Caracas.- Una Navidad 2016 llena de sacrificios vislumbran compradores, comerciantes y expertos en microeconomía y finanzas en Caracas, luego de anunciarse el pago de las utilidades en instituciones públicas, afirma Rosa María Rey, investigadora del área económica y profesora de Finanzas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
En estudio económico, ejecutado en lo que va de noviembre, determinó que los caraqueños invertirán el dinero de sus utilidades «principalmente en comida y medicinas».
En tiendas del Centro de Caracas comerciantes, visitantes y vendedores informales coincidieron en que los caraqueños dan prioridad a algunas compras solo para niños.
Luis Márquez, comerciante del Centro de Caracas, aseguró que al ser el último eslabón de la cadena de comercialización de productos les toca enfrentar las críticas de miles de personas que intentan comprar zapatos y juguetes en Navidad, pero el dinero no les alcanza.
«Al generarse cuatro aumentos del salario mínimo en 2016 los precios del producto final automáticamente aumentan. Mientras esos aumentos superan el 400%, los precios por la inflación subieron más de 5.000% en algunos rubros. Eso lo determinas al ver cuánto aumentan los alquileres, impuestos municipales, nóminas y demás rubros en el país. El problema está en el precio que impone el fabricante porque él compra a un dólar no oficial al no contar con divisas otorgadas por el Gobierno. El consumidor es el más afectado, por eso las ventas serán muy bajas en la Navidad 2016. Algunos niños serán beneficiados, pero la mayoría se quedarán sin regalos ni estrenos», explicó Márquez.
Contó que los aumentos salariales y del bono de alimentación se reflejan en el precio final del producto porque igual los empresarios deben desembolsar ese dinero para pagarles a sus empleados.
Norelis Villasmil, propietaria de una zapatería, afirmó que esta semana se reactivó la venta de calzado para niños. «Vendemos zapatos hasta la talla 35, de Bs 20 mil en adelante. Hay padres que compran un solo par, pero tienen tres hijos. No les alcanza ni para comer», recalcó Villasmil.
Rey indicó por su parte que evidentemente los ciudadanos querrán tener una Navidad más o menos tradicional, pero dependen de su poder adquisitivo. «A medida que vayan bajando en la escala de salarios podrán dar menos regalos».
Aseguró que les tocará escoger entre hacer las hallacas, estrenar ropa o comprar regalos para niños.
«Debes trabajar dos meses para comprar dos pares de zapatos, sin comer. En el caso de la vestimenta y juguetes los altos costos impiden comprar estrenos para otros familiares. Será una temporada sin ánimo porque no habrá recursos para llevar la comida navideña a la mesa. Un pan de jamón ronda los Bs 10 mil, y la hallaca cuesta más de Bs 3 mil, sin sumar costos de ensaladas y pernil», precisó Villasmil.
Mientras que la experta en finanzas señaló que de alguna manera los niños van a ser protegidos, aunque los padres sacrifiquen ropa, arreglo de la casa y comida navideña.
«Las familias se encargarán de alguna decoración porque no hay cómo pagar trabajos de pintura y adornos. La inflación se come el poder adquisitivo del dinero», recalcó.
Agregó que los empleados que tienen dinero extra por utilidades pagarán deudas adquiridas con la tarjeta de crédito. «Es mejor comprar cosas que puedan revalorizarse para poder venderlas o cambiarlas, y usarlas como moneda de cambio. Hay gente que ha pagado con harina de maíz una carrera en taxi porque el chofer no tiene tiempo para hacer colas».
En otras zapaterías y expendios de juguetes de la ciudad los propietarios afirmaron que las ventas bajaron en más del 80%.
«La gente usa sus utilidades para comer y cancelar deudas adquiridas por comida y medicinas con la tarjeta de crédito. El dinero extra, si queda, lo invierten en algún regalo», expresó Darwin Dávila, empresario.
Precisó que en el caso de juguetes que en 2015 constaban Bs 1.000, un año después están en Bs 5.000. «Los aumentos salariales, aunque sean mayores en el bono de alimentación, se ven reflejados en el precio final del producto porque igual representa un desembolso que el empresario debe cubrir», agregó Dávila.
Luis Salas, comerciante de juguetes, afirmó que este año los padres buscan el regalo más económico para poder atender la demanda de sus hijos, aunque no sea el que está de moda o cubra totalmente sus expectativas. «Los más buscados son los juguetes electrónicos, pero una persona que gane salario mínimo y cobre tres meses de utilidades no puede pagarlo. Están por encima de los Bs 50 mil. Eso implica al menos dos meses de utilidades en un solo artículo, que le impide a un padre cubrir los estrenos, comida, servicios ni pago de tarjetas de crédito».
Salas agregó que otros padres buscan productos nacionales que también escasean en Caracas. «Son buenos, pero no hay materia prima ni dólares para importarlos».
Fuente: El Universal
