La nueva tecnología ARKit de Apple convierte la compleja combinación de visión artificial, sensores de movimiento y el software de mapas presente en Pokémon Go o en Snapchat en algo que puede incorporarse a cualquier app.
Tim Cook, el consejero delegado de Apple, no ha podido contener su entusiasmo sobre la realidad aumentada. El impacto de la RA será «grande y profundo», aseguraba recientemente en una teleconferencia con analistas, durante la presentación de sus resultados trimestrales. «Es una de esas cosas de las que nos maravillaremos desde un principio».
Pese a los sólidos datos de ventas anunciados, hay especulaciones sobre el rumbo que tomará a partir de ahora la compañía de la manzana, que celebra el décimo aniversario del lanzamiento del iPhone.
En el futuro inmediato, preocupa si las ventas del smartphone podrán seguir aumentando indefinidamente. A partir de ahí, se analiza el progreso de Apple con la RA para valorar la capacidad de la compañía para seguir sorprendiendo a sus clientes. ¿Puede esquivar Apple el destino de la mayoría de las empresas de Silicon Valley, presas de su tamaño y de la burocracia?
Son preguntas profundas que coinciden con las previsiones de algunos analistas que apuntan a que la empresa más valiosa del mundo podría convertirse en la primera compañía estadounidense con un valor de más de un billón de dólares.
Apple incrementó su capitalización de mercado en 30.000 millones de dólares el 2 de agosto (prácticamente el valor de HP y más de lo que valía Dell cuando fue privatizada hace unos años) tras prever el día anterior una aceleración del crecimiento de las ventas.
Para mantener este crecimiento, está trabajando en más innovaciones. Se espera que al menos un modelo del próximo iPhone incluya un cargador inalámbrico, y sensores 3D que permitan a los propietarios desbloquear el dispositivo con la mirada.
No obstante, hay quienes piensan que no son más que mejoras incrementales, y que los grandes fabricantes de smartphones se han visto limitados por la obligación de producir más de 200 millones de dispositivos al año.
Sin embargo, la enorme escala de Apple aporta ingentes recursos. A medida que el iPhone madura, la firma de la manzana ha empezado a apostar por otros mercados, desde los cascos y los altavoces inalámbricos a la tecnología para el automóvil y la robótica.
La inversión anual de Apple en I+D se ha multiplicado por diez desde 2007. En los nueve primeros meses del año financiero 2017 suma 8.600 millones de dólares, y equivale al 5% de los ingresos, su mayor ratio desde 2005. En documentos presentados a los reguladores, Apple explicó que el aumento se «debió principalmente a un incremento de los gastos de platilla para respaldar la expansión de las actividades de I+D».
Hace unos días, Cook tentó a los inversores sugiriendo que su trabajo en los «sistemas autónomos» podría tener una «amplia variedad de usos, y el vehículo es sólo una de ellas». Cook ha reconocido que Apple está haciendo una «gran inversión» en la autonomía. Esto llevó a los analistas a especular sobre cuál podría ser el misterioso nuevo proyecto, desde drones con cámaras hasta robots domésticos. Apple suele trabajan en proyectos muy diferentes, y no teme experimentar y después descartar algunas ideas antes de que vean la luz.
EXPERIMENTACIÓN
Pese al entusiasmo que despierta ARKit, la compañía sigue sin estar segura de cuál podría ser el uso más convincente para unas gafas con esa tecnología. Así, se está experimentando todavía con una amplia variedad de prototipos. Un grupo de ingenieros afirmó que estaban trabajando en el desarrollo de un par de gafas con cámaras 3D, pero sin cristales, usando el iPhone como pantalla principal.
Ese dispositivo tendría mucho más en común con la cámara de vídeo Spectacles de Snapchat que con los caros y voluminosos cascos de RA HoloLens de Microsoft, los cuales muestran hologramas digitales que pueden ser manipulados haciendo gestos con las manos. Sin embargo, no se ha tomado ninguna decisión definitiva sobre la forma final del producto y Apple no ha querido hacer declaraciones.
Según fuentes de la compañía, la firma posee en la actualidad varios grupos de expertos en «visión artificial», que sirve de base a la AR y a los sistemas autónomos. La compañía invierte recursos en un mayor número de tecnologías fundamentales, y a los diseñadores e ingenieros de Apple no les importa esperar el momento adecuado para lanzar un nuevo producto, en lugar de forzar su salida para que coincida con el calendario de resultados trimestrales de Wall Street, pero luego se movilizan rápidamente cuando llega el momento de que Apple haga una «contribución significativa».
La consultora IDC vaticinó recientemente que la inversión en RA y en productos y servicios de realidad virtual podría dispararse de 11.400 millones de dólares en 2017 a 215.000 millones de dólares en 2021.
Algunos desarrolladores de aplicaciones móviles son optimistas con respecto a la RA, y creen que podría convertirse en la próxima gran plataforma tecnológica después de los smartphones. Sin embargo, Geoff Blaber, un analista de CCS Insight, piensa que las gafas de RA tardarían unos 10 años en convertirse en un producto para el mercado generalista como el iPhone.
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