La Toma de Caracas de este 1 de septiembre colmará tres grandes ejes viales de la capital en los cuales confluirán los siete puntos de concentración de la convocatoria masiva organizada por la Unidad Democrática en demanda del referendo revocatorio.
El anuncio lo hizo este martes, durante rueda de prensa en la capital, el secretario ejecutivo de la alianza opositora, Jesús Chuo Torrealba, quien informó que tales corredores de desarrollo de la jornada cívica y pacífica estarán dispuestos en las avenidas Río de Janeiro – para las personas que se reunirán en el perímetro de Bello Monte a El Llanito -; Francisco de Miranda – desde plaza Brión a El Marqués -; y Libertador – zona de movilización desde Chacao, a la altura del edifico EXA, hasta liceo Gustavo Herrera. «El documento final será leído a las 2 de la tarde, cuando concluirá la actividad, desde una de estas tres avenidas, en un punto que será anunciado el jueves en la mañana», indicó el alto vocero.
“No vamos a llenar la avenida Bolívar porque es muy chiquita. Para la actividad, que comenzará a las 8 de la mañana, contamos con un conjunto de manifestaciones y encuentros entre la dirigencia política y la ciudadanía, con voceros en cada tarima y otros itinerantes. A las 12 del mediodía interpretaremos todos el Himno Nacional; y a las 2 de la tarde leeremos un juramento, un documento de compromiso acerca de la siguiente etapa de lucha: ya lo dijimos, esta toma no es un objetivo final sino el inicio de una nueva y definitiva fase”, manifestó el también comunicador popular, cumpliendo con revelar lo ofrecido por la MUD para 48 horas antes de la cita del jueves; y especificando que la locación para difundir dicho manifiesto se notificará en la propia fecha de la jornada.
“Toma nota, Nicolás (Maduro), para que sepas cómo se hacen los actos de verdad”, dijo el máximo portavoz de la coalición partidista, al comparar, irónicamente, lo que se estima se convertirá en un histórico evento con los “pírricos y escuálidos” mítines del presidente de la República en sitios como plaza Caracas y los alrededores del palacio de Miraflores.
Corroborando que la finalidad global de la iniciativa masiva es la recabación del 20 por ciento de manifestaciones de voluntad, la consulta referendaria y las elecciones regionales, el declarante expresó que el deseo de cambio en el país no proviene de las fuerzas adversas al Ejecutivo sino de un pueblo que quiere revocar el hambre, así como la falta de alimentos y medicinas, entre otros padecimientos.
“Esta no es una marcha cualquiera que terminaste y te vas para tu casa: ¡vamos a salir con un saldo en la mano! De aquí vamos a salir con nuestra maquinaria partidista y social listos para derrotar al gobierno en la conquista del 20 %”, indicó.
“El segundo saldo es de naturaleza informativa y política; vamos a salir con la agenda de lucha de todo lo que el pueblo va a hacer desde el 1 de septiembre hasta ese 20 %. Muchos nos preguntan si va a haber referendo y es obvio que desde el punto de vista metodológico hay tiempo de hacerlo en 2016, y eso, desde la voluntad política, desde la voluntad del pueblo, como hicimos con la etapa del 1 %, va a cambiar el mapa político del país y nos colocará a las puertas de un nuevo tiempo venezolano”, acotó.
El pueblo se moviliza democrática y pacíficamente
Tras agradecer los esfuerzos de quienes se movilizan por la geografía nacional – inclusive, en silla de ruedas –superando obstáculos de las autoridades militares y policiales, el activista fustigó la persecución, detención y acciones difamantes ejecutadas por el poder central en contra de portavoces opositores – la mayoría de la tolda Voluntad Popular – como Daniel Ceballos, Yon Goicoechea, David Smolanky; además de Carlos Melo.
“Es patética la forma en que el gobierno intenta desmovilizar a la dirigencia democrática y amedrentar a la ciudadanía. Ese es el homenaje que el miedo de Maduro le rinde al bravo pueblo que lucha por la libertad. Esta marcha no va para Miraflores porque cuando vayamos a Miraflores será para quedarnos en Miraflores, porque vamos a ir con el pueblo, como los demócratas, con los votos”, sentenció.
Aclaró que si persiste la negativa de las autoridades en permitir el acceso al Área Metropolitana de quienes proceden del interior, los lineamiento son, evitando siempre la violencia, que quienes andan a la cabeza dialoguen con los uniformados y si, todavía así, no se consiguen resultados, protestar pacíficamente en la calzada con una “sentada”.
Consultado sobre las fechas que divulgó la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Socorro Hernández, para el paso del 20 % – entre el 24 y 30 de octubre -, las calificó de “canallescas”. “Pudiera ser mucho antes. Sin embargo, hagan cuando lo hagan, ese 20 % será mortal para el gobierno. No es ningún ‘caramelito’ que nos haga desmovilizar la toma. No solo necesitamos fecha sino condiciones: esa rectora en lugar de luz arroja dudas”, espetó, reiterando la exigencia, dado el carácter nacional del referendo, de que el órgano comicial active para el revocatorio 40 mil máquinas en más de 14 mil centros de votación.
Finalmente, acerca de la posibilidad de observación internacional para la Toma de Caracas precisó que no se trataba de una actividad de índole electoral. “Los ojos del mundo esta puestos en Venezuela por una razón elemental y debo reconocer esto con mucho orgullo por el pueblo venezolano: hace pocos meses había gente que decía que teníamos que mirarnos en el espejo de la ‘Primavera Ucraniana’, ‘Egipcia’ y ‘Siria’: nosotros no queremos eso para nuestro país: aquí estamos construyendo una salida pacífica y democrática para el cambio”.
Desestimó, por otra parte, tanto la prohibición del vuelo de drones ese día, como el súbito plan de asfaltado que se anunció para la capital, además de las restricciones a la cobertura periodística del evento.
“El referendo está en manos es del pueblo: esa no es una frase hecha pues si logramos que el 20 % sea un tsunami electoral, un terremoto político, la discusión sobre la fecha del referendo revocatorio pasará a otro plano”, concluyó.
NP