El vicepresidente de Desarrollo Social y Ambiental del Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, José Carrera, destacó que el principal reto al que se enfrentan las ciudades de América Latina es el de mejorar la calidad de vida de sus habitantes, al tiempo que disminuir la pobreza y la inequidad.
En una entrevista con Efe en vísperas de la celebración en Quito de la Conferencia Hábitat III de Naciones Unidas sobre los desafíos urbanos, Carrera destacó que entre un 25 y un 50 por ciento de la población de las ciudades latinoamericanas vive “en condiciones precarias, en asentamientos informales o espontáneos” lo que, sin embargo, no es en si mismo el problema principal.
“El principal reto no está en los asentamientos informales, sino en la exclusión y en la baja calidad de vida que ofrecen muchos de estos asentamientos para los ciudadanos”, afirmó.
Cada 20 años la Asamblea General de las Naciones Unidas convoca la Conferencia Hábitat para establecer compromisos políticos, identificar los desafíos de las ciudades y crear resoluciones para el desarrollo urbano sostenible global.
América Latina, la región más urbanizada del mundo, acogerá este año la Hábitat III, entre el 17 y el 20 de octubre en la capital de Ecuador, en un encuentro que brindará la oportunidad de discutir las amenazas en cuanto a planificación y gestión de ciudades.
El responsable de desarrollo social de CAF considera que las áreas de acción más importantes dentro del desarrollo urbano deben ser la educación, los servicios básicos, los espacios públicos y el transporte.
En educación, acota que América Latina es una región joven que entre 2020 y 2030 tendrá mayor número de adultos en edad de trabajar que inactivos o jubilados, por lo que “la fuerza laboral será mayor”.
Para Carrera, esto representa un beneficio para la sociedad porque esta mayor cantidad de hombres y mujeres podrá “aportar productivamente”, pero solo si están “vinculados laboralmente a sus distintas ciudades”.
Por ello, cree que se deben generar oportunidades para que los jóvenes “puedan formarse en competencias que estén asociadas a la demanda regional que tienen las empresas en las ciudades donde ellos viven y, así, generar mayores condiciones por las cuales puedan vincularse al mercado laboral”.
En cuanto a los servicios públicos, enfatiza que a esa población que vive en condiciones precarias, “infortunadamente” le afectan principalmente problemas inherentes a “una mala calidad de la vivienda” y a que no disponen de agua potable, o al menos la cantidad o calidad de esta que debieran.
Por otra parte, a juicio de Carrera, en la lucha contra la inequidad los gobiernos pudieran ayudar mejorando la inclusión y generando cohesión social a través del espacio público, por ejemplo.
“En el parque y en la plaza todos somos iguales y esto es fundamental para ayudar a la percepción de que estamos siendo tratados adecuadamente (…) el espacio público permite crear capital social y es un activo para la ciudad”, subrayó.
Y así como los espacios públicos cohesionan la sociedad, destaca que el transporte público aumenta la accesibilidad y, por ende, “no puede verse como un sistema aislado” porque, según Carrera, un transporte integrado conecta fácilmente los distintos medios como metrocables o autobuses y esto mejora la calidad de vida.
“Otro reto es trabajar en la gobernanza, cómo son organizadas estas ciudades, cómo es el gobierno de estas ciudades”, añadió Carrera, ya que se debe asegurar de que “todos los sectores de una ciudad estén debidamente gobernados conforme a los requerimientos de las ciudades”.
“No solamente es el ciudadano el centro y el instrumento para lograr el cambio, también los gobiernos centrales, los parlamentos, los gobiernos departamentales tienen que trabajar en conjunto con los ciudadanos para mejorar estas condiciones”, señaló.
Para Carrera, no puede haber “políticas inconsistentes y contradictorias” entre los gobiernos de Estado y los provinciales porque todo aquel que se deba al quehacer público debe tener en cuenta las necesidades y “trabajar coordinadamente por el beneficio” de los ciudadanos, en este caso de América Latina.
En el marco de la conferencia del hábitat, Carrera asegura que CAF “tiene un compromiso” de lograr que los ciudadanos tengan una mejor calidad de vida, por lo que considera que la Nueva Agenda Urbana debe centrarse en las personas como el “objeto básico” de todos los esfuerzos.
Para ello indicó que se deben llevar a cabo proyectos importantes, en los que el valor agregado de una banca multilateral de desarrollo no es solo el aporte económico, sino la asesoría de “traer a la mesa la mejor estrategia, el cómo hacerlo bien” y alertar sobre “qué cosas se tienen que evitar”.
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