Henri Falcón habla sin tapujos sobre los errores cometidos por el bloque de partidos agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática y que desencadenaron en la pasada derrota electoral del 15 de octubre. Fue el primero y único candidato en asumir que perdió la Gobernación de Lara.
Es de los que piensa que al pueblo hay que hablarle con la verdad y ante la debacle de la MUD apunta por una nueva plataforma unitaria que ya se está gestando y en la que para nada se asoman los mismos rostros de la anterior coalición.
Para Falcón el camino democrático incluye diálogo y elecciones, y por ello inició una gira por el país incentivando el voto rumbo a las municipales. Desde Valencia, adonde fue para empujar las candidaturas de su partido, Avanzada Progresista, atendió vía telefónica a este diario.
—El 1-D se va a reanudar el diálogo en el que la oposición lleva las mismas peticiones que en el pasado y a las que el Gobierno no accedió, ¿qué garantías hay de que esta vez sí funcione el diálogo?
—Lo primero que hay que decir es que un diálogo conduce a una negociación y eso hay que verlo como algo natural, porque el diálogo es consustancial a la política y es un elemento de lucha en democracia. Ahora, el diálogo como está la situación del país demanda primero eficacia, concreciones, resultados, y seriedad, que se aborden en él los verdaderos problemas de los venezolanos, que no sean problemas encuadrados en el interés de una coalición de partidos. La gran oportunidad que tenemos en esa iniciativa es tratar los principales problemas, en mi criterio tiene que ser la economía, los problemas que generan distorsión de la economía y que generan desequilibrios sociales.
—Pero fíjese que la economía no está allí, más allá de un canal para traer alimentos y medicinas…
—Fíjate hay allí una de las causas por las cuales ha fallado anteriormente. La negociación se ha hecho alejada de la realidad más sentida del pueblo, falta de seriedad y de verdad frente al pueblo, ¿por qué no priorizar la economía y lo social?, porque el gran problema que tienen los venezolanos es el alto costo de la vida, no hay sueldo que pueda sostener los altos niveles inflacionarios (…). Entonces el problema de escasez no solamente está dirigido a los alimentos, lo que genera hambre, también está la escasez de medicamentos, de dinero, de repuestos, de ferretería, la grave crisis de servicios, etc, nosotros los venezolanos apelamos a una negociación porque estamos a las puertas de un desenlace terrible para el país (…).
Eso lo hemos venido alertando desde hace muchos años atrás, ojalá esta posibilidad de diálogo no se desaproveche y vayan a repetir el mismo espectáculo la oposición y el Gobierno de improvisar frente al pueblo y volver a dar un espectáculo internacional, y aprovechemos más bien esta oportunidad para que por encima de los intereses políticos se pueda trabajar por la reconstrucción de la economía.
—¿Qué hace distinto este diálogo de los anteriores?
—Hay una presencia internacional mucho más activa. La situación de crisis del país se agudizó. Están esos dos intentos fallidos (…) Hay aspiraciones de lado y lado, creo que hay que plantear el tema económico, el hambre, la inseguridad.
—En qué estatus está la oposición ahorita?
—La oposición como oposición es más del 90% de la población venezolana que no está de acuerdo con un Gobierno incapaz, inepto, un Gobierno que nos conduce a una tragedia, es una oposición más allá de los partidos que sabe que este Gobierno no puede resolverle los problemas a los venezolanos. Ahora, cuando me hablas de la coalición de partidos te digo que hay mucho descontento hoy en día producto de los errores estratégicos, que ha sido una seguidilla recurrente de algunos partidos y la visión equivocada de aquello que se constituyó como grupo de los 4 (G4).
—Partidos minoritarios han señalado que la debacle de la MUD vino con el grupo de los 4…
—Fue una gran equivocación, cuatro partidos tomaban grandes decisiones sin debatirlas con nadie y a la final se convirtieron en grandes errores y eso se tradujo en desmotivación y frustración que es lo que hoy estamos viendo. Tenemos el peor gobierno que hemos tenido en los últimos años pero que gana elecciones porque no hay una oposición centrada y coherente.
Una oposición que de repente llama a la gente a salir a la calle y a desconocer las instituciones y al gobierno, pero que después de más de 100 muertos y miles de presos decides de un día para otro ir a elecciones, y quiere hacerlo con candidatos propios que no dieron cuenta de esos errores que se cometieron. Luego, ese mismo sector, que pasa de la calle a las elecciones viene hoy a decirle a los venezolanos que ya no hay que ir a elecciones, que hay que abstenerse, y parte de ellos que dicen que hay que abstenerse tienen candidatos presidenciales y están llamando a primarias. Esa incoherencia, esa falta de seriedad, esa hipocrecía es lo que genera la decepción y la frustración en la población que dice que no va a los procesos electorales porque no le ofrecemos un camino cierto, seguro, eso es lo que está ocurriendo en la Mesa de la Unidad Democrática.
—Usted planteó la creación de una nueva plataforma de unidad, ¿cómo sería esta instancia?
—Hemos venido planteando una nueva plataforma opositora que discuta, que debate, que tome decisiones, pero que también sea amplia, inclusiva, y que no sea un grupo sectario los que quieran dirigir. Nosotros participamos en una plataforma donde participe Copei, el MAS, Puente, todos los que quieran participar, gremios, movimientos profesionales, sectores productivos, esa es la gran unidad.
—¿Ya esa plataforma está creada?
—Estamos en eso, estamos trabajando, hay reuniones, han participado personalidades como Claudio Fermín, como Felipe Mujica, Enrique Ochoa Antich, la gente de Copei, es una plataforma abierta para buscar que el país pueda salir de la crisis.
—¿Es un error enfrascarse en la contienda presidencial si no se ha resuelto la municipal?
—Lo que ocurre es que frente a un gobierno como el que tenemos, que juega duro con el populismo, con el clientelismo, tienes que estar preparado para cualquier escenario, y en ese sentido creo que todavía es extemporáneo ciertamente, pero hay que ir unificando criterios para que dentro de esa gran plataforma, sin sectarismos, sin divisiones, sin hipocresías, sin intereses subterráneos de algunos que se la dan de ‘avispaos’ y siempre son los que conducen a los errores, entonces poder tomar decisiones en función del país.
—Usted dijo que es el candidato presidencial de Avanzada Progresista…
—Lo que dije fue que nuestros caminos siempre han sido el diálogo, el entendimiento, la reconciliación para la paz y el camino democrático. En ese sentido hemos dicho que participaremos en las presidenciales y que Avanzada Progresista tendrá candidato presidencial que será escogido por el partido y también con los sectores aliados en la nueva plataforma democrática. No queremos cometer los mismos errores, queremos hablarle con la verdad al pueblo, eliminar los vicios de la política, el mesianismo, el militarismo, etc, se trata de trabajar en función de los intereses del pueblo.
—Pero uno de los presidenciables es usted, ahora, a usted lo vinculan con el chavismo, de hecho viene de allí, ¿cuál es su orientación política?
—Que todos somos necesarios en Venezuela, yo lo que he asumido han sido posturas, siempre hemos estado del lado de la oposición pero manteniendo nuestra posición, hemos alertado sobre todos los errores.
—Usted fue el único que asumió la derrota del 15-O en Lara, ¿fue un error de la oposición no aceptar que perdió en el país porque su gente no votó?
—Hubo muchos factores, nos enfrentamos al Gobierno con todo su ventajismo y las trabas del CNE, el tema de las sustituciones, el uso de los medios del Estado (…). Otro elemento en el caso particular de Lara fue la crisis financiera a la que nos sometió el Gobierno, eso jugó al colapso de servicios en Lara, hubo muchas cosas, pero también tuvo que ver que hay partidos supuestamente aliados en la propia Unidad que se confabularon con el Gobierno para jugar al fracaso de Henri Falcón de cara a procesos electorales futuros, por ejemplo, Voluntad Popular y Primero Justicia se confabularon con el Gobierno en Lara para jugar al fracaso.
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Yesibeth Rincón
