Muchas veces nos hemos encontrado con personas difíciles, con las que tenemos que convivir forzosamente, con compañeros de trabajo, en la escuela, e incluso en el hogar. Esto no va a cambiar, ya que todos somos diferentes y la forma en que interpretamos lo que nos rodea también. El hecho de que alguien sea diferente a nosotros, que no estemos de acuerdo con sus actitudes, no quiere decir que sea una mala persona, y mucho menos que tenemos que llevarnos mal con ellos.
Aprender a convivir con los que nos rodean, es parte de lo que llámamos civilización. Como seres inteligentes y civilizados, es nuestro deber saber transformar conflictos y llevarnos bien con los demás. Veamos algunas recomendaciones.
Aceptar a la otra persona no es aguantársela; es ser consciente.
Nuestra forma de ser es fruto básicamente de las reacciones a las experiencias vividas a lo largo de la vida, a la educación, y a todas aquellas impresiones que recibe nuestro cerebro. Sometan a un buen muchacho a toda clase de atropellos, no le de esperanza, niéguele el conocimiento que le sirva para salir de tal conflicto, y entonces encontrara alguien agresivo, antisocial.
Las personas son como son, las personas no cambian. El cambio requiere esfuerzo consciente, años de dedicación en un mismo sentido, o experiencias profundas y extremas que fuerzan a cambiar. Así que solo hay dos opciones, aceptar a la otra persona como son, o enfrentarles para intentar cambiarlos.
Es más fácil aceptar a la otra persona, que tratar de cambiarla. Si la otra persona es mandona, metida, chismosa, incumplida, etc, acéptela, es su forma de ser. Aunque aceptar no quiere decir aguantársela. Aceptar es no desgastarse mentalmente acerca de la forma de ser del otro. Es como la lluvia, sabemos que nos mojamos, que debemos resguardarnos y aun así nadie se desgasta o le pone problemas a la lluvia. A partir de que uno acepta algo, entonces empieza a revisar de qué modo puede manejar esa situación.
El inteligente y consciente siempre debe dar el primer paso.
La inteligencia mayor siempre debe operar sobre lo que le rodea, eso nos lo enseña la naturaleza. Miremos que dentro de un grupo de primates el macho alfa es el más inteligente y capaz, dentro de una organización, se debe elegir al más capacitado, para que guíe las decisiones del grupo. De este modo, la mayor inteligencia, afecta su entorno. A partir de la inteligencia, se organiza todo de tal modo que haya armonía, calidad. Es entonces la persona inteligente la que tiene que tomar la iniciativa para cambiar una relación tensa, él tiene la responsabilidad de ser el inicio del cambio.
Miremos un grupo de niños en un colegio, son gritones, irresponsables, faltos de atención, y la profesora es la que se encarga a través de una buena psicología, hacer que se lleven bien. En ningún momento se pone a pelear con ellos. La pregunta es, ¿usted se deja afectar por los demás, o usted afecta a los demás?.
Prepare una reacción ante los diferentes tipos de comportamiento.
“Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla” El arte de la guerra, Sun Tzu
Es importante conocer la forma de ser del otro, por ejemplo si es una persona mandona, si le gusta charlar, si es muy serio, si responde a los halagos, etc. Luego de esto, debe conocerse a sí mismo, identificar la forma en que usted reacciona ante la forma de ser del otro, debe saber qué es lo que lo irrita, que le hacer reaccionar de manera agresiva, etc Una vez usted tiene claro que es lo que le molesta del otro, y de qué manera usted reacciona ante ello, entonces ya puede pensar en una mejor manera de reaccionar, tener las palabras listas, para que así la situación se convierta a su favor. Procediendo de este modo, usted ya no será una persona reactiva, que no puede controlar las emociones que le produce el otro, ya que usted ya está preparado.
Alquimia, transformación.
Para todos los familiarizados con los textos de la edad media, recordarán los famosos textos de la Alquimia, con los temas acerca de convertir el plomo en oro. Lo pongo de ejemplo, para que cree una imagen de referencia mental sobre lo que debemos de hacer en muchas ocasiones, y es la de convertir algo básico, adverso y rudimentario, en algo mejor. Todos los días en todos los aspectos, hay que mejorar, evolucionar. Lo que no evoluciona, involuciona, ya que las cosas nunca están quietas, lo que está quieto está muerto.
A partir del conocimiento que se tiene de otros y de sí mismo, se debe empezar a hacer las acciones que conviertan todo en una mejor relación. Todos somos susceptibles al manejo emocional, y es a través de la inteligencia emocional, que debemos nosotros entrar en empatía con la persona que no nos llevamos bien.
Se Adapta e influencia.
Ya hemos dicho que es inútil tratar de cambiar a las personas, y menos cuando ya son hechas y derechas, ya que sus comportamientos son factores inconscientes aprendidos y reforzados por años. Así que este tipo de desgastes, déjeselos a la vida, que es la que se encarga de enseñar a las personas. Mejor es adaptarse a las condiciones que ofrece la otra persona, y desde ahí, empezarla a influenciar gradualmente para que ella actúe según lo que usted quiere. Me explico, si usted tiene a una persona que es una mandona, entonces en vez de ponérsela a decir que no haga eso, mejor hágale caso y después de que la otra persona tiene los mecanismo de defensa bajo, le empieza a insinuar cosas que le ayuden a cambiar el comportamiento, le puede sugerir acerca de la importancia de hacer las cosas por uno mismo, sobre como las personas así suelen tener mayor éxito, etc.
Mecanismo para influenciar a otros y transformar actitudes.
A veces andamos por la vida buscando soluciones, y en esa búsqueda esperamos cosas extraordinarias, algo bien complicado que nadie sabe y que solo está al alcance de unos pocos y por los que hay que pagar altas sumas de dinero, cuando en realidad las soluciones son tan sencillas.
La sonrisa y la mirada para influencia.
En el cerebro hay algo llamado las neuronas espejo. Estas neuronas son las encargadas de replicar comportamientos de manera automática. Se ha comprobado que la sonrisa genera empatía, ya que la sonrisa está asociada a algo agradable, y además la otra persona lo imita. Usted se acostumbra a mirar y sonreír de manera natural y sincera, y la otra persona no tiene más remedio que bajar sus mecanismos de defensa e imitar. La mirada, siempre muestra sinceridad, confianza y tiene cierto poder de persuasión.
Humor inteligente.
El humor es tan básico. A veces de manera automática asociamos el humor con inteligencia, y es por eso que de alguna manera debemos desarrollarlo. Con el humor, siempre se podrá aliviar las situaciones más tensas, además predispone a las demás personas en una buena actitud. Una persona con buen humor es bien recibida en todas partes, mientras que al amargado todo el mundo se le aleja. Personas con buen humor, genera una buena memoria en los demás, y suele olvidar las cosas que pueden generar disgusto en él.
Distractores y conductismo.
Siempre debemos aprender a desviar las situaciones cuando se están complicando. Si algo se está poniendo de otro color, entonces usted debe de tocar otro tema relacionado que no genere tensión. Luego poco a poco ir proponiendo temas que vayan llevando la conversación hacia algo que usted quiere que se realice. Usted puede transformar una conversación tensa en una situación romántica, solo debe de ir poniendo los temas relacionados. Por ejemplo, en vez de decirle a otra persona: “Si no le gusta las cosas así, entonces váyase”, mejor diga: “disculpa, cierto que esa camisa es nueva, no lo había notado”… Por supuesto que todo debe de saber hacerlo en el momento adecuado, gradualmente, con inteligencia.
Es así de sencillo, con que usted maneje estos 3 sencillos elementos, podrá mejorar las relaciones con aquellas personas que le caen mal.
Con estos sencillos consejos, usted los puede aplicar en su vida diaria, y se hará amigo hasta del más cerrado, y convertirá todas sus relaciones negativas en relaciones amigables, fructíferas.
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Por Confirmado: Gabriella Garcés