Caracas.- La política monetaria del Banco Central de Venezuela (BCV) a lo largo del presente año, drenó liquidez a través de las subastas de mercado abierto combinadas, entre las operaciones de Absorción Extraordinarias y los Instrumentos Financieros “Directo BCV”, por el orden de los 604, 7 millardos de bolívares.
Las operaciones extraordinarias de absorción, en lo que va de noviembre han colocado 60 mil millones de bolívares. Este mecanismo, de acuerdos a referencias oficiales del ente emisor en 2016, totaliza Bs 557, 7 millardos.
Por su parte, los Bonos “Directos BCV” efectuaron durante el mismo mes seis millardos de bolívares, que ubican estas operaciones en Bs. 47 mil millones en el transcurso del presente año.
En estos instrumentos participan personas naturales residentes en el país, Cajas de Ahorro, Asociaciones de Ahorro, Fondos de Ahorro y Asociaciones Similares de la Superintendencia de Cajas de Ahorro.
Los “Directo BCV” son normativos, con interés fijo anual de 16,50% a 90 días y 17,00% a 180 días, colocados a la par, según lo determinado por el Directorio del BCV: y sin ser negociables, a excepción de que éstos sean vendidos por sus tenedores, antes de su vencimiento, únicamente al BCV, al 100% de su valor.
En el caso de las operaciones de absorción se fijan a una tasa de 7% a 56 días con un monto mínimo tasado en Bs 10 mil.
De manera oficial, el ente rector utiliza estos mecanismos, en manos del público en general, con la finalidad de esterilizar la liquidez excedente y controlar la inflación de manera progresiva. Sin embargo, diferentes analistas y especialistas del tema resaltan que el problema implícito de tales procesos radica en que tiene un costo y su aplicación a largo plazo contribuye a agravar el problema que como ente busca corregir. Entre otros, porque debe pagar un rendimiento por los recursos que capta al amparo de esa política y, cuando se produce el rescate de este, lo intereses pagados se suman a la liquidez excedente, ampliándola de igual manera.
A estas alturas del año, la situación se complica también, dado que que con el pago de aguinaldos y utilidades a los trabajadores públicos y privados, se incrementa el circulante , que a su vez actúa como un detonante en el incremento de los niveles de inflación en el país, cuyos índices recientes están pendientes por parte del instituto emisor.
Anterior a esto, el Ejecutivo tomó la decisión de reducir el encaje legal bancario del 21,5 a 16,5%, que inyectó a la economía real unos 500 millardos de bolívares, para estimular la agricultura. Es decir, que se toman decisiones, pero la inflación sigue allí.
Fuente: El Universal