Algunos bancos en México están recortando los límites de gastos de las tarjetas de crédito y elevando los estándares de los préstamos al consumo ante la desaceleración económica, el aumento en las tasas de interés y la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos.
Tras un período de sólido crecimiento crediticio, los bancos están reduciendo la exposición de sus tarjetas de crédito para contrarrestar un potencial aumento de los incumplimientos y los riesgos de un choque económico si Trump restringe el comercio y los negocios de Estados Unidos con el país.
Los prestamistas verían afectadas sus ganancias si Trump abandona el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) o desalienta a las compañías estadounidenses de invertir en México, como prometió el republicano durante su campaña, dijeron algunos bancos y analistas.
“Esa medición de qué tanto va a poder hacer (Trump) es lo que nos toca a nosotros analizar día con día”, dijo Miguel Angel Laurencio de la Vega, director de relaciones con inversionistas del Grupo Financiero Banorte, el cuarto banco del país por activos, refiriéndose a Trump.
Banorte, igual que otros jugadores locales como BBVA Bancomer y Grupo Financiero Inbursa, dijo a Reuters que la compalía está buscando reducir la exposición de las tarjetas de crédito, una redituable pero riesgosa área que sigue el desempeño de la economía.
Banorte, el mayor banco mexicano en manos de inversores locales, dijo que podría reducir los límites de las tarjetas de crédito para nuevos clientes si es necesario.
“Estamos planeando que próximamente tengamos que tomar alguna medida”, dijo Laurencio de la Vega.
BBVA Bancomer, el mayor banco del sistema financiero local, dijo la semana pasada que empezó a reducir los límites de las tarjetas desde hace cuatro meses y que había comenzado a monitorear más de cerca algunas cuentas.
Inbursa, controlado por el magnate Carlos Slim, dijo a Reuters que se ha vuelto más selectivo con los prestatarios, con una aprobación en sus tarjetas de crédito ahora alrededor del 27 por ciento, una baja de ocho puntos porcentuales desde junio.
MAYOR MONITOREO
Santander México dijo que estaba siguiendo de cerca su cartera de tarjetas para identificar cualquier “comportamiento fuera de lo normal”, aunque no proporcionó respuestas detalladas sobre sus políticas.
“Los que tienen más vientos en contra son los bancos que prestan sobre todo al consumo”, dijo Enrique Mendoza, analista de la casa de bolsa Actinver.
Se espera que la economía de México se desacelere a un 2.1 por ciento en 2016, desde un crecimiento del 2.5 por ciento del año pasado, y registre una expansión del 1.8 por ciento en 2017, según el más reciente sondeo entre analistas privados del banco central.
En lo que va del año, el Banco de México (central) ha elevado la tasa interbancaria de referencia en 200 puntos base al actual 5.25 por ciento para evitar presiones inflacionarias ante la depreciación del peso.
Se espera un nuevo incremento más tarde el jueves, lo que conduciría a un aumento casi seguro en las tasas variables que cobran las tarjetas de crédito.
En los 12 meses previos a junio de 2016, estas tasas crecieron casi dos puntos porcentuales, a un 32 por ciento, para los consumidores que sólo pagan una parte de su deuda mensual, según datos del banco central.
El aumento del costo de los préstamos podría frenar aún más el crecimiento de los portafolios de tarjetas, que ya es uno de los segmentos más lentos del crédito al consumo en México, y desencadenar más incumplimientos.
Michael Yoshikami, director ejecutivo y fundador de Destination Wealth Management, una consultoría de inversiones que tiene 178,000 acciones de Citigroup, dijo que estaba monitorizando de cerca las tasas de incumplimiento de crédito en la filial mexicana del grupo, Citibanamex.
Citibanamex, para el cual las tarjetas de crédito representan aproximadamente el 16 por ciento de su cartera de crédito al consumo, frente al 10 por ciento en BBVA Bancomer y el 5.3 por ciento en Banorte, declinó comentar si ha tomado medidas para protegerse de posibles pérdidas crediticias.
Los bancos mexicanos han impulsado en el último año el crédito disponible a un ritmo superior a cinco veces la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto del país, según cifras de la Asociación de Bancos de México.
Sin embargo, la mayoría de los analistas cree que están bastante bien preparados para enfrentar cualquier retroceso en los préstamos al consumo, incluso si se ven obligados a traspasar a sus clientes los aumentos de tasas.
Laurencio de la Vega, de Banorte, dijo que no hay indicios de que los portafolios de tarjetas de crédito se vean afectados inmediatamente por una desaceleración económica, pero añadió que el banco estaba observando el tema.
“Estamos atentos, todavía no preocupados”, comentó.
Fuente: Banca y Negocio
Por Confirmado: María Laura Espinoza