Con la mesa de negociación prevista para el próximo 10 de enero en Quito, el equipo negociador de Juan Manuel Santos sigue esperando la liberación de Odín Sánchez
El presidente Juan Manuel Santos advirtió que el gobierno no dialogará hasta que no sea liberado Odín Sánchez
«Si el ELN libera a Odín Sánchez empezamos a negociar de inmediato». Así de contundente fue Juan Camilo Restrepo, jefe negociador del gobierno de Colombia en el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), a pocos días de que las delegaciones de ambas partes mantengan un encuentro en Quito, Ecuador, para explorar las posibilidades para iniciar un diálogo de paz.
La cita está pactada para el próximo martes 10 de enero. Tanto el Gobierno como el grupo guerrillero confirmaron que asistirán al encuentro en la capital ecuatoriana. Pero aún no están dadas las condiciones para iniciar la fase pública de la negociación. Además de no haberse cumplido la liberación de Sánchez, en las últimas semanas los insurgentes recrudecieron sus ataques contra el Ejército y la Policía.
El propio ELN semanas atrás se atribuyó, a través de un comunicado, la responsabilidad por el homicidio de dos oficiales de la Policía en Saravena (Arauca), y el asesinato de dos militares en el sector de Barrancones, en Fortul (Arauca), durante 2016. El quinto agente de seguridad asesinado en esos 12 meses por los terroristas fue Carlos Andrés Rubio, un militar bachiller, quien fue atacado a tiros en el nororiente de Bogotá el pasado 29 de diciembre por la noche.
Otros de los métodos de ataque empleados por los guerrilleros es atentando contra la infraestructura nacional. El pasado jueves 5 de enero, el Ejército desactivó material explosivo con el que los insurgentes intentaron atentar contra la infraestructura del departamento del Arauca.
No obstante, aunque los terroristas del ELN aumentan semana a semana las hostilidades contra los cuerpos de seguridad, la condición que decretó Juan Manuel Santos para iniciar un diálogo de paz es clara.
«Santos fue tajante sobre la liberación de Odín Sánchez (…) y el ELN sabe que sin su liberación, no habrá fase pública», señaló Luis Eduardo Celis Méndez, asesor de la ONG colombiana Nuevo Arcoiris, en diálogo con Infobae.
Fernando Vargas Quemba, director del Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla, en tanto, apuntó que «el ELN no reconoce el delito del secuestro, así como las FARC no reconocieron el narcotráfico». «Para ellos es un medio de negociación», adhirió. Algo que podría seguir dilatando las negociaciones en busca de la paz después de más de medio siglo de enfrentamiento armado.
Juan Camilo Restrepo, jefe negociador del gobierno de Colombia en el proceso de paz con el ELN (Gentileza Colpresa)
Ambos especialistas coincidieron en que las delegaciones se reunirán en Quito. «El Gobierno va a ir. Si no se hace presente el 10, lo hará el 15 (…) Y no es extraño que los miembros del ELN ya se encuentren en Ecuador desde hace tiempo», opinó Vargas.
Celis Méndez, a su vez, explicó que el inicio del proceso de paz sólo comenzará «si hay voluntad de las partes para encontrar una solución» a las diferencias que vienen manteniendo.
Por un lado, para el Gobierno de Santos «la liberación de Sánchez se ha vuelto una línea roja». Por el otro, el grupo insurgente reclama al Ejecutivo que se indulte a dos guerrilleros detenidos. En los últimos días circuló la posibilidad de que los casos de Juan Carlos Cuellar y Eduardo Martínez, quienes saldrán de la cárcel de Bellavista en Medellín, formen parte de la negociación.
Sin embargo, Restrepo aclaró en una entrevista con la revista colombiana Semana, que los dos guerrilleros «van a ser habilitados como gestores de paz», de acuerdo «a un compromiso que se adquirió entre las partes desde hace algún tiempo».
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El jefe negociador remarcó que los indultados deben cumplir con los requisitos que dicta la Constitución. «No es por capricho del Gobierno. Eso es claro y no podemos saltarnos la ley».
Ante esta tirante situación, Celis Méndez opinó que «hay fórmulas» para finalmente abrir la fase pública, aunque consideró que «las dos partes deben mostrar voluntad».
Pero este no es el único obstáculo que presenta el proceso de paz entre el Gobierno y el ELN. Una vez que se logre abrir la fase pública, saldrán a la luz las dificultades que presentará esta negociación.
Colombia está en alerta por los ataques del ELN
«Si se abre la fase pública, entramos en un proceso muy difícil porque las distancias son muy grandes», consideró el asesor de la ONG Arcoiris.
«Esas dificultades de este proceso demuestran que de parte del ELN falta más decisión política, mientras que al Gobierno le falta estrategia», agregó, en referencia a los recientes ataques terroristas del ELN contra el Ejército colombiano.
Pese a la distancia que hay entre una postura y otra, Celis Méndez resaltó la importancia de que se instale una mesa de diálogo, ya que allí «se puede buscar un camino realista, con transformaciones viables» de cara a un futuro acuerdo.
Vargas, por su parte, adelantó que el ELN hará uso del acuerdo entre el Gobierno y las FARC para establecer sus exigencias: «No van a pedir menos que las FARC». Pero los puntos de negociación será diferentes.
«Las FARC centraron su acuerdo en tres puntos: reforma agraria, impunidad de sus crimines, creacion de un tribunal de justicia a donde llevaran a los militares. El ELN no ha tenido mucho interés por el campo (…) va a centrar su negociación en la reforma industrial, en la cuestión urbana…».
El director del Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla también criticó que ambos procesos de paz se lleven a cabo en el exterior. Y más aún, en países «que tienen interés en el conflicto armado colombiano». En el caso del acuerdo con las FARC, Cuba fue uno de los países garantes junto a Noruega, y en La Habana se firmó el pacto. Mientras que Venezuela ejerció el rol de acompañante.
«Cuba y Venezuela han fomentado a estos grupos terroristas, y Correa en Ecuador tiene cierto permisibilidad con las FARC y el ELN».
Faltan pocas horas para que ambas delegaciones se reúnan en Quito y hasta el momento lo único que reina es la incertidumbre.
«La mesa se instalará una vez se haya devuelto a la libertad al ex congresista y posteriormente se habilitarán a los gestores de paz y se indultarán a dos personas más». Esas son las condiciones bajo las cuales el Gobierno de Santos dará luz verde para iniciar las negociaciones con el ELN, según Restrepo.
A pocos días del encuentro en la capital ecuatoriana, el ELN recrudece sus ataques y no da señales de una pronta liberación de sus rehenes. Mientras tanto, dilata la paz en Colombia.
Por Lucas Goyret
lgoyret@infobae.com