El primer ministro holandés y candidato a la reelección, Mark Rutte, pidió este lunes a los electores detener el «populismo» en Europa, antes de un debate televisivo con su rival anti islam, Geert Wilders.
«Quiero que Holanda sea el primer país en detener el mal populismo, en detener el efecto dominó», declaró Rutte en un llamamiento a la población evocando el Brexit y la elección de Donald Trump en EEUU.
Estos comicios, marcados por los temas de inmigración y de identidad, están considerados un barómetro del avance de la extrema derecha en Europa, en un año con múltiples citas electorales, entre ellas las de Francia y Alemania.
La campaña también se ha visto influida por la crisis diplomática entre La Haya y Ankara que empezó el fin de semana, cuando Holanda prohibió la participación en su territorio de ministros turcos en mítines a favor de su presidente, Recep Tayyip Erdogan.
«Podemos decir que estas elecciones son los cuartos de final para intentar impedir ganar al mal populismo», afirmó Rutte en una rueda de prensa. «Las semifinales son en Francia en abril y mayo, y luego la final es en Alemania en septiembre», añadió.
El liberal Rutte se enfrenta este lunes a su principal rival, el diputado antisistema Geert Wilders, en un debate televisivo que podría ser determinante.
«El 60% de los ciudadanos holandeses todavía no saben si votarán o a favor de quién», explicó a la AFP Monika Sie Dhian Ho, directora del Instituto Clingendael, en La Haya.
El primer ministro excluyó disculparse por expulsar el sábado a una ministra turca que había ignorado la demanda del Gobierno de no entrar en territorio holandés.
«Turquía es un país orgulloso, pero Holanda también lo es y no vamos a negociar nunca bajo amenaza», dijo Rutte.
Según algunos analistas, este episodio ha mejorado su imagen ante la opinión pública, aunque el primer ministro, que aspira a un tercer mandato, abogó asimismo por rebajar las tensiones con Turquía, otro país miembro de la OTAN.
Una actitud criticada por Wilders, que reclama firmeza al Gobierno. «Erdogan repite que somos nazis y fascistas. Insulta a la policía holandesa. No a la desescalada. Expulsar al embajador turco en Holanda y al equipo entero», escribió en Twitter.
«Mensaje al resto de Europa»
Rutte, candidato a dirigir por tercera vez este país de 17 millones de habitantes, dijo estar luchando para «evitar despertarse el 16 de marzo en un país en el que Geert Wilders sea la principal fuerza política».
«Aunque no tenga ninguna posibilidad de gobernar, ya que mi partido no gobernará con él, eso enviaría un mensaje al resto de Europa», dijo Rutte.
Según el último sondeo, publicado el domingo por la web Peilingwijzer, que reúne seis encuestas distintas, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), de Rutte, es favorito para ganar las elecciones, con el 16% de las intenciones de voto.
Un resultado que le daría entre 23 y 27 escaños de los 150 de la Cámara Baja del Parlamento, lejos de los 40 que tiene actualmente.
Por su parte, el Partido de Wilders pierde un poco de terreno en las últimas semanas, pero podría lograr entre 19 y 23 escaños, con el 13% de los votos.
Su retroceso no sólo se debe a la promesa que hicieron varios partidos de no colaborar con él en caso de victoria, sino también a las dudas sobre su programa, cuyo contenido cabe en apenas un folio.
Famoso por su retórica anti islam, Wilders prometió durante la campaña cerrar las fronteras a los inmigrantes musulmanes, prohibir la venta del Corán y acabar con las mezquitas, aunque esos cambios vayan en contra de la Constitución y numerosas leyes locales.
Sie Dhian Ho considera poco probable que el diputado ultraderechista gane las elecciones, puesto que en los tres últimos comicios siempre obtuvo menos votos de los que auguraban los sondeos. Sin embargo, si su partido se convierte en uno de los mayores del Parlamento, su voz será difícil de ignorar.
Fuente: AFP
Por Confirmado: Gabriella Garcés