Investigan a una pequeña empresa extremeña por posible fraude en la comercialización de teléfonos basados en marcas chinas. Los responsables se presentaban como creadores del «iPhone extremeño», Xiaomi niega toda relación y los consumidores se sienten engañados.
Dar bellota por manzana. Un municipio extremeño de poco más de 15.000 habitantes, Zafra, pudo sacar pecho de albergar una empresa, Zetta Smartphone, que se presentaba ante el público y los medios de comunicación como el fabricante del primer «móvil extremeño», al que muchos catalogaron como un iPhone patrio. La historia tenía todos los ingredientes para ser una gran película si no fuera por algo se ha puesto enfrente. Unas supuestas irregularidades en su negocio afectan a su primer lanzamiento. Ahora, y tras generarse un escándalo, se investiga a la compañía por posible estafa a la hora de comercializar productos de la empresa Xiaomi bajo modificaciones y vendidas por el doble del precio original.
Una polémica surgida en internet
Su primer lanzamiento, el Multiverso 5.5, un modelo que ya no se vende a través de su página web, tuvo una modesta trayectoria. Tras la publicación de un reportaje en «El Español», varios usuarios comenzaron a investigar al respecto y, según publicaron diversos foros de internet como Forocoches, la compañía extremeña comercializa en la actualidad dispositivos modificados fabricados por la firma china Xiaomi, que en los últimos años ha registrado un gran crecimiento internacional hasta el punto de colocarse en varios trimestres como una de los cinco mayores vendedores de teléfonos móviles inteligentes del mundo.
Las acusaciones de estafa no dieron tregua ni un segundo. En el primer instante, los usuarios comenzaron a remarcar que los terminales de Zetta se trataban, en realidad, dispositivos Xiaomi Redmi Note 2 pero intercambiando las etiquetas originales por las suyas propias, un logotipo de una bellota mordida cuyo diseño se basa, a su vez, en un dibujo bajo licencia «creative commons».
Xiaomi niega estar al tanto
«No sabemos nada sobre este asunto. Lo que sí sabemos es que no tenemos relación ninguna con esa compañía». Así de claros y directos se han mostrado al diario ABC fuentes de Xiaomi que, sin querer, se ha visto envuelta en lo que ya se conoce como el caso «Bellotagate». Por ahora, la firma china descarta emprender acciones legales al respecto: «De momento es pronto para saber eso» -añaden las mismas fuentes- «pero todo es posible».
Los responsables se defienden
Porque en solo veinticuatro horas pasó de ser la Apple «Made in Spain» a quedarse diluía en la nada. Desde que el pasado lunes saltara el escándalo, la compañía, fundada por dos personas -un extremeño y un ingeniero con nacionalidad china- ha defendido su estrategia comercial al considerar que contaba con el «apoyo» de fabricantes asiáticos.
En un comunicado emitido el martes, los responsables del proyecto señalan que su primer terminal a la venta, el Multiverso, se diseñó y lo realizó la propia empresa «con el apoyo de cadenas de producción chinas», mientras en otros modelos comparten «componentes electrónicos con algunas empresas del sector asiático». Otra de las acusaciones se debe a su localización. Desde Zetta han reconocido que el domicilio social está en Madrid y no Zafra como aseguraba la propia firma en su eslógan.
«Los componentes de los smartphone de dichas compañías no son prácticamente utilizables con las redes y el uso europeo, por eso desde Zetta se añade la incorporación del software que supone la mejora y el posible uso del mismo». Su «verdadero valor añadido» -defienden- es la adaptación del software de unos componentes y bases «punteras tecnológicamente para que cualquier ciudadano» extremeño, español y europeo puedan utilizarlo con total garantía. Por esta razón, Zetta Smartphone, con siete empleados, trabaja «en la mejora, adaptación y uso del smartphone para los clientes europeos».
Algunos usuarios sí confirman el fraude
«Yo te lo confirmo. Yo te lo aseguro totalmente», relata a ABC José Manuel Quirós, residente en Zafra y que fue propietario de un modelo Conquistador, quien lamenta que hasta ahora «nadie se haya dado cuenta antes porque era muy evidente» el parentesco con el diseño de la firma china. Recuerda que, con el tiempo y el uso, se le fue quitando poco a poco el logo de la bellota. «Lo arranqué con la mano y era un móvil de Xiaomi». También ha reconocido que cuando se le retiraba la batería había «miles de pruebas» que confirmaban que se trataba de un terminal de la firma china.
Por su parte, otra propietaria de productos de Zetta llamada Alicia Cortés -residente también en el municipio extremeño- ha insistido que adquirió en marzo de 2015 un terminal de la gama Multiverso, el primero que comercializó la firma acusada de posible estafa, aunque descarta que este modelo se tratara de un producto de Xiaomi. «Fui a la tienda y lo compré directamente». Pagó, recuerda, en torno a 250 euros y abandonó su uso en noviembre debido a que no cumplió sus expectativas. «Era consciente que estaba comprando un producto de China», asegura a este diario, pero pensaba que esta marca «no era muy diferente» de BQ, otra firma española que se encuentra entre los mayores vendedores en el mercado español.
La Junta de Extremadura lo investigará
Las consecuencias acerca del posible fraude no se han hecho esperar. Organizaciones de defensa del consumidor ya han instado a organismos e instituciones gubernamentales a iniciar una investigación sobre si las prácticas de la compañía vulneran los derechos de los ciudadanos o si incurren en supuestas irregularidades.
De hecho, el Instituto de Consumo de Extremadura, adscrita a la Consejería de Salud y Políticas Sociales, ha iniciado una inspección de oficio para garantizar que el llamado «smartphone extremeño» cuenta con las prestaciones publicitadas en el terminal, así como el cumplimiento del etiquetado de las piezas utilizadas. La inspección de oficio abierta por el Instituto de Consumo de Extremadura al denominado el «iPhone extremeño» se centra en el etiquetado y en determinar si sus prestaciones «se ajustan o no» a las anunciadas. En el caso de confirmar un posible fraude, la empresa puede recibir un «expediente sancionador».
Paralización temporal de la producción
Sin embargo, la empresa ha decidido interrumpir su producción de teléfonos móviles a la espera de que la inspección que ha realizado la Junta de Extremadura decida «si está todo correcto» a raíz de la polémica. En una entrevista en Onda Cero, los dos socios de esta empresa, Eric Cui y Unai Nieto, han negado ser «unos estafadores», como se les ha acusado tras la denuncia de Facua y de usuarios de redes sociales. Ambos han insistido en que, aunque el terminal se compra en China «como todos», en Zafra se hace el diseño sobre él, tanto en lo relativo al software como la carcasa.
Fuente: abc