Tras años de progreso y crecimiento, Huawei busca la estocada final en la gama alta con el P10. ¿Será suficiente para derribar la hegemonía coreana y estadounidense de Apple y Samsung?
Con la saturación y madurez de un mercado, crecer se vuelve más complejo. Pero Huawei es una de las pocas empresas que puede presumir de haberlo logrado. La marca ha registrado varios trimestres de crecimiento sostenido, alcanzando a finales de 2016 el primer lugar en cuanto a cuota de mercado. Lo ha hecho, además, en uno de los mercados con mayor penetración y saturación: España.
En otros mercados europeos, el rendimiento y progreso de la marca también es bueno; así como en China, su país natal, donde lucha junto a Oppo y Vivo por el primer puesto en cuanto a cuota de mercado. El contraste del presente con los datos de 2012/2013 es brutal.
Con la presentación del P10 en el Mobile World Congress de Barcelona, Huawei completó varios de los últimos puntos de su lista. Aceleró el timing para equipararse a los grandes del sector europeo, muy importante para atraer las ventas iniciales; atrajo más focos que nunca al presentar su teléfono en la mayor feria de telefonía del mundo; y, gracias al destino, pudo hacerlo en ausencia de Samsung, uno de sus mayores rivales.
El Huawei P8 supuso un punto de inflexión.
Su producto, además, es más sólido que nunca, y su estrategia de precios es el movimiento más inteligente de toda la feria: 649 euros por la versión estándar de 64 GB de almacenamiento. Sus principales rivales (iPhone 7, Galaxy S8, Xperia XZ Premium, LG G6, etc.) son o serán más caros.
Ficha técnica
SoC: Kirin 960.
RAM: 4 GB.
Almacenamiento: 64GB + micro SD.
Pantalla: 5,2 plg full HD.
Cámara principal: 12 (RGB) + 20 (monocrom)
Cámara secundaria: 8 mpx y f/1.9.
Conectividad: Bluetooth, Wi-Fi, 4G, NFC y USB Type C.
Dimensiones y peso: 145,3 x 69,3. 145 gramos.
Batería: 3.200 mAh.
Con este movimiento también contrarresta la ausencia de grandes novedades respecto a Mate 9, presentado en noviembre de 2016. El chip es exactamente el mismo: un Kirin 960 que arroja unas puntuaciones en Geekbench de 6.260 en el modo multi-core. Más que suficiente para igualar las nuevas propuestas de Qualcomm, Samsung y Apple.
Cuando el chip se lleva al extremo, eso sí, acusa un thermal throttling más pronunciado que el Mate 9. La explicación es sencilla: el tamaño es menor y, por lo tanto, la superficie para disipar el calor es también menor. Esto aumenta el calor concentrado en el interior del dispositivo y obliga a reducir el rendimiento máximo del SoC.
Afortunadamente, este thermal throttling solo aparece cuando el procesador trabaja a su máxima potencia durante un tiempo prolongado. Y eso solo ocurre en pruebas de rendimiento sintéticas como Geekbench. Ni siquiera en videojuegos exigentes es apreciable el thermal throttling. Por lo tanto, no hay nada de lo que preocuparse.
El P10 usa la misma base que el Mate 9. Pero, al menos por el momento, su rendimiento es algo inferior.
A lo que sí hay que prestar atención es a la fluidez general del dispositivo. Comparado con el Mate 9 -recordemos: mismo chip, misma RAM y misma resolución-, el P10 funciona con menos soltura. Se aprecia especialmente en aplicaciones como Google Maps o haciendo scroll en Twitter/Facebook. ¿La razón? Casi con total seguridad, el software. Cuando nos hicieron entrega del P10, una tarjeta advertía del estado pre-release del mismo, algo que se sostiene con las actualizaciones que el teléfono ha recibido durante los últimos días.
¿Debería preocupar esta ligera inferioridad respecto al Mate 9? En absoluto. No hay ninguna razón para que Huawei permita que su teléfono estrella ofrezca un rendimiento inferior a su predecesor. De hecho, es más que probable que estos problemas queden resueltos cuando el teléfono salga a la venta a lo largo del mes de marzo.
Respecto al Mate 9, la cantidad de memoria RAM también se mantiene constante: 4 GB con una versión premium de 6 GB. El almacenamiento, también: 64 GB con opción de aumentar el espacio con una tarjeta microSD de hasta 256 GB. También se ofrece una versión de 128 GB en la variante Plus.
La memoria interna, además, es muy veloz, superando en velocidades de lectura y escritura a varios teléfonos de su misma gama. ¿En qué influye esto? En todo. Cualquier tarea implica, en mayor o menor medida, lectura y/o escritura en la memoria interna. Cuanto más rápida sea, mejor.
Tanto la autonomía como el sistema de carga rápida son increíbles. Uno de los puntos más fuertes del teléfono.
Lo mismo se puede decir del sistema de carga. El P10 hereda la tecnología SuperCharge del Mate 9, que introduce hasta 22,5 vatios de potencia a través del puerto USB Type-C. Para dar contexto: teléfonos como el Galaxy S7 y el OnePlus 3 admiten 10 y 20 vatios respectivamente.
El sistema SuperCharge, además de reducir los tiempos de carga, es muy inteligente en la gestión de la energía transferida. La transferencia de 22,5 vatios de potencia aumenta el desgaste de la batería y el calor generado. Pero nada de eso ocurre con el sistema SuperCharge: el P10, al igual que el Mate 9, mantiene una temperatura relativamente baja y el desgaste de la batería es menor de lo esperado.
Una vez alcanzado el 100% de carga, los 3.200 mAh del P10 son una maravilla. Iguala en autonomía a teléfonos superiores como el iPhone 7 Plus, y supera a otros como el Galaxy S7 Edge o el iPhone 7. Todo un logro considerando la delgadez de su cuerpo y lo compacto que es el nuevo chasis.
El nuevo cuerpo, además, adopta una estética similar a la del iPhone 7, mezclado con un poco de P9 y OnePlus 3. El resultado es un teléfono muy familiar -por la influencia de estos tres modelos- pero, al mismo tiempo, muy atractivo. También es sorprendentemente cómodo de usar: el balance de pesos, la disposición de elementos, la simetría y el tamaño del teléfono son casi perfectos.
Si el P10 hubiese apostado por marcos más delgados e incluido resistencia a agua (disponible solo en la variante Plus), el P10 sería perfecto. Todo lo demás lo ejecuta a la perfección, incluyendo la atención a pequeños detalles como la firmeza de los botones, la fusión del cristal con el chasis (cristal 2.5D) o el agarre del teléfono. Huawei ha dado por fin con la tecla.
El P10 es una maravilla: atractivo, elegante, delgado, cómodo… La lista de elogios a su diseño es infinita. Huawei por fin ha dado con la tecla.
Y hablando de teclas, Huawei ha cambiado la ubicación del lector de huellas dactilares.Ahora se encuentra bajo la pantalla, como los teléfonos de Samsung y el iPhone de Apple. El funcionamiento del sensor es perfecto: rápido, eficiente y versátil. En su línea.
No es tan perfecta la forma en la que Huawei ha gestionado los botones home, atrás y multitarea en el P10. Existen dos opciones: botones de software o gestos sobre el sensor de huellas dactilares.
•Botones de software. La más tradicional. ¿Sus pros? Es sencilla de usar y la curva de aprendizaje es nula respecto a otros teléfonos Android. ¿Sus contras? Reduce sensiblemente el espacio disponible en pantalla.
• Gestos sobre el sensor de huellas. Un toque para volver atrás, un toque prolongado para volver a la pantalla principal y un deslizamiento lateral para acceder sobre la pantalla. ¿Sus pros? Aumenta el tamaño de pantalla disponible y da utilidad al sensor de huellas dactilares, que ocupa espacio en el marco frontal. ¿Sus contras? La curva de aprendizaje respecto a otros teléfonos con Android.
La pantalla, el software y la cámara son tres aspectos determinantes. Huawei ha dado grandes pasos con sus últimos teléfonos en los tres campos, pero siempre quedó ligeramente atrás respecto a rivales como Galaxy S7 o iPhone 7.
La pantalla es buena, pero sus rivales apuestan por tecnologías que el P10 aún no conoce. Afortunadamente, la versión Plus sí se aproxima más.
El del P10 no es un mal panel, ni mucho menos. Pero en esa gama de precios se busca la excelencia, la innovación, lo mejor. Y el panel del P10 (versión estándar, no Plus), podría haber recibido alguna vuelta de tuerca en resolución y tecnología de pantalla.
Lo mismo sucede con el software del teléfono. En el P10 se estrena EMUI 5.1, basada sobre Android 7.0 Nougat. Esta nueva versión aporta novedades y funciones extra que resultan muy útiles, pero peca de lo mismo que las versiones previas: la inconsistencia. La diferencia (a nivel estético y funcional) entre las aplicaciones del sistema, las de Google y las de terceros es cada vez mayor. Casi parecen interfaces diferentes.
La cámara es la mayor apuesta del P10. El conjunto es exactamente el mismo que el del Mate 9: dos cámaras de 12 y 20 megapixeles (sensor RGB y monocromático, respectivamente), apertura f/2.2, lentes LEICA y flash LED de dos tonos. Entre sus características principales: modos de desenfoque, de captura en blanco y negro y un nuevo modo “vertical” que busca generar mejores retratos.
En general, las fotografías tomadas con el P10 son buenas. Mediciones correctas, buen nivel de detalle y un sistema de enfoque muy eficiente. El progreso es evidente.
No obstante, si observamos más detenidamente los resultados, se encuentran algunas malas prácticas por parte de Huawei. Una de ellas es la nitidez artificial que el teléfono aplica tras realizar la captura. Como consecuencia, los contornos de los objetos se muestran más definidos, tanto que la imagen llega a perder algo de realismo.
Como parte del tratamiento de imagen de Huawei, el teléfono tiende a generar imágenes más contrastadas y saturadas que teléfonos como el iPhone 7. El resultado es una imagen más llamativa y vistosa, pero quizá menos fiel a la realidad -apreciable en el tono del cielo y los edificios del fondo, por ejemplo-. En algunas escenas, este extra de contraste y saturación será bienvenido; en otras escenas, en cambio, jugará en contra del resultado final.
Para contrarrestar la inferioridad en apertura, el P10 tiende a elevar la sensibilidad (ISO) más de lo habitual. En esta imagen nocturna, el iPhone 7 disparó a 1/11 y 100 de ISO; el P10 a 1/20 y 500 de ISO. A simple vista, el resultado del P10 es mejor (la medición automática del P10 supo resolver mejor la escena), pero, al ampliar, el ruido es mayor en la captura del Huawei. Una de cal y otra de arena.
No obstante, que el P10 mida mejor las escenas no es la norma. En situaciones muy contrastadas, donde el rango dinámico lo es todo, el teléfono de Huawei tiende a sobreexponer, quemando parte del cielo y de los edificios. El iPhone 7, en cambio, mantiene unos tiempos de exposición más contenidos y resuelve mucho mejor la escena.
En términos globales, el mayor problema del P10 es la irregularidad. Cuando disparas con teléfonos como el Galaxy S7 o el iPhone 7 puedes prever el resultado de cada captura: son homogéneos en todas las tomas y ofrecen muy buenos resultados en cualquier situación. Disparando con el P10, en cambio, ¯_(ツ)_/¯.
Conclusión
Huawei sabe que su P10 podría no ser suficiente para hacer frente al Galaxy S8, G6 y el resto de teléfonos de gama alta que llegarán durante los próximos meses. Por ello, la compañía ha apostado por un lanzamiento adelantado y, sobre todo, por un precio muy inferior al de sus rivales: 649 euros.
Con esa etiqueta, el P10 se convierte en un teléfono muy atractivo, especialmente en el canal telco, donde las operadoras lo ofrecerán a precios muy jugosos. Quien busque un teléfono de Huawei capaz de rivalizar con los inminentes Galaxy S8 y G6, tendrá que buscar la versión Plus, con una mejor cámara, más autonomía, resistencia a agua y polvo y una pantalla de resolución 2K. Ese es el verdadero medidor de lo que Huawei es capaz de hacer en la gama alta.
El P10 es simplemente una herramienta de cosechar cuota de mercado e ingresos. Ofrece una degustación de la gama alta de 2017, perfecta para todos aquellos usuarios cuyo bolsillo llora al invertir alrededor de 800 euros en un teléfono de gama alta (como el Galaxy S8 o el iPhone 7 Plus). Y considerando esa posición en el mercado, el P10 es un buen producto.
Pros
• Diseño. Sublime. Delgado, atractivo y cómodo de usar. Uno de mis diseños favoritos, especialmente la variante negra mate.
• Autonomía. 3.200 mAh que dan para mucho. Combinado con la resolución Full HD y la optimización energética, el P10 da mucho juego.
Sorprende esta autonomía en un cuerpo tan delgado.
• Carga rápida. Nadie ofrece un sistema tan eficiente como el de Huawei. Nadie ofrece un sistema de carga tan veloz e inteligente.
• Rendimiento. Cuando Huawei pula el software de car al lanzamiento, el rendimiento será excelente (como ya lo era en el Mate 9).
Contras
• Cámara. Pese a ofrecer buenos resultados generales, la inferioridad en apertura y los pequeños errores de software convierten al P10 en una cámara buena, pero no increíble. Por detrás de teléfonos como el Galaxy S7 o el iPhone 7 (ambos de 2016).
• Software. EMUI sigue ahí, y la inconsistencia de interfaces no le hace ningún bien. Mejor que el P9, eso sí.
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Por Confirmado: María González