Alexandra Peña, de 32 años de edad, mujer trans y de profesión estilista, fue asesinada en febrero de 2017. Su cuerpo lo hallaron en el municipio Torres del estado Lara sin pene ni ojos y parte del rostro devorado por animales. La familia aseguró que el crimen constituyó un acto irracional de homofobia, reseñaron diarios de esa entidad federal.
En Venezuela han ocurrido 109 homicidios similares entre enero de 2009 y mayo de 2017, según el Observatorio de Personas Trans Asesinadas, con sede en Viena, que con base en publicaciones de los medios de comunicación registra casos de crímenes de odio contra la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero e intersexuales).
De esa forma el país figura en el cuarto lugar en América con el mayor índice de asesinatos de personas LGBTI. Brasil ocupa el primer lugar de la lista con 868, lo siguen México con 259 y Estados Unidos con 146.
En Venezuela las entidades con más homicidios contra esas personas son Lara, con 37,5% de incidencias; Distrito Capital, junto con Mérida y Zulia, con 12,5% de crímenes, según informe de Acción Ciudadana contra el Sida correspondiente al lapso junio de 2016-mayo de 2017.
El coordinador general de esa ONG, Alberto Nieves, explicó que uno de los motivos de que Venezuela se encuentre en esa posición es que en altas esferas del poder se han utilizado términos peyorativos que aluden a la orientación sexual para denigrar del oponente político.
Recordó que el constituyente Pedro Carreño, vicepresidente del PSUV, empleó el año pasado el término “maricón” contra el ex gobernador de Miranda Henrique Capriles y que Iris Varela, ex ministra de Asuntos Penitenciarios, lo llamó “capriloca”.
“Si los que deben dar el ejemplo, como son los políticos de altos cargos, promueven la homofobia, ¿qué quedará para los demás?”, expresó Nieves.
Otro de los motivos es que funcionarios policiales incurrirían en 50% de las agresiones contra la comunidad LGBTI, de acuerdo con el informe. Las víctimas no denuncien los crímenes de odio debido al temor que generan las acciones y posteriores represalias de la autoridad.
“La sociedad venezolana todavía sigue siendo homofóbica, llena de prejuicios, y los tomadores de decisiones políticas están enfermos de todo eso”, manifestó Nieves.
Considera que “la normalización” de las elevadas cifras de homicidio en el país (más de 18.000 homicidios por año, según el Observatorio Venezolano de Violencia), así como la no aplicación de la justicia, son parte del problema.
“¿Cómo es posible que en un país se ‘normalice’ que esa cantidad de personas sean asesinadas anualmente?”, señaló.
Apuntó que la ley no responde para que ese tipo de crímenes –desde la burla hasta el asesinato– se penalice. “No aparece en la ley, no hay basamento legal contra los crímenes de odio”.
Violencia exacerbada. No conforme con el asesinato, que es considerado la máxima expresión de la violencia, los homicidas dejan un claro mensaje cuando le quitan la vida a una persona de la comunidad LGBTI, afirmó Nieves. Ese mensaje se evidencia con lo que hacen con el cuerpo.
El 25 de mayo pasado hallaron en Hoyo de la Puerta, municipio Baruta, estado Miranda, el cadáver de Alejandra Díaz, mujer trans asesinada por un presunto funcionario de la Guardia NacionalBolivariana, en otro caso que refleja esa violencia exacerbada. Luego de que le arrebataron la vida, por “ensañamiento” le cortaron el cabello, que tenía largo, denunció el hermano de la víctima, Gustavo Andrade.
Nieves puntualizó: “Tiran los cuerpos de personas transgénero a la calle, a la basura. Ahí los perpetradores del crimen están diciendo: ‘Esto es una lacra”.
Las zonas de caracas con mayores riesgos para las personas LGBTI son las avenidas Libertador y Lecuna, así como el Centro Simón Bolívar, dice el informe de la ONG.
En esos lugares, añade Alberto Nieves, personas trans ejercen labores de trabajadores sexuales y están expuestas a continuos ataques ya sea de conductores que transitan por allí y las insultan o las atacan físicamente, como de quienes accionan armas de fuego contra ellas.
Sociedad conservadora. El sociólogo Luis Cedeño manifestó que aunque en Venezuela no se observan movimientos organizados contra la comunidad LGBTI, hay ciertos individuos a quienes les incomoda y tienden a ser intolerantes con esas personas.
“La comunidad LGBTI en Venezuela tiene un difícil trabajo en cuanto a lograr patrones de tolerancia y disminuir la violencia”, aseguró.
Entre los problemas que observa en la sociedad figura el de que esta aún no se encuentra preparada para aprobar cambios en la legislatura que permitan, por ejemplo, el matrimonio entre dos personas del mismo sexo.
En cuanto a influencia, Cedeño puntualizó: “Hay una importante responsabilidad en las personas que tienen vocería pública; en el caso de los políticos, hay personas que los votan y los siguen”.
“Insultan como si la condición de ser gay fuera negativa y eso parece formar parte de la idiosincrasia del venezolano”, señaló. “En el país hay mucha gente que asume esta forma de vida como una desviada y corrompida”.
Aseveró que eso forma parte del imaginario popular del ciudadano, con la creación de la imagen política con base en el machismo.
Recomendaciones de Acción Ciudadana contra el Sida para que disminuyan los crímenes de odio en el país:
– Que se generen políticas públicas en materia de diversidad sexual que respondan a sus exigencias, con una mirada de género y derechos humanos que les puedan dar atención en el área de educación y salud
– La Defensoría y la Fiscalía deberían incluir protocolos especializados para el trato de los derechos humanos de una persona LGBTI.
– Que estén tipificados en la ley los crímenes de odio.
– Debería existir una ley contra la discriminación contra todo, no solo para la discriminación sexual.
– Estos temas deberían estar incluidos en el pénsum escolar.
– Una buena administración de la justicia.
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