Interpretar al elector y unificar fuerzas es crucial para una victoria opositora en los comicios municipales del próximo 10 de diciembre. La tendencia abstencionista, que se ubica en 50% de acuerdo con encuestadoras, le pisa los talones a las candidaturas de oposición en las 335 alcaldías del país, y pone en riesgo las que han sido bastión de este sector político.
El escenario es complicado para los aspirantes que en esta contienda desafiaron a la Mesa de la Unidad Democrática y a los principales partidos políticos que la integran que decidieron no participar. La multiplicidad de candidatos es uno de los principales factores que tiene en contra la oposición para quedarse con las 87 alcaldías que le vaticinaba el analista político, Aníbal Sánchez, si se hubiese dependido de un candidato unitario.
“La oposición tenía posibilidades de ganar en 87 municipios, pero los partidos principales no hicieron postulación y se generó una persecución hacia los partidos que decidieron participar”, apunta Sánchez, quien además suma el fenómeno de la dispersión del voto.
El consultor sostiene que de tomarse la participación que se obtuvo el pasado 15 de octubre en las regionales, donde la oposición en el caso del municipio Baruta contó con 90.000 votos por encima del bloque oficialista que alcanzó 22.000, se pudiese asegurar una victoria en las localidades abiertamente opositoras.
Sin embargo, los candidatos opositores que se debaten en un mismo municipio hacen imposible aplicar esta estadística. “Cuando disperso 90.000 votos entre 7, me quedarán con 17.000 votos cada uno de los candidatos opositores, lo que se traduce en una victoria para el oficialismo que en un solo candidato agrupará 22.000 votos”, explica Sánchez.
Ante esta desconfiguración de la plataforma opositora, el director de la consultora Hercon, Marcos Hernández López expone que es necesario “dejar a un lado los intereses particulares y los proyectos personales, para así dar paso a la reconstrucción de una sola visión de cara también a los futuros comicios en 2018”.
De lo contrario, manifiesta, el gran ganador seguirá siendo el gobierno. “Ellos aplicaron una teoría muy básica, dividieron a la oposición y ahora vemos la gran cantidad de candidatos, la gente está desmotivada. Con esta cantidad de candidatos, la mayor parte la lleva a favor el oficialismo”, sentencia Hernández López, quien ve la posibilidad de que se revierta la tendencia hasta el último día y la oposición obtenga entre 50 y 60 alcaldías.
Sánchez asegura que la oposición alcanzaría solo 43 alcaldías, siempre que se tenga una abstención en 50%. “Serían 10 por debajo de las que conserva actualmente, incluso las alcaldías bastiones estarían en riesgo”, dice, al insistir en la economía del voto como única opción del elector frente a la diversidad de candidatos.
“El elector puede analizar al candidato que lleve la primera opción de detener al chavista. Es un voto consciente, es votar por la opción que tenga realmente la oportunidad”, agrega Sánchez.
Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos, destaca que también debe priorizarse el ánimo del electorado, la ausencia del entusiasmo de una población opositora que además está atenta a los resultados de un nuevo proceso de diálogo entre la oposición y el gobierno.
“La abstención va a venir del lado opositor, el chavismo tiene a su gente amarrada. La oposición tiene que interpretar al electorado, transmitirle a la gente la importancia de que la alcaldía quede en manos de la oposición y los beneficios que tiene eso. El voto es emocional, las personas tienen que sentirlo”, resalta Seijas. Expresó que en algunos casos se está aplicando este mecanismo y en otros todavía no existe una campaña como tal.
Hernández López coincide en esta teoría de conexión emocional con el elector, el cual en la mayoría de los casos se conecta con un partido, que en esta oportunidad no participará. “Por ello se debe contar con estrategias muy concretas, tácticas que conecten con las emociones del electorado. Dejar la distracción en el diálogo”, puntualiza.
Sin la MUD. No contar con la MUD como plataforma en estas elecciones de alcaldes, pudiera representar un beneficio para los candidatos independientes, de acuerdo con Félix Seijas.
El analista señala que a pesar de que represente una desventaja no contar con las poderosas campañas paraguas que proporcionaba la coalición, resulta provechoso que la afectada imagen de la Unidad no envuelva a sus candidatos. “El que la MUD estuviese participando tiene sus pro y contra. Habría sido más positivo si participa; sin embargo, ahora todo depende de ese liderazgo local y el que no se tenga esta plataforma, la cual no atraviesa su mejor momento, debe utilizarse como ventaja y potenciarse”, opina Seijas.
EL DATO
La falta de mensaje y el chantaje electoral son la respuesta de porqué la oposición no ha sido vista como alternativa electoral, indicó el consultor político Aníbal Sánchez. “La oferta de que voten por ellos para que no llegue el otro es vacía”, dice, afincándose en la necesidad de una propuesta envolvente, que promueva una alternativa de gestión. Destaca la importancia de saber diferenciar los niveles de políticas públicas municipales y la postura que lleven ante la política nacional, la cual “va a ser decisoria junto al rescate y defensa de un municipio”.
La abstención como triunfo
El analista Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, indica que la medición del triunfo de la MUD no se determinará por las alcaldías que obtenga frente al chavismo.
“La oposición formal solicitó no participar en ese evento. Expulsó a sus líderes locales que decidieron participar, por lo que ganar o perder alcaldías no es la medición. El triunfo hubiera sido que la oposición se abstuviera”, dice.
Asegura que la derrota radica en no haber logrado que los líderes locales no se postularan y que en cambio, “se fracturaran en un montón de candidatos, fuera de los lineamientos generales de la oposición”.
Insiste en que los candidatos independientes ganarán en muy pocas alcaldías –entre 30 o 50–, porque no
cuentan con la fortaleza de la MUD, además de la indisposición de una parte importante de su electorado y el llamado de abstención de su propio grupo.
El Nacional