Abarrotadas de envases plásticos y desechos sólidos inorgánicos no-biodegradables: Así se encuentran las costas del Lago de Maracaibo, el más grande de Latinoamérica. Bolsas, cauchos, botellas de vidrio, metales e incluso petróleo crudo, impiden el desarrollo óptimo de la vida marina.
En muchas ocasiones, esta situación puede llegar a provocar la muerte de especímenes marinos.
Desde El Bajo, en San Francisco, hasta Puerto Caballo, vía El Moján: 34 kilómetros de extensión en costas altamente infectadas de basura que resulta tóxica para el ecosistema lacustre, ésta es generada en gran magnitud tanto por fábricas que desconocen las formas óptimas de manejar sus desechos, como por personas particulares.
Jorge Pedroza, director del Iclam, afirmó que la raíz del problema se encuentra “en que las cañadas ubicadas en Maracaibo y San Francisco desembocan dentro del Lago, y al no poseer éstas un tratamiento, llenan al cuerpo de agua de kilos incalculables de desechos no-biodegradables”.
Pedroza indicó que la responsabilidad de esto recae directamente en las alcaldías, ya que “son las encargadas de crear un sistema de recolección de plástico que ayude a controlar los índices de contaminación”.
El director del Iclam también denunció que las compañías refresqueras son unas de las mayores generadoras de envases plásticos. “Si ellos son los que los producen en masa, están en la obligación de hacerse cargo del resultado”.
En relación con el problema de derrames de crudo, Pedroza aseguró que Pdvsa ya se encuentra ejecutando acciones, en conjunto con el Iclam, para revertir los daños.
Antonio Padrino, pescador y residente del sector Cabeza e’ Toro, señaló que el sucio lo arrastra la marea y se deposita en la orilla. “Tengo 17 años aquí y nunca han venido a limpiar nada. Ahora no encuentro ni peces”.
La fauna marina se encuentra muy afectada. “Antes sacábamos 200 kg de camarón por día, anoche nada más pudimos sacar 15 kilos porque no se encuentra nada. Los pescados se mueren entre el petróleo y el sucio”, contó Dírimo Morán, pescador del sur.
Gustavo Gallardo, dueño de una pescadería ubicada en el sector Cabeza e’ Toro, añadió que las ganancias se han desplomado porque no se encuentran peces aptos para el consumo.
“Muchos de los pecses que sacamos del agua vienen como enfermos y hasta llenos de petróleo, y así no los podemos vender”, manifestó Gallardo.
Gustavo Carrasquel, director general de la fundación Azul Ambientalistas, concretó que la solución a la contaminación del Lago es acabar con el problema de raíz: “Dejar de utilizar plásticos, es el mayor enemigo del Lago. Hay que brindar educación ambiental”.
Recientemente, Bernardo Morillo, representante del empresariado en la organización Amigos del Lago, realizó un llamado a la ciudadanía para realizar jornadas de limpieza.
“Invitamos a empresas, instituciones y público en general a ser parte de esta actividad”.
La recuperación del Lago sigue siendo una tarea pendiente. La contaminación seguirá siendo su “eterno padecer”, a pesar que cumplió 518 años.
Panorama
Por Confirmado Massiel Bravo