Un dolor de estómago, también conocido como dispepsia, consiste en una serie de molestias que se dan en el área circunscrita entre el pecho y la ingle. Estas anomalías en el vientre pueden manifestarse de muchas formas diferentes y, a menudo, actúan a modo de síntoma de una serie de patologías relacionadas con el sistema digestivo. Suele ser una dolencia bastante común y aunque la medicina no la considera una enfermedad como tal, existe un alto porcentaje de mujeres que, por diferentes causas, la sufren a lo largo del año.
Causas del dolor de estómago
En la gran mayoría de ocasiones, no se puede determinar una causa específica que pueda explicar el desencadenamiento de un dolor de estómago. Es el caso de la llamada dispepsia funcional, que se da cuando sentimos molestias en la parte alta del estómago. Este dolor, además, puede venir acompañado de otros síntomas como gases, acidez, falta de apetito, vómitos o una digestión pesada. También el estrés puede convertirse en un factor fundamental en la generación de la dispepsia funcional, al provocar que los movimientos del estómago sean demasiado rápidos.
Por otro lado, y desde un punto de vista médico, existen dolencias concretas, que pueden afectar a nuestro sistema digestivo, a las cuales se les pueden atribuir una serie de causas orgánicas. Es el caso de los reflujos gástricos, las úlceras, la obesidad, el uso de productos que irritan nuestro estómago, la obesidad, la ingesta de determinados medicamentos o suplementos alimentarios, las enfermedades no digestivas (angina de pecho, diabetes o sífilis) y las enfermedades digestivas (cáncer de estómago, inflamación del páncreas o cálculos biliares).
Tratamiento del dolor de estómago
Aunque como se ha comentado en este artículo, la propia medicina no considera que el dolor de estómago sea una enfermedad en sí misma, resulta procedente consultar con nuestro doctor de cabecera siempre que asumamos una cierta regularidad en el padecimiento de este tipo de dolencias. También en los casos graves, habremos de procurar la visita a un centro médico de urgencias que nos pueda atender con premura.
Si disponemos algún tipo de afección leve estomacal, existen una serie de consejos caserosque podemos seguir para conseguir un cierto alivio: tomar una cantidad adecuada de agua -unos dos litros al día- de forma que nuestro organismo se encuentre hidratado en todo momento o evitar los alimentos sólidos durante las primeras horas del dolor. Si hemos sufrido vómitos debemos esperar unas horas para poder ingerir alimentos ligeros como arroz o galletas. También resulta conveniente eludir los cítricos, la cafeína, el alcohol, las grasas, los refrescos carbonatados o los productos preparados con tomate en el caso de padecer acidez gástrica.
Fuente: diariofemenino