El abogado colombiano propone una amplía coalición para las elecciones de 2018 con propuestas de la ciudadanía
Humberto de la Calle (Manzanares, Caldas, 1946), jefe negociador del Gobierno de Colombia durante los casi cuatro años de diálogos de paz con la guerrilla de las FARC, ha anunciado la mañana del lunes que se presentará a las elecciones presidenciales de 2018. «Hoy he tomado la decisión de poner mi nombre a disposición de los colombianos como candidato presidencial #UnPaísDondeQuepamosTodos», ha dicho el político, miembro del partido liberal, en su cuenta de Twitter y a través de Facebook Live.
«En mi vida he tenido la oportunidad de resolver conflictos que parecían irrevocables», ha comenzado diciendo en referencia a su participación en la Asamblea Constituyente que redactó la actual Constitución colombiana en 1991 y a las conversaciones con la guerrilla. «Por eso creo que tengo el deber de ofrecer esta experiencia al fin de la construcción de una sociedad donde quepamos todos».
La propuesta política de Humberto de la Calle se sostendrá en una gran coalición que, en sus propias palabras, «podrá ganar en primera vuelta». Una plataforma a la que pretende atraer a partidos políticos que apoyen el proceso de paz como Los Verdes, el partido de la U del actual mandatario Juan Manuel Santos y el suyo, el partido liberal. «Hay que ir más allá, convocar movimientos sociales, estudiantes, intelectuales», ha asegurado. Esta amalgama de voces estará supeditada a la decisión que tome su formación política en los próximos meses. El ahora candidato solo mantendrá su membresía en los liberales si «son fieles a los acuerdos». En caso contrario, De la Calle no descarta una candidatura independiente basada en la recolección de firmas que establece la ley colombiana.
Mientras se definen los pormenores administrativos, el político ha aplazado sus propuestas públicas al mes de noviembre. En ese momento, habrá procesado todas las ideas que cualquier ciudadano puede enviarle a través de diversos canales en Internet. «Planteamos una acción política colectiva que no tiene precedentes», ha concretado.
En su discurso de presentación, ha adelantado algunas de las ideas que estarán en su programa. De la Calle asegura que luchará contra la inequidad y la discriminación con «un crecimiento incluyente que no olvida a la Colombia invisible que se debate en la desesperanza». Su política económica, de base claramente liberal, se basará en «un Estado efectivo que no paralice el desarrollo con trámites».
«Queremos limpiar el sistema político del clientelismo. Eliminar el fantasma de multinacionales inescrupulosas y algunos contratistas financiando campañas políticas», ha dicho sin mencionar explícitamente el escándalo de corrupción de Odebrecht que no solo afecta a funcionarios de gobiernos anteriores, sino que salpica directamente las campañas presidenciales de Santos y su contrincante Óscar Iván Zuluaga, miembro del Centro Democrático, partido del expresidente Álvaro Uribe.
A sus adversarios políticos, les ha enviado varios mensajes. «No acepto el fanatismo», ha recalcado. «En Colombia se ha abierto un espacio para el populismo. A pesar de demostrar que el diálogo ha sido útil para acabar con un conflicto de medio siglo, hay quienes prefieren el autoritarismo, la fuerza irracional, el insulto y la calumnia», en referencia a la polarización Santos-Uribe que se vive desde el comienzo del proceso de paz.
Humberto de la Calle es consciente de que su nombre se vincula de manera irremediable al del actual presidente que pasa por su peor momento de popularidad. «Tengo una deuda de lealtad con él por haberme permitido ir a La Habana», ha confesado, «no incurriré en deslealtad por ganarme unos votos».
El País