La última medida aprobada por Donald Trump no ha tardado en provocar las reacciones de figuras y organismos internacionales. El nuevo presidente de EEUU firmó a última hora del viernes una Orden Presidencial que supone el veto temporal a la entrada de refugiados e inmigrantes procedentes de siete países musulmanes: Siria, Irán, Libia, Sudán, Somalia, Yemen e Irak. A primera hora de este sábado, la ONU ha llamado a la reflexión al dirigente estadounidense y lo ha animado a continuar con la tradición de acogida de Washington.
En una declaración conjunta de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Naciones Unidas exhorta al magnate a no hacer distinciones de raza, nacionalidad o religión a la hora de acoger a personas que procedan de otras partes del mundo.
Desde la Cumbre de los Países Mediterráneos de la UE en Lisboa, el presidente François Hollande ha dicho que Europa debe «responder» con «firmeza» a Trump. «En estos tiempos de incertidumbre a nivel mundial, es esencial tener una Europa más fuerte y unida» para reafirmar sus «valores de democracia y libertad». «Cuando hay declaraciones que vienen del presidente de EEUU sobre Europa y cuando habla del modelo del Brexit para otros países, creo que debemos responderle», ha dicho. Posteriormente, durante una conversación telefónica con el presidente de EEUU, el mandatario galo le ha reclamado que «respete» el principio de «acogida a los refugiados», según un comunicado de la Presidencia francesa.
Hollande le «recordó su convicción de que el combate por la defensa de nuestras democracias» sólo es «eficaz» si se basa en el «respeto de los principios que las fundan, en particular, la acogida de refugiados». Además, el presidente francés «advirtió de las consecuencias económicas y políticas de un enfoque proteccionista» como el adoptado por Trump que, en una conversación telefónica, ha reafirmado a su homólogo francés «el compromiso de Estados Unidos con la OTAN». Del mismo modo, ambos líderes también abordaron los «esfuerzos combinados para eliminar al Estado Islámico (IS) en Irak y Siria».
Por su parte, el ministro de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, ha manifestado su preocupación por la medida. «Acoger a los refugiados que huyen de la guerra y la opresión es parte de nuestro deber», ha declarado en una rueda conjunta con su homólogo alemán, Sigmar Gabriel, en París.
Theresa May que, en su visita a Turquía, no condenó la decisión de EEUU de suspender la admisión de refugiados, declaró que «Estados Unidos es responsable de la política estadounidense sobre los refugiados», del mismo modo que «Reino Unido es responsable de la política británica sobre los refugiados». La primera ministra británica agregó que si la política migratoria tiene un impacto para ciudadanos del Reino Unido, intervendrán ante el Gobierno norteamericano.
Otra de las voces que se ha pronunciado sobre la última decisión de Trump ha sido Malala, la joven Premio Nobel de la Paz que se ha mostrado «desconsolada» tras conocer la medida. «Me rompe el corazón que Estados Unidos esté dando la espalda a su honrosa tradición de recibir a refugiados e inmigrantes, la gente que ayudó a construir su país y que está dispuesta a trabajar duro a cambio de una oportunidad justa para una nueva vida», aseguró en un comunicado.
«En estos tiempos de incertidumbre y agitación en el mundo pido al presidente Trump que no dé la espalda a los niños y familias más indefensas del mundo», pidió la joven activista paquistaní.
Medios norteamericanos como The Washington Post ya habían adelantado la intención de Trump de cerrar las puertas de EEUU a inmigrantes y refugiados de países de mayoría musulmana expuestos al terrorismo. Ahora, esa sospecha se convierte en realidad al menos durante 30 días. La orden además contempla la suspensión de nuevos visados de asilo político para personas de cualquier país durante 4 meses.
Otras reacciones
El director ejecutivo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), Anthony Romero, ha
manifestado que la revisión extrema que pretende llevar a cabo Trump «es sólo un eufemismo para discriminar a los musulmanes».
Ahmed Rehab, director en Chicago del grupo Consejo de Relaciones Islamo-Estadounidenses, ha asegurado que el decreto «afecta a gente apenas basado en su fe religiosa y origen nacional, y no por su carácter». Su organización no descarta combatir el decreto mediante procesos ante la justicia.
Por su parte, el presidente iraní, Hasan Rohani, criticó a Trump -sin nombrarlo- al considerar que no son tiempos para «construir muros». «Hay que suprimir los muros entre los pueblos. El mundo de hoy no es un mundo en el que se refuerzan las diferencias entre las naciones», dijo Rohani en un discurso retransmitido por la televisión pública.
En términos parecidos se ha expresado el primer ministro turco, Binali Yildirim, que ha afirmado que «no podemos resolver este problema de los refugiados erigiendo muros» tras ser cuestionado sobre el decreto que ha puesto en marcha Donald Trump en la rueda de prensa que ha ofrecido junto a la primera ministra británica, Theresa May.
Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes y uno de los pesos pesados del Partido Republicano, ha subrayado que «es tiempo de reevaluar y reforzar el proceso de verificación de visas».
En un claro intento de estrechar las relaciones con el presidente estadounidense tras ocho difíciles años con Barak Obama y citando el obstáculo físico que él mismo promovió en los últimos años en la frontera con Egipto para frenar el flujo de inmigrantes ilegales procedentes de África, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha apoyado la iniciativa de construir un muro entre EE.UU y México, informa Sal Emergui.
«El presidente Trump tiene razón. Yo construí un muro en la frontera del sur de Israel y frenó toda la inmigración ilegal. Fue un gran éxito. Gran idea», ha escrito en inglés en su cuenta de Twitter sin detallar que se trata en gran parte de una gran y sofisticada valla entre Israel y Egipto. Netanyahu tiene previsto reunirse con el nuevo presidente estadounidense en la Casa Blanca a mediados de febrero.
Consciente de la polémica creada en las redes entre otras razones recriminándole porque no se trata de un muro sino una valla en frontera con Egipto y de la ira que el tweet pudiera causar sobre todo en México, el portavoz del ministerio israelí de Exteriores, Emmanuel Nahshon ha colgado un mensaje de aclaración: «El primer ministro de Israel se refirió a la experiencia de seguridad tan específica que estamos dispuestos a compartir. No expresamos ninguna posición en las relaciones entre Estados Unidos y México».
Tanto las autoridades mexicanas como la comunidad judía en México criticaron duramente el mensaje de Netanyahu en las redes sociales recordando también las buenas relaciones bilaterales. La cancillería ha expresado «su profunda extrañeza, rechazo y decepción por el mensaje en Twitter del Primer Ministro Netanyahu respecto a la construcción de un muro fronterizo. México es un amigo de Israel, y debe ser tratado como tal por su Primer Ministro».
«La Cancillería mexicana reitera su respeto y admiración por el pueblo judío, y muy especialmente por la gran comunidad judía mexicana, que todos los días contribuye a la construcción de un México más libre, más justo y más próspero», concluyó.
«No coincidimos con él (Netanyahu) en este punto y rechazamos contundentemente su postura«, ha añadido el sorprendido y decepcionado liderazgo de la comunidad judía que aclara: «Como mexicanos y judíos, respaldamos las acciones adoptados por nuestro Gobierno encabezado por el Lic. Enrique Peña Nieto en las negociaciones con los Estados Unidos».
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