus japonés
Para los japoneses consumir la tradicional cubeta de pollo que ofrece KFC -que en esta región forma parte del »menú navideño»-, y ver las características imágenes del Coronel Sanders vestido de Papa Noel o Santa Claus se ha convertido completamente en una obsesión, la cual inició en 1974 gracias a una campaña de marketing realizada por la empresa titulada: «Kurisumasu ni wa kentakkii!» (Kentucky para Navidad).
KFC, KFC y más KFC
El éxito de este mensaje fue tal que es mantenido incluso hoy en día, más de 30 años después, pues se cree ha sido uno de los principales compuestos que ha reforzado dicha obsesión.
Cuando se habla de obsesión, es en un sentido literal puesto que las interminables colas dentro y fuera de estos establecimientos son ya una de las postales típicas de Japón cuando se empieza la Navidad. Tanto así, que incluso hay quienes reservan su pollo frito y su pastel -los dos principales ingredientes de este singular menú- con hasta tres meses de anticipación.
Los japoneses no se toman esta costumbre a la ligera, y una muestra de ello es la llegada de Nochebuena, en donde las filas afuera de las sucursales de KFC son realmente una pesadilla y pueden durar horas y horas. Según algunas estadísticas, para la navidad del año 2016 más de 3 millones de familias japonesas celebraron la llegada de la Navidad junto a un paquete de comida rápida perteneciente a KFC.
¿Cómo inició esta rara costumbre?
En los años 70 un grupo de extranjeros los cuales residían en Japón no pudieron encontrar por ningún lado pavo para celebrar la Navidad, así que optaron por la proteína más parecida, un pollo frito de KFC.
A raíz de esto, a mediados de esa misma década, KFC vio una oportunidad de un gran negocio y lanzó su primera comida navideña, la cual consistía inicialmente en pollo y vino.
Hoy en día la cena navideña de KFC en Japón incluye pollo, ensalada, pastel y hasta champagne, combo que posee un costo aproximado de 50 dólares americanos.
Actualmente el éxito ha trascendido tanto que incluso la compañía aérea Japan Airlines sirve estos menús de KFC en algunos de sus vuelos durante los meses de diciembre, enero y febrero.
AbcNews