Los días de calor intenso obligan al organismo a realizar un esfuerzo de adaptación para estabilizar la temperatura corporal, que se traduce en una mayor sudoración y dilatación de los vasos sanguíneos. Entre 2000 y 2009 se produjeron 1.312 muertes en España relacionadas directamente con el calor mientras que más de 13.000 estuvieron asociadas de alguna forma con las altas temperaturas, tal y como explica Antonio Iniesta Álvarez, médico del Trabajo y expresidente de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo(Aeemt). “Las provincias más afectadas fueron Madrid, Barcelona, Vizcaya, Sevilla, Zaragoza y Pontevedra”, detalla.
Consejos para afrontar el calor en el lugar de trabajo
A pesar de los datos citados sobre el impacto de las altas temperaturas en la salud, Álvarez señala que sin llegar a ser extremos conviene seguir las siguientes pautas para así minimizar los efectos del calor en el entorno laboral.
1. Una hidratación adecuada
“Debemos beber agua con frecuencia, zumos de frutas, refrescos o bebidas isotónicas, al menos dos litros diarios, aunque no tengamos sed”, comenta. En su opinión, las bebidas isotónicas están especialmente indicadas en el caso de los deportista o si existe alguna enfermedad gastrointestinal.
Coincidiendo con las recomendaciones del Ministerio de Sanidad para actuar contra el calor en el trabajo, Álvarez sugiere evitar el alcohol, los refrescos azucarados o con teína porque favorecen la deshidratación.
2. Tener cuidado con la exposición solar
Para aquellas labores al aire libre, el especialista en Medicina del Trabajo recuerda evitar la exposición en las horas centrales del día, usar gafas de sol adecuadas, aplicar crema solar en función del tipo de piel y proteger la cabeza con un sombrero o una gorra.
3. Vigilar el aire acondicionado
“En las oficinas debemos controlar el aire acondicionado para prevenir la somnolencia y la apatía en los empleados, así como evitar colocar cerca de los chorros de aire los puestos de trabajo”, apunta.
4. Hacer descansos
En los días calurosos de verano es una buena idea realizar pequeños descansos en lugares más frescos que el propio puesto de trabajo y aprovechar para humedecer las muñecas y la cara. “Hay que usar una vestimenta más ligera y con tejidos naturales que prevengan la sudoración excesiva”, añade.
5. Consumir alimentos ligeros
Para combatir las altas temperaturas es mejor optar por comidas ligeras y con un alto porcentaje en agua como las ensaladas, el gazpacho y el salmorejo, tal y como propone Álvarez. “Son una elección muy saludable que se puede complementar con alguna pieza de fruta”, detalla. Además, estos meses muchas empresas instauran la jornada intensiva de verano, por ello, aconseja tomar algún tentempié a media mañana.
6. Organizar las tareas
El cansancio es una de las consecuencias del calor que puede repercutir en el trabajo. ¿Cómo ser más eficientes? El expresidente de la Aeemt considera que establecer una planificación al comienzo del día con las tareas pendientes contribuye a que la jornada sea más llevadera y se cumplan los objetivos.
7. Volver a evaluar la ergonomía del puesto
“Es importante, especialmente en algunos trabajos, adaptar la iluminación y la humedad al verano ya que puede aumentar la incomodidad del empleado”, estima Álvarez en relación a la ergonomía, es decir, la adaptación del puesto y las herramientas de trabajo a las necesidades de cada persona.
Problemas del calor en el lugar de trabajo
Este especialista indica que la apatía, la somnolencia, la astenia y las bajadas de la tensión arterial con posibles lipotimias son las consecuencias más comunes por el calor excesivodurante la jornada laboral. A esta lista, el Ministerio de Sanidad añade los calambres musculares en piernas, brazos y tronco para los que recomienda:
Dejar lo que se esté haciendo y descansar en un sitio fresco.
Evitar la actividad física intensa en las horas posteriores.
Beber zumos y bebidas deportivas diluidas en agua.
Consultar al médico si los calambres duran más de una hora.
En cambio, la complicación más grave relacionada con las altas temperaturas es el golpe de calor. “Se puede identificar porque la persona presenta la piel caliente, enrojecida y seca (sin sudor), la temperatura corporal puede ascender hasta los 40 grados, también puede experimentar dolor de cabeza, náuseas, somnolencia y mucha sed pudiendo aparecer convulsiones y pérdida de conciencia”, destaca Álvarez. ¿Qué hacer en estos casos? Lo primero es pedir ayuda en el teléfono 112 o acudir al centro salud más cercano y, mientras tanto, mantener a la persona tumbada y refrescar el cuerpo mediante toallas húmedas o abanicos.
Por otra parte, las quemaduras solares también son graves porque están asociadas con el desarrollo del cáncer de piel. Como ya se ha mencionado, para prevenirlas hay que utilizar fotoprotectores siempre que haya exposición solar aunque no el calor no sea excesivo.
Por Confirmado: MariGonz
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