La tradición de consumir pescado durante Semana Santa se ha convertido en un lujo para muchos consumidores ante los elevados precios: en un año se incrementó, en promedio, 655,7%, al pasar de 2.000 a 9.111 bolívares el kilogramo.
Las caras de asombro de los compradores fue el denominador común durante el recorrido que se realizó por mercados municipales, supermercados y pescaderías. “¡Olvídate del carite, mero o pargo, lo que sale es cazón y corocoro, si acaso!”, manifestó María Rodríguez en el mercado de Chacao.
Los precios presentan diferencias sustanciales entre un establecimiento y otro. En los mercados de Quinta Crespo y Chacao promedian 7.990 bolívares y 9.500 bolívares el kilogramo, respectivamente, mientras que en las pescaderías y supermercados el promedio es de 12.950 y 15.114,5 bolívares por kilo.
“Haré el sacrificio. Soy católica y cumplo con el precepto de la abstinencia de comer carne, pero a mi familia no puedo arreglarla con un pescado lleno de espinas y de mala calidad”, expresó Mariana Salazar.
Los comerciantes de los establecimientos coincidieron que en años anteriores para estas fechas se registraba un repunte importante en la demanda. “Este año las ventas están flojas, pero esperamos se recuperen en la medida en que se acerque la Semana Santa”, dijo el dueño de una pescadería del este de Caracas.
Otro encargado de un puesto en Quinta Crespo señaló: “La gente se lleva lo más barato como la sardina, el corocoro, el dorado, el cazón y el roncador. Las cabezas, colas y recortes de distintos pescados las piden bastante porque es la opción más económica para hacer una sopa o un guiso”.
En los establecimientos visitados se observó que la oferta del producto no es uniforme. En los supermercados se consigue pescado salado y congelado, mientras que en la pescadería despachan el fresco y en los mercados municipales se expende este último más el salado.
Benito Cisneros, trabajador de una fábrica, dijo que desde hace cuatro años, cuando el precio del pescado fresco comenzó la gran escalada, optó por el pescado salado. “Si bien es costoso, rinde más porque cuando compras un carite fresco te llevas más de un kilo, mientras que salado no tiene cabeza ni cola y además se desmecha”.
En los mercados, el cazón, el rallado, el dorado y el tajalí cuestan 9.600, 7.980, 7.400 y 6.500 bolívares el kilo. En los automercados ofrecen el jurel, el dorado y el carite salados entre 9.285 y 10.000 bolívares por kilo.
El disparo de los precios entre la Semana Mayor de 2016 y la de 2017 es evidente. En Quinta Crespo, el kilo de las especies menos caras, como cazón, lebranche, atún y corocoro pasó de 1.980, 1.098, 4.400 y 1.098 a 7.600, 5.698, 4.400 y 3.980 bolívares, respectivamente.
En el mercado de Chacao el atún y el jurel cuestan actualmente 5.800 bolívares y 6.000 bolívares el kilo frente a 15.800 y 9.285 bolívares de las pescaderías. Congelados, el atún, el cazón, el tajalí y la merluza se consiguen en los automercados a 9.949, 5.050, 7.739 y 15.990 bolívares el kilo.
Los pescados finos como el mero, pargo y carite representan un desafío para el bolsillo de los consumidores. En Quinta Crespo, el kilo de estas especies se despacha a 14.980, 9.800 y 8.000 bolívares, respectivamente, mientras que en Chacao están a 18.000, 10.000 y 8.000 bolívares.
En las pescaderías, el mero entero se consigue a 18.000 bolívares el kilo y en filet a 24.900 bolívares. El pargo y el parguito se encuentran a 11.000 y 10.000 bolívares por kilo, mientras que la curbina y el carite cuestan 17.500 y 10.000 bolívares el kilogramo.
El año pasado el costo promedio del kilo de cazón, lebranche, mero y pargo era de 1.980, 1.098, 3.400 y 5.120 bolívares. El atún y el carite costaban 4.400 bolívares/kilo, cada uno.
“Cuando ves estos precios, no queda otra que comprar los pescados más baratos. Este alto costo de la vida no lo para nadie”, expresó Judith Gutiérrez en Quinta Crespo.
Los consumidores también ponen la vista en los llamados frutos del mar. “La paella tendrá este año más mejillones y guacucos que calamares y camarones”, advirtió Jesús Pérez en el mercado de Chacao. Allí el kilo de calamar y camarón está a 25.000 y 15.000 bolívares frente a 4.600 y 1.800 que vale el kilo de mejillón y guacuco.
El calamar, el camarón, el mejillón y el guacuco se consiguen en Quinta Crespo a 22.000, 15.000, 3.500 y 1.200 bolívares el kilo, respectivamente que en las pescaderías se expenden a 19.990, 31.679 (pelados), 3.994 y 1.500 bolívares. En los automercados se consiguen el camarón pelado, el calamar y el mejillón, todos ellos congelados, a 31.679, 19.990 y 3.994 bolívares el kilo.
La Semana Santa pasada, el calamar oscilaba entre 4.400 y 6.500 bolívares el kilo, mientras que el camarón estaba entre 2.000 y 4.000 bolívares.
Del alza de los precios ni la sardina se salvó esta Semana Santa. En 2016 el kilo de sardina entera y en filet era de 400 y 600 bolívares, pero en los establecimientos recorridos el precio del pescado, de alto consumo popular, es de 1.000 y 2.000 bolívares, respectivamente.
Pescado para los CLAP
Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, creados en abril de 2016, se incorporarán a la red de distribución de pescado del gobierno en el operativo de suministro del producto a la población en Semana Santa, informó el ministro para la Pesca y la Acuicultura, Gilberto Pinto Blanco.
El funcionario señaló que los CLAP apoyarán las distintas ferias del pescado que funcionan en 15 estados del país con la venta de todas las especies, incluida la caravana de la sardina.
Destacó que elaboran un calendario para garantizar el suministro de pescado a la población con miras a la Semana Mayor. Pinto reveló que el despacho a su cargo y la Superintendencia de Precios Justos mantienen mesas de trabajo para fijar el precio del pescado fresco y enlatado.
Sobre este último precisó que a través de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro han entregado 1.800 toneladas de hojalata a las industrias envasadoras del país para garantizar los recipientes.
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Por Confirmado: Oriana Campos