Legisladores y exfuncionarios exhortaron al presidente Donald Trump a que no escoja a un político como nuevo director del FBI, en momentos en que el ámbito político estadounidense sigue estremecido por la abrupta destitución del director anterior.
El senador republicano Lindsey Graham, miembro de la Comisión de Asuntos Judiciales, dijo que nombrar a un agente del FBI como director de la agencia permitirá al país a «comenzar desde cero”.
Graham se declaró en contra de por lo menos dos de los 14 candidatos que están siendo considerados por Trump: el ex representante Mike Rogers de Michigan y el senador John Cornyn de Texas, el segundo republicano de mayor rango en el Senado.
«Es hora de elegir a alguien de entre las propias filas del FBI, o que tenga una reputación intachable, sin vínculos políticos, que pueda hacer su trabajo desde el primer día», dijo Graham.
«El presidente tiene ahora la oportunidad de limpiar el desorden creado por él principalmente», añadió.
De manera similar opinó el también republicano, Bob Corker, aunque sin dar nombres. “En este caso particular, tienen que ir más allá de las expectativas y nombrar a alguien que llegue sabiendo absolutamente con cada célula de su cuerpo que esta persona será alguien que va a manejar el FBI en forma no partidista”, dijo el senador Corker.
Por su parte, el senador Tim Scott, dijo que Cornyn sería una “opción excelente” pero matizó que “el país tendría más confianza y credibilidad” si fuera nombrado “alguien que no esté involucrado en la política en este momento”.
La Casa Blanca no emitió una reacción de inmediato, pero en su ausencia, una de las pocas funcionarias del gobierno de Trump que opinaron fue Nikki Haley, la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas. «El presidente es el jefe de todo el país y tiene el derecho de contratar y despedir a quien él quiera”, dijo Haley.
Los legisladores de ambos partidos han criticado a Trump, no solo por la destitución abrupta de Comey, sino también por las múltiples y contradictorias explicaciones que dio y por un tuit en el que Trump parece amenazar a Comey con publicar alguna grabación de sus conversaciones.
El exdirector de inteligencia nacional James Clapper, también insistió en la importancia de mantener, no solo la política sino también el poder, fuera de las decisiones de la Casa Blanca, algo que insinuó “se esta perdiendo” bajo la presidencia de Trump.
”Creo que, en muchos sentidos, nuestras instituciones democráticas están bajo asalto, tanto externamente —y eso es lo principal, la intromisión rusa en nuestro sistema electoral— [como] a nivel interno», dijo el exdirector de Inteligencia Nacional.
Cuando se le preguntó si se refería a Trump, Clapper respondió: «Exactamente».
Además de Rogers y Cornyn, están siendo considerados, entre otros, Alice Fisher, socia de la firma de abogados Latham & Watkins en Washington; Adam Lee, FBI agente especial a cargo de la oficina de Richmond, Virginia; Andrew McCabe, director del FBI en funciones; Henry Hudson, juez de una corte federal en Virginia; Michael Garcia, juez de una corte de apelaciones del estado de Nueva York y Fran Townsend, exasesor de seguridad nacional del presidente George W. Bush.
Voz de América