No hay nada peor que un mal sexo, NADA.
Un encuentro sexual no es algo de rápido, requiere su previo para que sea lo más placentero posible. Si no disfrutas en la cama, puede que el problema no sea sólo tuyo. Aquí te dejamos algunas señales para identificarlo, ¡no te conformes!:
1. Él siempre quiere sexo oral pero no tiene pensado devolverte el favor:
Dar placer al otro es erótico en sí mismo. Pero si la otra persona es demasiado perezosa como para que haya reciprocidad o, simplemente, pasa de complacerte, las cosas cambian.
2. Él siempre termina. Tú, casi nunca:
Este tipo de chicos tienen en mente que el sexo se basa sólo y exclusivamente en la eyaculación masculina. Tal cual. Así que plantéate invertir en vibradores. Seguro que son más satisfactorios.
3. Si te cuesta llegar al orgasmo, es que algo va mal…
O, al menos, es lo que piensa él. Nada va mal. Lo único que irá mal es tu relación con él, sobre todo si, en vez de centrarse en excitarte, te hace sentir que algo pasa contigo o que eres tú la del problema.
4. El sexo termina con su orgasmo:
Esto no es así. Termina cuando ambas partes acaban satisfechas. Las chicas no somos capaces de excitarnos con cualquier cosa y no siempre llegamos al clímax. Y tampoco somos capaces de fingir tan sutilmente.
5. Él se tumba en la cama esperando que seas tú la que lleve las riendas:
Pretende tener sexo oral y que seas tú quien haga todo el trabajo. Pero ni siquiera se molesta en excitarte. Para él, los preliminares no existen. Una vez más te recordamos que en el mercado existe una amplia gama de vibradores.
6. Para él, el rasurado femenino es vital:
Piensa que las mujeres deben depilarse siempre, aunque él no lo haga. Y, si alguna vez se te pasó hacerlo, lo hace constar en acta. Tu incomodidad no debería ser el placer de otra persona.
7. Nada de avisar:
Si está a punto de terminar, no se le ocurre avisarte. Lo que normalmente suele terminar con una eyaculación sorpresa en tus senos, boca o incluso ojos. Y, lo peor, es que sabes que si tú terminaras en su ojo, la discusión podría ser épica, aun teniendo en cuenta que jamás estaría dispuesto a ello.
8. Siempre quiere hacerlo sin preservativo:
Atrás. Basta. No sabes a quién más ha querido hacérselo así.
9. Nunca pasan la noche juntos:
Tiene una fobia tal al compromiso que el hecho de pasar más de tres horas contigo le aterra. A no ser que sean tres horas de sexo tras las que huirá de tu casa.
10. Si él quiere, tú quieres:
Él debe pensar que cada vez que le apetezca, tú estarás de humor y con ganas. Pero no. Y cuando tú quieras, él estará con sus amigos en el sofá.
11. No tiene ni idea de dónde está tu clítoris:
Ni tiene intención de encontrarlo. Podrías tener señalizaciones por todo tu cuerpo y ni se interesaría en mirarlas.
12. Si quieres parar, querrá que le hagas una felación:
Y le dará absolutamente igual que su sabor sea bastante desagradable o que tú estés dolorida o que lo único que quieras es dormir.
13. Te pedirá tríos, sexo anal o tener relaciones mientras tengas la regla:
Y le dará igual que le hayas dicho que no diez veces. Lo volverá a preguntar porque no solo es impermeable a tus respuestas sino que más que como una persona, te ve como un conjunto de orificios por donde introducir su pene.
14. Si alguna vez duermen juntos, no te va a abrazar:
E incluso será capaz de dormir abrazando una almohada para mantener una separación física y emocional entre ambos.
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