El escritor peruano, investido doctor honoris causa por la UIMP de Santander, reinvidica el compromiso de los escritores con la vida cívica
El escritor peruano Mario Vargas reivindicó este miércoles el compromiso del escritor con la vida pública, lo que se llamó la literatura comprometida, y se quejó de que ese compromiso haya desaparecido en la nueva generación de escritores, y solo una minoría conserve esa actitud de apego y preocupación por el resto de la sociedad.
“Muchos escritores se han separado de la vida pública y hasta sienten cierto desprecio de la política. Pero yo creo que el escritor siempre debe estar en ese ámbito, no puede estar aislado como Proust, que mandó forrar las paredes con corcho para que no le llegara ningún ruido exterior. Esa imagen me produce espanto”, señaló
El Premio Nobel de Literatura 2010, que fue investido doctor honoris causa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, rememoró sus inicios en la literatura , en una generación que vinculaba el oficio de escribir con la responsabilidad cívica, de ahí que fuera «raro», e incluso «insólito», que un autor diera «la espalda» a la vida pública. «Yo nací con esa idea del escritor», ha subrayado, para recordar que cuando él comenzó a escribir «había dictaduras a diestra y siniestra», por lo que era «obligatorio» involucrarse desde el oficio para tratar de tener un país libre y sin censura.
En ese sentido, defendió su experiencia de periodista como «una manera de estar siempre insertado en la realidad», y como una actividad de la que han salido los embriones de muchas historias que luego ha volcado en sus novelas. «Lo vivido ha sido para mí materia prima. Y sigue habiendo un misterio en por qué algunas vivencias dan lugar a historias muy fecundas y otras apenas dejan huella», añadió
EL ÚLTIMO ENCUENTRO CON POPPER
Vargas Llosa agradeció la distinción de doctor honoris causa por la UIMP en un acto que recibió en presencia del rector de la institución, César Nombela, y numerosas autoridades, entre ellas el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, o el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna.
En su intervención al ser investido, el escritor peruano recordó anteriores visitas a la UIMP, especialmente la que hizo en 1991 en el Encuentro con Karl Popper, donde coincidió por última vez con el filósofo, «un gran defensor de la cultura de la libertad».
Vargas Llosa elogió a Popper y reivindicó su visión optimista del mundo, «muy necesaria» hoy en día, pese a la violencia de la que se hacen eco los medios de comunicación.
La prensa del corazón
Vargas Llosa reconoció que su vida privada se ha convertido en centro de atención pública debido al interés de la prensa del corazón y a los medios amarillistas pero que sobrelleva “sin darle mayor importancia” esa situación. “No ha sido una elección mía. Pero hay que llevarlo con espíritu deportivo. La prensa chismográfica ha ganado terreno a la llamada prensa seria. Hay que sobrevivir sin darle mayor importancia”.
El escritor señaló que ese tipo de “prensa de entretenimiento” siempre había existido, “pero era más bien marginal”. En los últimos tiempos, esas publicaciones se han quitado la etiqueta de marginal y han ganado peso “contaminando e invadiendo” a la prensa en general, que no ha tenido más remedio que abrirse a esos contenidos “ante un público cada vez más ávido de ese tipo de información”.
Vargas Llosa se ha convertido en los últimos meses en un personaje muy tratado en las revistas y programas del corazón por su relación con Isabel Preysler.
El escritor indicó que ese proceso de banalización de la prensa, al que dedicó su ensayo La civilización del espectáculo, se ha producido de manera más remarcada en los medios británicos, que ha pasado de tener los diarios más exigentes y veraces a convertirse en un reino de tabloides “con la prensa más amarilla y chismográfica del mundo”.
Precisamente, Vargas Llosa remarcó que esa prensa amarillista es protagonista de su última novela Cinco esquinas, ambientada en el Perú del “dictador” Alberto Fujimori y su todopoderoso asesor Vladimiro Montesinos, que usaron y hasta crearon diarios amarillistas para desprestigiar a los líderes opositores “con todo tipo de calumnias” de corrupción o escándalos sexuales.
El autor de La ciudad y los perros ha señalado que, en contraste con ese interés público por su vida privada, su trabajo de escritor sigue siendo muy metódico –“siete horas al día toda la semana- y «muy solitario», ya que se «aísla» para escribir y trabaja, por tanto, «en soledad». «Es imposible escribir sin aislarse del resto», ha remarcado.
La “sartén por el mango” del PSOE
El autor de La fiesta del chivo también analizó la situación política en España. A preguntas de los periodistas, indicó que es el PSOE quien tiene «la sartén por el mango» para «desatorar» la situación de bloqueo político y facilitar la formación de un gobierno, bien con su abstención «parcial» o con su participación «activa» en el futuro Ejecutivo.
«La pelota está en la cancha del PSOE», ha expresado el literato en una rueda de prensa antes de ser investido doctor honoris causa.
El novelista y ensayista ha indicado que pese a las «diferencias políticas» hay un «consenso» entre los españoles de que no desean unas terceras elecciones, y reclaman a la clase política que se ponga de acuerdo y formen un gobierno que «impida» esa nueva convocatoria de comicios.
Por todo eso, Vargas Llosa cree que hay que «invocar» a los partidos para que «acaten el mandato» de los españoles que han acudido a votar y estudien «fórmulas» que les permitan llegar «cuanto antes» a un acuerdo y conformar un gobierno «estable», ya que aunque con un gobierno en funciones se pueda trabajar e incluso las cosas vayan «bien», es algo que «no puede durar» en el tiempo.
Tras recalcar que la etapa del bipartidismo que se instaló en nuestro país después de la Transición, el escritor peruano ha apuntado que esa etapa, marcada por la alternancia en el poder de los dos principales partidos -PP y PSOE- «ha terminado», y el bipartidismo «ha desaparecido». Así las cosas, a su juicio, es «el momento» de que las formaciones con opciones de gobernar hagan «transiciones mutuas» para facilitar la formación de alianzas y un gobierno en España.
El País
Foto EFE
