Es una inflamación de la conjuntiva, es decir, “de la parte blanca del ojo”. Hay diversos tipos y, para cada uno, un tratamiento diferente. En esta nota, además, las causas que la producen y consejos para evitar el contagio.
¿Qué es la conjuntivitis?
Es una inflamación de la conjuntiva que pueden padecer tanto los niños como los adultos. En el caso de las conjuntivitis infecciosas, el contagio puede producirse a través de las manos contaminadas con gérmenes, por el contacto o cercanía entre personas o por gotitas eliminadas al toser o estornudar. También pueden ocurrir en piletas o a través de objetos como toallas, utensilios o juguetes contaminados.
¿Cuáles son las causas?
Según el agente causal, las conjuntivitis pueden ser no infecciosas (alérgica) o infecciosas (bacteriana o viral).
¿Cuáles son los síntomas de la conjuntivitis?
Se presenta con enrojecimiento ocular, edema o hinchazón de párpados, sensación de cuerpo extraño, secreción y párpados pegados que empeoran al levantarse. Cuando son producidas por virus pueden estar acompañadas por fiebre, faringitis, otitis y secreción nasal.
¿Se pueden colocar gotas sin consultar al médico?
Las conjuntivitis -en general- suelen ser infecciones autolimitadas y benignas, pero, a veces, pueden complicarse. Uno de los peligros de automedicarse es que muchos colirios contienen corticoides, que deben usarse con precaución y no en todos los casos. El otro problema de la automedicación es que otras enfermedades más severas de los ojos pueden comenzar de manera similar a una conjuntivitis. Por eso, lo ideal es que todo paciente con comienzo agudo de enrojecimiento ocular sea evaluado por un oftalmólogo.
¿Cómo se tratan las conjuntivitis?
El tratamiento de las conjuntivitis varía según la causa que la produce. Esa es la razón por la cual es tan importante concurrir al médico oftalmólogo a efectos de contar con un correcto diagnóstico clínico.
En la conjuntivitis alérgica, si es posible identificar qué la causa, hay que evitar el contacto con éste. Aplicar localmente compresas frías varias veces al día. Según prescripción y bajo seguimiento médico, se pueden utilizar colirios lubricantes, antialérgicos, vasoconstrictores y/o corticoides.
En las conjuntivitis bacterianas, si es usuario de lentes de contacto, hay que discontinuar su uso. Es fundamental tomar medidas higiénicas, realizar un lavado frecuente de las manos y emplear anteojos oscuros si presenta intensa molestia a la luz o fotofobia. La mayoría de las conjuntivitis no complicadas responden al tratamiento con colirios de antibióticos durante 5 a 10 días.
Antes de colocar las gotas oftálmicas, es conveniente limpiar la secreción de los párpados y pestañas con una gasa esterilizada embebida en solución fisiológica y luego colocar las gotas evitando que las pestañas toquen la punta del gotero para no contaminarlo. Nunca hay que cubrir los ojos con gasas o apósitos ya que aumenta localmente el calor y con ello se favorece la proliferación de los gérmenes.
En las conjuntivitis virales, si es usuario de lentes de contacto, hay que discontinuar su uso. Lo recomendable es colocar compresas frías y lavar con suero fisiológico las secreciones y costras que aparecen en las pestañas. Según indicación médica, se pueden usar colirios para aliviar la picazón y lágrimas artificiales para reducir la sensación de arenilla o cuerpo extraño. En casos especiales, sólo si es indicado y controlado por el oftalmólogo, se pueden utilizar colirios de antibióticos o corticoides.
Este tipo de conjuntivitis puede extenderse y afectar a la córnea (queratitis), lo cual puede producir fotofobia o molestia a la luz, visión borrosa o halos de manera transitoria. Hay que evitar la propagación de la enfermedad a otros individuos debido a que este tipo de conjuntivitis es muy contagiosa y puede causar epidemia. Para esto se recomiendan medidas de higiene personal y lavado de manos.
¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir el contagio?
* Lavar cuidadosa y frecuentemente las manos. Especialmente, si se ha estado en contacto con una persona con conjuntivitis.
* Evitar tocar los ojos y el rostro con las manos (sobre todo si ha estado en contacto con una persona con conjuntivitis).
* Limitar o evitar el contacto cercano y directo con personas afectadas de conjuntivitis (besos, abrazos).
* No compartir las toallas, pañuelos ni fundas de almohada que hayan estado en contacto con personas con conjuntivitis
* No compartir objetos personales como colirios o cosméticos para los ojos.
* Usar y cuidar apropiadamente las lentes de contacto.
* No concurrir a escuelas, piletas o trabajo, según indicación médica.
Dra. Eliana Segretin, responsable de la sección Superficie Ocular e Infectología, Servicio de Oftalmología del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Fuente: Entremujeres