Reino Unido deberá saldar las cuentas pendientes con la Unión Europea (UE) antes de abandonarla. Sin ese requisito, no habrá acuerdo futuro entre Londres y Bruselas. El negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, ha lanzado esa advertencia este miércoles, solo un día después de que el Gobierno británico mostrara su rechazo a abonar las cantidades que maneja el club comunitario en concepto de compromisos pendientes. “Es solo saldar las cuentas, como se hace en toda separación, ni más ni menos. Hay que saldar las cuentas del pasado para poder ir hacia el futuro”, ha avisado Barnier en conferencia de prensa.
La llamada factura del Brexit amenaza con envenenar un proceso que apenas ha comenzado formalmente. El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, dijo gráficamente el martes que los europeos “se pueden ir a paseo” si esperan que Reino Unido asuma esa cuenta “abusiva” que le reclaman. En un lenguaje mucho menos directo, el representante europeo para el Brexit esboza las consecuencias de esa posición. “Es una cuestión fundamental para crear las bases que permitan comenzar a hablar de la relación futura. ¿Cómo discutir sobre comercio, sobre seguridad, sobre defensa, si no hay confianza? Queremos lograr esa nueva relación, pero antes hay que crear la confianza”, ha insistido el excomisario francés tras informar al actual colegio de comisarios sobre la negociación del Brexit.
Bruselas sabe que Londres tiene un enorme interés en sellar un acuerdo comercial con la UE, principal destino de sus exportaciones (casi la mitad van a parar al bloque comunitario). Además, el 54% de las compras que hace Reino Unido del exterior provienen de alguno de sus 27 socios europeos, según datos de la Cámara de los Lores británica. Hoy todas esas transacciones se realizan sin barreras por el mercado único al que pertenecen los 28 Estados de la UE. Pero el Brexit desterrará esa situación. Y no habrá un nuevo marco sin antes cerrar los términos del divorcio.
«Las tres prioridades [derechos de ciudadanía, acuerdo financiero y fronteras] son inseparables. Un progreso sobre una o dos no bastará para pasar a hablar de nuestra relación futura con Reino Unido», ha abundado Barnier, que cree «imperativo que Reino Unido reconozca que hay obligaciones financieras por el periodo en el que es miembro de la UE». Las palabras del francés —más negativas que antes de iniciar el proceso— sugieren un número creciente de dificultades para lograr ese acuerdo posterior al divorcio.
Hasta 100.000 millones de euros
Barnier se ha permitido apelar al honor del país para reclamarle ese pago, estimado inicialmente en unos 60.000 millones de euros y más tarde elevado a los 100.000, aunque no existen cifras oficiales. “No puedo imaginar que un gran país como Reino Unido no sea responsable con sus compromisos financieros”, ha deslizado. Ese arreglo de cuentas incluye esencialmente tres conceptos: compromisos presupuestarios ya adoptados formalmente pero aún no desembolsados (correspondientes al periodo 2014-2020), derechos de pensión de los funcionarios europeos y préstamos ya concedidos (a otros países o para proyectos de la UE) en los que Londres estampó su firma antes de decidir retirarse de la familia comunitaria. Londres irá recuperando las cuantías de esos préstamos a medida que sus beneficiarios los devuelvan, aclaran los documentos del equipo de Barnier.
Aunque sin precisar cifras, Bruselas ya ha detallado exhaustivamente todos los conceptos que considera incluidos en este arreglo financiero. Londres no ha presentado ninguna propuesta, aunque tácitamente el negociador británico, David Davis, admitió la existencia misma del concepto de cuentas pendientes cuando aceptó las condiciones propuestas por Bruselas para discutir el Brexit. En ese plan de trabajo se prevé un grupo específico sobre el asunto, algo que fue aceptado por Davis. Pero Reino Unido se resiste a poner por escrito un concepto del que recela.
“Cuanto antes recibamos sus propuestas, mejor”, ha zanjado Barnier, que ha vuelto a apremiar a los británicos con su frase estrella: «El reloj avanza». La segunda ronda negociadora, tras la primera reunión del Brexit celebrada el pasado 19 de junio, se abrirá el próximo 17 de julio. Durará varios días y abarcará todos los asuntos fijados hace un mes en ese plan de trabajo.
El País España
Por Confirmado Massiel Bravo