Un muchacho de 17 años de edad fue asesinado, la tarde de este domingo, tras caer en la trampa telefónica que le habrían puesto unos antisociales en la Cuesta de Santa Bárbara, a la altura de la calle 40 de Barquisimeto.
El padre del hoy occiso, José Sivira, aseguró, a las afueras de la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, que a su descendiente “lo picharon”.
“Habíamos llegado de cortar unos árboles, comimos y nos bañamos. En eso, a él lo llaman y sale un momento al frente de la casa. Yo le pregunté que para dónde iba descalzo y en ‘shorts’, pero salió así (…) Creo que era una voz femenina”, dijo.
No habían transcurrido ni cinco minutos y, a eso de las 4:00 p.m., sonaron detonaciones advirtiendo el deceso. Al menos cinco balas dieron en la humanidad del menor de edad, quien quedó boca abajo y sangrando sobre una acera.
Su padre, al encontrarlo en el piso, intentó arrastrarlo para pedir ayuda; ya no respiraba.
“Yo le eché la bendición y le dije: Dios te va a perdonar”, declaró Sivira a EL IMPULSO, quien, a su vez, aseguró que “para ayudarlo” estuvo llevando al muchacho a la iglesia evangélica Casa de Oraciones, situada en la avenida Pedro León Torres.
Sin embargo, negó algún conflicto con algún otro habitante del sector y afirmó que no había tenido problema con las autoridades.
Explicó que supuestamente dos antisociales fueron quienes lo esperaron como dos cuadras de su casa para ajusticiarlo. Le dispararon en la espalda y cabeza.
Las autoridades manejan la venganza como móvil del homicidio.
Asimismo, Sivira dijo que los criminales son plenamente identificables, puesto que a su hijo lo habrían asesinado azotes de la comunidad.
“Los vecinos se esconden. Los pueden ver y nadie dice nada”, sentenció.
El Impulso