El candidato republicano Donald Trump presentó el sábado la agenda para los primeros 100 días de su presidencia que prometió que pondrá en marcha si gana las elecciones el próximo 8 de noviembre. La campaña de Trump lo considera el «contrato» del candidato republicano con los votantes estadounidenses.
Trump presentó su agenda en la ciudad de Gettysburg, en el estado de Pensilvania, donde en 1863 el presidente Abraham Lincoln pronunció su famoso discurso de Gettysburg en un intento de unificar a los estadounidenses durante
la Guerra Civil que dividió al país. Y es considerado un lugar casi sagrado en Estados Unidos.
«Lincoln fue presidente en tiempos de una división como nunca hemos visto antes. Espero que podamos mirar a su ejemplo para curar las divisiones que estamos atravesando hoy en día», dijo Trump. El candidato republicano recordó que él no es un político y nunca ha querido ser uno. Pero decidió que no podía quedarse de brazos cruzados dado los graves problemas que tiene el país. «Nuestro país ha sido tan bueno conmigo. Quiero a nuestro país y sentí que tenía que actuar», confesó Trump, quien consideró que «el cambio tiene que venir de fuera de nuestro sistema roto».
El candidato republicano, que va 6,1 puntos por detrás de su rival Hillary Clintonen las encuestas, reiteró que el sistema político en Estados Unidos está «amañado» y advirtió que el próximo 8 de noviembre puede haber fraude electoral. Trump denunció que los muertos «votan» en las elecciones y que muchos votantes están registrados en más de un estado, sin aportar pruebas de ello.
El multimillonario prometió que si es elegido presidente en noviembre hará una rebaja fiscal, reformará la Constitución para poner límites a los mandatos en el Congreso y luchará contra la corrupción en Washington. También prometió que renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en inglés) y otros tratados comerciales; ordenará al secretario de Estado que designe a China como manipulador del sistema de divisas; y dará luz verde a la construcción del oleoducto Keystone.
Trump también quiere acabar con «Obamacare» (la reforma sanitaria) y los decretos «inconstitucionales» promulgados por Barack Obama; y hacer una reforma educativa.
En materia migratoria, Trump prometió que quitará los fondos a las ciudades santuario de inmigrantes, deportará a los criminales indocumentados y establecerá penas federales de cárcel para aquellos inmigrantes que vuelvan a entrar ilegalmente en el país tras ser deportados.
Trump volvió a prometer que construirá un muro en la frontera con México, una de las propuestas estrella de su campaña electoral, para frenar la inmigración ilegal y la llegada de drogas a Estados Unidos.
Pero introdujo un matiz en su propuesta: El Gobierno estadounidense pagará, según su nuevo plan, la construcción del muro con fondos provenientes de la nueva legislación para acabar con la inmigración ilegal que él presentará si gana los comicios. Y México «reembolsará» a Estados Unidos después el importe total de la factura. «No se preocupen. Recuerden que he dicho que México pagará por el muro», dijo Trump.
Sin embargo, Trump no precisó cómo logrará que México reembolse a Estados Unidos el dinero. El presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha dejado muy claro que México no pagará por el muro.
Trump también amenazó con demandar en los tribunales a las mujeres que lo acusan de haber abusado sexualmente de ellas en el pasado.?»Demandaré a todas esas mentirosas cuando acaben las elecciones», dijo en tono desafiante el candidato republicano.
El multimillonario se considera víctima de una campaña de desprestigio por parte de los medios de comunicación por publicar las acusaciones de esas mujeres, cuyas denuncias han sido alentadas, según él, por la campaña de Clinton en la recta final de la campaña electoral.
En las últimas dos semanas, una docena de mujeres han denunciado que Trump abusó de ellas sexualmente. Muchos de estos presuntos abusos ocurrieron hace años o incluso décadas.
Las mujeres decidieron denunciar a Trump después de que ‘The Washington Post’ publicara un vídeo de 2005 en el que el multimillonario alardeaba usando un lenguaje muy vulgar de abusar sexualmente de mujeres. Trump decía en la grabación que era capaz de seducir y hacer cualquier cosa a las mujeres, incluido «agarrarlas por el coño», por el simple hecho de ser una estrella.?
El vídeo ha agitado la campaña electoral y ha puesto a muchas mujeres en contra del candidato republicano, al que acusan de misoginia. Tras la polémica suscitada, Trump trató de quitar importancia al asunto y dijo que era una simple «una conversación de vestuario» entre hombres. El multimillonario negó que haya abusado sexualmente de mujeres en el pasado. Su mujer, la ex modelo Melania Trump, dice que cree a su marido.
La campaña de Clinton criticó el discurso de Trump en Gettysburg: «Una divagación sin foco, llena de teorías conspirativas y ataques contra los medios, que carece de respuestas reales para las familias en Estados Unidos», según Christina Reynolds, portavoz de la campaña de Hillary.
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