Nuestro objetivo es hacer de ti un verdadero gentleman no sólo al momento de vestir, sino también al momento de seducir, al estar en la mesa y en la oficina. Rebasamos las fronteras y llevamos la definición de caballero hasta la cama. Sí, ha llegado el momento de decir las 15 cosas que no debes hacer una vez terminada la sesión de sexo. Créenos, no sólo es por el bien de ella, sino también por el tuyo…
1. Comparar
Aquí aplica a la perfección la célebre frase: “Un caballero no tiene memoria”. En efecto, evita cualquier frase como: “Con mi ex…”, “El mejor sexo que he tenido fue…”. La chica que tienes a tu lado es lo que menos quiere oír. Y es que, si las comparaciones en la vida cotidiana son fatales, ahora imagínate cómo caen en esta situación. Para que comprendas, es como escuchar una canción de Justin Bieber al despertar. ¡Ah, verdad!
2. Decir: ¡Gracias!
¿Pagaste por algún servicio? Ok. Puede ser el caso, pero ni en esa situación aplica. Vamos, es muy poco probable que te conviertas en el nuevo Richard Gere tratando de seducir a la Julia Roberts de esta década, para ambos protagonizar el remake de Mujer Bonita.
3. Correr por tu Smartphone
Ya hemos hablado de lo molesto que es compartir la mesa con alguien que está pendiente de sus notificaciones de Facebook, Twitter, Whatsapp, etc. Ahora, imagínate eso pero en la cama: Incomodidad a la décima potencia. Pero si es ella la que recurre a su Smartphone, nos es triste informarte que ha llegado el momento de emprender la retirada.
4. Pedir perdón
¿Por qué tendrías que hacerlo? Vayamos a los extremos y pensemos que tu desempeño no fue tan bueno como esperabas. No te preocupes, recarga fuerzas y lánzate al ruedo para una segunda ronda. ¡Matador!
5. Pedir puntuación
Podríamos aceptarlo, si es que ambos decidieron cumplir una fantasía estudiantil (maestra – alumno). Pero en caso de que no sea así, evítalo a cualquier precio. Mantente seguro de que lo has hecho bien. Tampoco es válido que le preguntes: ¿cuántos orgasmos tuviste? Lo único que lograrás es romper la magia del momento.
6. Preguntar: ¿me quieres?
Hay dos posibles escenarios. El primero es que hayas tenido sexo con tu esposa, prometida o novia. El otro es que haya sido con algún ligue del antro. En el primer caso, la respuesta es más que lógica, es obvio que ella te quiere. En el segundo, si sueltas el cuestionamiento es casi un hecho de que ella volteará a verte con ojos de incredulidad, soltará una carcajada y salga huyendo despavorida, cual víctima en un ataque de zombies.
7. Pedirle que se duche
Nuevamente, no olvides que eres un caballero. El hecho de hacerle esta petición (aunque sea de la manera más amable), logrará hacer sentir incómoda a tu pareja. No es aceptable ni aunque tengas un transtorno obsesivo compulsivo con la limpieza “à la Howard Hughes” (el personaje que interpretó Leonardo DiCaprio en El aviador); es más, ni él se lo pedía a sus conquistas. Tampoco es válido que una vez que hayan terminado, te levantes de la cama y salgas corriendo al baño. Si quieren prolongar el momento, ¿por qué no intentar compartir un sensual baño?
8. Una charla desmedida
Sabemos que tus conocimientos sobre el origen de las especies, la teoría cuántica o la mitología nórdica son vastos y dignos para sorprender a cualquiera; sin embargo, lamentamos decirte que deberás guardarte este tipo de charlas para otra ocasión.
9. Preguntar: ¿En qué piensas?
Quizá no sólo es una pregunta fuera de lugar en este momento, sino también en la vida de una persona. Incluso en la primera cita, cuando ambos se han quedado sin plática, no es válido sacarla a flote. Te aseguramos con uno 90% de certeza, que la respuesta será: “En nada”.
10. Dormir
Contrario al punto anterior, tampoco te recomendamos que al terminar la sesión de sexo te des la media vuelta en la cama y duermas a pierna suelta, dejándola ahí a la deriva. Aprovecha el momento y extiendan las caricias, las sonrisas y los coqueteos.
11. Todo en su lugar
Como dijera tu mamá cuando eras niño: “pon las cosas en su lugar”. El condón usado no debe esperar largo rato tirado en el suelo, mucho menos encima de la cama. Deja pasar un tiempo de charla, caricias (como ya te lo hemos recomendado), levántate, tira el condón y regresa lo más pronto posible a la cama.
12. Preguntar: ¿Te pido un taxi?
Si te gustó el sexo que tuvieron, entonces para qué hacerlo. Y en caso de que no haya sido así, no es la manera de pedirle que se retire. No saques la frase ni aunque tengas un compromiso muy importante de trabajo, nunca, nunca lo hagas.
13. Encender la televisión
Si ambos llegaron al acuerdo de encenderla, para seguir disfrutando del momento, es válido. No así si lo haces por tu cuenta y sin consultarla. Ni aunque estén proyectando el desfile de los ángeles de Victoria’s Secret … Total, ese lo puedes ver más adelante en repetición.
14. Hacerle fiesta a la mascota
Sabemos que el cachorro, gatito o cualquier animal que tengas como mascota, es tu amigo fiel e incondicional; sin embargo, ella no querrá que luego de haber terminado, “Rocky” (o como quiera que se llame) entre y se suba a la cama. Las caricias y los piropos deben ir dirigidos a la chica que está a tu lado, no a la mascota.
15. Preguntar: ¿Cómo te llamas?
Tal vez la peor de todas, y eso ya es mucho decir. Aunque después del antro hayan salido directo a tu departamento o hayas protagonizado una parrando al estilo ¿Qué pasó ayer?, ten la cortesía de aprenderte su nombre. ¡Por favor! No justifiques tu mala memoria, eso sólo empeorará las cosas.
GQ
Por Confirmado: Gabriella Garcés