Una quinta ronda de negociaciones para intentar poner fin a la guerra en Siria comenzará el jueves en Ginebra bajo los auspicios de la ONU, aunque la reunión suscita pocas esperanzas dada la inflexibilidad del régimen y la oposición.
A pesar de que la ronda anterior de conversaciones, en febrero, dio lugar a una agenda clara por primera vez -lucha contra el terrorismo, gobernancia (término vago para evocar una transición política), Constitución, elecciones-, este programa parece desmesuradamente ambicioso en virtud de la brecha entre las dos partes.
Se han organizado cuatro sesiones de conversaciones en Ginebra bajo la égida de la ONU desde comienzos de 2016, sin alcanzar una solución al conflicto, que ha provocado más de 320.000 muertos y millones de desplazados.
Los mismos invitados a la ronda de febrero confirmaron su participación, según el emisario especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, que coordina estas conversaciones indirectas.
– ‘Negociaciones muy difíciles’ –
«Serán ‘proxy talks’, las conversaciones directas están excluidas», afirmó a la AFP una fuente occidental cercana a las negociaciones.
De Mistura, que quiere que los cuatro puntos de la agenda se discutan «en paralelo», se encargará de «filtrar las cosas y limar los ángulos», según la fuente.
Pero su tarea será complicada, según los entendidos, puesto que oposición y régimen no quieren hacer concesiones.
Como prioridades, la oposición no deja de reclamar la partida del presidente sirio, Bashar al Asad, que éste rechaza, y pide la «lucha contra el terrorismo», es decir, todos sus adversarios.
«A mi parecer, no hay esperanzas», dijo a la AFP Thomas Pierret, especialista en Siria de la Universidad de Edimburgo, pues el «régimen gana terreno y no quiere hacer concesiones».
Desde la intervención de su aliado ruso a finales de 2015, Damasco ha revertido la situación y logró varias victorias ante rebeldes y yihadistas, entre las que destaca la recuperación de Alepo (norte), en diciembre.
«La oposición está fracturada y la correlación de fuerzas se degrada» desde hace meses respecto al régimen, según una fuente diplomática francesa.
– ‘Empecinamiento’ –
Ambos beligerantes se acusan de no abordar seriamente las negociaciones. «Hay pocas esperanzas a causa del empecinamiento de la otra parte, que no desea realmente encontrar una solución», afirmó a la AFP Yehya Aridi, un consejero del Alto Comité de Negociaciones (HCN), integrado por grupos claves de oposición.
Éste acusa al Gobierno de «someter» a la oposición al lograr la rendición de numerosas localidades rebeldes tras años de bombardeos de desgaste.
Para Basam Abu Abdalá, analista pro-régimen, son los aliados regionales de la rebelión quienes buscan trabar una solución.
«Por primera vez hay una agenda clara, pero cada vez que se logra un avance político, combatientes vinculados a potencias regionales realizan nuevos ataques», aseguró el director del Centro de estudios estratégicos, haciendo referencia al violento asalto realizado el domingo en Damasco por rebeldes y yihadistas.
Ambas delegaciones llegarán este miércoles a Ginebra. Ramzy Ezzeldin Ramzy, adjunto de De Mistura, los recibirá, puesto que éste visitará Moscú y Ankara, patrocinadores de la tregua en vigor desde el 30 de diciembre.
Todo indica que las presiones rusas sobre Damasco han sido eficaces, dado que el Gobierno anunció por primera vez estar dispuesto a tratar temas políticos de la agenda fijada por De Mistura: gobernancia, elecciones, Constitución.
Para la oposición, la falta de implicación de Estados Unidos, hasta hace poco su gran apoyo, plantea interrogantes. Pero, la administración Trump no se manifiesta y, según Abdalá, «la visión de Estados Unidos no está aún clara (…) y la solución en Siria sólo se logrará con un acuerdo ruso-estadounidense».
AFP
Por Confirmado: Gabriella Garcés