Las pantallas en las salas de los aeropuertos venezolanos cada vez muestran menos vuelos internacionales. Con maleta en mano, las aerolíneas extranjeras cesan sus operaciones y se van del país. En un periodo de tres años, un total de 10 han suspendido sus actividades, la última, y de forma repentina, fue Avianca, que, según los representantes del sector aeronáutico y turístico, era la que ofrecía mayor cantidad de conectividad en América Latina y Europa.
Desde la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), su presidente, Dante Salvatorelli, en entrevista con PANORAMA, precisó que la compañía disponía de un total de 14 frecuencias semanales; es decir, el 41% de los 34 vuelos que salían; se suman, además, otros de Conviasa que también se cancelaron.
Los argumentos de las aerolíneas se resumen en tres: la deuda en dólares que sostiene el Gobierno con ellas, motivo que impulsó a Tiara Air, Alitalia, GOL, Lufthansa a suspender sus actividades; la falta de seguridad, causa alegada por Air Canada (la primera en irse en 2014) y la misma Avianca, y la baja demanda, más la crisis económica, señalada por Latam Airlines, Aeroméxico, United Airlines y Delta Airlines.
El vicepresidente regional de las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), Peter Cerdá, en una nota de prensa comunicó que el Estado venezolano no ha cumplido con el pago de 3,8 millones de dólares a las aerolíneas.
“Venezuela está desconectándose del mundo en cuanto a la conectividad aérea. (…) Sin embargo, el gobierno no está cumpliendo con los requisitos necesarios para que esto ocurra, como la retención de 3.800 millones de dólares que pertenecen a las aerolíneas o un sistema de venta de combustible que perjudica a las aerolíneas internacionales en Venezuela,” señaló.
El presidente Nicolás Maduro, en 2014, aseguró que las aerolíneas que decidieran irse del país “no vuelven mientras nosotros seamos Gobierno” y señaló que tomaría medidas contra “la guerra que quieren hacerle a Venezuela”.
Recientemente, se supo que, en una reunión entre autoridades aeronáuticas de Venezuela y Colombia, el 26 de julio en Bogotá, por el caso de Avianca, Jorge L. Montenegro, presidente del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac) explicó que el país está atravesando por un momento que trasciende más allá de lo político y “las prioridades son medicina, salud y alimentos”.
Entretanto, aún quedan operando en el territorio Air Europa, Iberia, Air France, Tap, Copa, American Airlines, Turkish Airlines, Caribbean Airlines, Tame y Wingo (filial de Copa), informó Salvatorelli, de la Avavit, quien agregó que la compra de pasajes con compañías extranjeras se redujo un 40%.
“Esta es una de las preocupaciones que tienen las aerolíneas ya que en temporada baja les cuesta llenar los vuelos y no cumplen con las expectativas, entonces, no les es rentable. Además, muchos optan por las empresas nacionales porque por allí pueden pagar en bolívares”, indicó.
En cuanto a las líneas venezolanas con conexión extranjera, Jorge Álvarez presidente de la Cámara de Empresas Venezolanas de Transporte Aéreo (Caveta), precisó a este Diario que solo cinco están ofreciendo los vuelos, entre ellas Santa Bárbara Airlines, Laser, La Venezolana, pero la imposibilidad de acceder a divisas y la caída de la demanda también las coloca en “jaque”.
Precisó que en 2013 salieron 73.204 vuelos internacionales, cifra que comenzó con un declive y en 2014 se ubicó en 75.058 vuelos, posteriormente, en 2015 fue de 61.798 y cerró el 2016 en 54.744, lo que representa una caída de 36% de los viajes.
Álvarez explicó que la carencia de dólares y falta de líneas de crédito dificultan la adquisición de accesorios, partes y repuestos para los aviones.
El sector turismo también mira con inquietud la pérdida de conectividad aérea internacional. Daniel Piske, presidente de la Asociación Venezolana de Mayoristas y Empresas de Representaciones Turísticas (Avemarep), especificó a este medio que el mercado de turistas norteamericanos y europeos ha desaparecido. Aparte de la ausencia de viajes al país, están el aumento de las tarifas, las condiciones de seguridad y el proceso “largo” de solicitud de visa para ciudadanos estadounidenses.
Apuntó que entre más se reduzca la oferta, otras compañías seguirán incrementando sus precios de pasajes; incluso, duplicándolos. Además, lamentó que en América Latina en estos momentos exista un auge del turismo producto de que muchas aerolíneas han dejado de enviar pasajeros a Europa por las amenazas de terrorismo y a África y Asia por la Primavera Árabe; pero en Venezuela no se está aprovechando.
En consonancia, el presidente de Conseturismo, Jesús Irausquín, aseveró que los pocos turistas que llegan se son gracias a vuelos chárter desde Colombia, Argentina y Brasil. “El país tiene una gran cantidad de bondades, pero necesita una política oficial acorde a los estándares nacionales que ayude a explotarlas”, expuso.
Este escenario parece alejarse del esperado por el Ejecutivo Nacional el año pasado cuando giró instrucciones para convertir el turismo en una fuente generadora de divisas. “El turismo va a ser con mucha fuerza en el año 2017 y en los años por venir, uno de los generadores de riqueza internacional. ¡Métanse eso en la cabeza, como una obsesión!”, anunció el Jefe de Estado.
Mientras el Gobierno y las empresas aéreas concretan una solución, en estos momentos unos 13 mil pasajeros de Avianca ven disipada su posibilidad de volar y estados venezolanos como Nueva Esparta y Mérida añoran el regreso de la misma cantidad de visitantes extranjeros que en otrora.
Panorama
Por Confirmado Massiel Bravo
