Archive for agosto 28th, 2016

El retraso del acuerdo Transpacífico pone a prueba la influencia de EEUU en Asia

Posted on: agosto 28th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 
El Gobierno de Obama ha presentado el pacto como un contrapeso al ascenso de China.

 

 

 

El acuerdo de libre comercio que el presidente Barack Obama ha impulsado en Asia como un contrapeso del ascenso de China amenaza con convertirse en un fracaso de la política exterior de Estados Unidos.

 

 

 

Durante años, los funcionarios estadounidenses han presentado el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) entre doce países como una pieza clave de la readecuación de recursos militares y de otro tipo de EEUU en Asia. Pero con la creciente oposición, tanto de la derecha como de la izquierda, las probabilidades de que este tratado sea ratificado por el Congreso parecen sombrías.

 

 

 

El fracaso en este punto, según los expertos, podría mellar la credibilidad del país en todos los frentes, desde el comercio a su compromiso con una región cuya seguridad ha sido apuntalada por Washington desde la Segunda Guerra Mundial.

 

 

 

«Por la sencilla razón de que EEUU invertido tanto en él, el acuerdo ha adquirido una especie de valor totalizador que va mucho más allá de sus méritos económicos», dijo Euan Graham, ex funcionario de cancillería del Reino Unido que estudia la seguridad regional en el Instituto Lowy de Política Internacional, en Sídney. «Dejar a los socios asiáticos en el aire sería desastroso para el liderazgo EEUU en la región».

 

 

 

La Administración aún tiene esperanzas en la aprobación del TPP. «Estamos a un voto de cimentar nuestro liderazgo en la región o de entregar las llaves del castillo a China», dijo Mike Froman, el representante comercial de EEUU.

 

 

 

Ataques al acuerdo

 

 

 

Pero ese argumento no ha ayudado a solidificar el respaldo en el Congreso, donde la mayoría de los demócratas se opone al acuerdo y los legisladores republicanos que durante años han defendido el TPP y otros acuerdos comerciales han dejado de apoyarlo. Los dos principales candidatos presidenciales también han atacado el acuerdo.

 

 

 

 

La semana pasada, el senador republicano Pat Toomey, expresidente del Club para el Crecimiento, un bastión de la economía de libre mercado, se pronunció en contra del TPP en un intento por ganarse a los votantes de clase trabajadora en su disputada carrera por la reelección en Pensilvania.

 

 

 

 

Al mismo tiempo, la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, quien ha dicho que se opone al pacto en su forma actual, está bajo una creciente presión de la izquierda para que rechace abiertamente el acuerdo, que antes apoyó cuando era la secretaria de Estado de Obama.

 

 

Preocupación por la ambición de China

 

 
El acuerdo, que implica un giro de EEUU a Asia, fue dado a conocer en 2011 y refleja la preocupación por la ambición de China por convertir su poder económico en poder duro en una región con creciente importancia.

 

 

 

Las tensiones han ido en aumento con una China que ha puesto a prueba el dominio militar de EEUU con sus reclamaciones sobre el Mar del Sur de China y sus protestas por la instalación de baterías antimisiles de EEUU en Corea del Sur.

 

 

 

El pacto propuesto, que los gobiernos socios cerraron el año pasado, eliminaría o reduciría unos 18.000 aranceles para un grupo de naciones de la cuenca del Pacífico en América, Asia y Oceanía, un área que representa el 40% de la economía mundial.

 

 

 

China, que no forma parte del acuerdo Transpacífico, está negociando un acuerdo por separado en Asia sin la participación de EEUU y prometiendo más préstamos regionales a través de un nuevo banco y un fondo de 40.000 millones de dólares para la llamada Ruta de la Seda.

 

 

 

Muchos expertos en comercio internacional dicen que la Administración Obama exagera al presentar al TTP como una cuestión de vida o muerte para saber si será EEUU o China la potencia que establezca las reglas del comercio mundial.

 

 

 

Reducción de aranceles

 

 

 
El acuerdo respaldado por China no crea nuevos marcos comerciales. Es más bien un ejercicio convencional de reducción de aranceles, y menos ambicioso que el TTP. Los dos pactos no son mutuamente excluyentes; las naciones asiáticas siempre tuvieron la intención de unirse a ambos.

 

 

 

Pero la recarga del TTP con implicaciones geopolíticas ha elevado las apuestas. «Para los amigos y los socios de EEUU, la ratificación [del TPP] es una prueba de fuego de la credibilidad y seriedad de propósito» estadounidenses, dijo este mes en Washington el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong.

 

 

 

Los observadores interpretaron que Lee hablaba en nombre de otros firmantes asiáticos del TTP como Japón, Vietnam, Malasia y Brunei, mientras que Indonesia, Corea del Sur y otros países están considerándolo.

 

 

 

EEUU, por cierto, está profundamente integrado con Asia a través de sus grandes relaciones comerciales con China y otras economías, así como por los tratados de defensa con Japón, Corea del Sur y Filipinas. Es poco probable que esos lazos cambien independientemente del destino del pacto comercial, dicen muchos expertos.

 

 

 

Pero los líderes asiáticos que gastaron capital político para apoyar el TTP estarán probablemente menos dispuestos a volver a hacerlo si el acuerdo se diluye, según los expertos. Los países más pequeños, que buscan un equilibrio en sus relaciones con China y EEUU, pueden volverse más desconfiados de Washington y más complacientes con Beijing.

 

 

 

«Obama se dedicó a convencer a estos países de que hicieran las cosas como parte de un esfuerzo para demostrar que de alguna manera podemos hacer frente a China», dijo Yukon Huang, ex jefe del Banco Mundial para China y asociado sénior de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional. «Pero ahora, si (el acuerdo) no es aprobado, aquellos (países) van a adoptar un enfoque mucho más escéptico.»

 

 

 

Vietnam, por ejemplo, es visto como un gran ganador del acuerdo, que traería a su economía un impulso estimado en un 11% para 2025. Cuatro décadas después de haberse enfrentado en una guerra, EEUU y Vietnam se están acercando cada vez más, unidos por las preocupaciones comunes por la expansión de Beijing en el Mar del Sur de China en aguas cuya soberanía Vietnam también reclama.

 

 

 

Este año, EEUU levantó la prohibición de venta de armas letales a Vietnam. La nación comunista logró concesiones especiales para unirse al pacto.

 

 

 

«Todavía tenemos la esperanza de que Obama será capaz de ratificar el acuerdo durante sus últimos meses en el cargo», dijo Luong Van Tu, exministro de comercio de Vietnam.

 

 

 

Pieza fundamental para Japón

 

 

Pero nadie tiene más en juego que Shinzo Abe, el primer ministro de Japón, el aliado más cercano de EEUU en la región. Abe hizo del TTP una pieza fundamental de su estrategia nacional y externa, y se enfrentó con una significativa oposición del poderoso sector agrícola japonés y otros intereses sectoriales.

 

 

Las «abenomics», el plan económico de Abe para sacar de su largo letargo a la tercera economía más grande del mundo se basa en el TPP como un motor de crecimiento y reforma económica. En el ámbito internacional, el acuerdo también es clave para su estrategia de contención de China a través de una alianza de las naciones de Asia oriental bajo el paraguas de la influencia económica de EEUU.

 

 

 

Si el TTP falla, «habrá un impacto muy negativo desde el punto de vista de la seguridad económica», dijo Yorizumi Watanabe, un exfuncionario de comercio japonés y profesor de la Universidad de Keio, en Tokio.

 

 

 

Cuando se iniciaron las conversaciones, bajo la presidencia de George W. Bush, el TTP era poco más que un juego estratégico. Incluso China consideró unirse en algún momento. Esto cambió a medida que China comenzó a enviar señales agresivas hacia el exterior. El Gobierno de Obama adoptó entonces el TTP como un ancla económica de su reforzada estrategia asiática.

 

 

 

Irónicamente, el acuerdo ahora se tambalea porque se enfocó demasiado sobre política exterior y no lo suficiente sobre los beneficios económicos, dice Michael R. Wessel, miembro de la Comisión de Revisión de Economía y Seguridad EEUU-China del Congreso.

 

 

 

«El argumento cambió muy tempranamente, de puestos de trabajo a la necesidad de apoyar los objetivos de política exterior (de Washington) en la región», dijo Wessel, que ha trabajado para muchos demócratas y con los sindicatos, que tradicionalmente se han opuesto a los acuerdos comerciales. «Bueno, el trabajador estadounidense estaba harto de ceder puestos de trabajo por los objetivos de política exterior».

 

 

 

 

POR THE WALL STREET JOURNAL

 

Una marcha que nos une

Posted on: agosto 28th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 

Entre las tantas críticas que han surgido como motivo de la esperanzadora y pacífica marcha convocada por la unidad opositora hay una por demás interesante. Se afirma en ella que esta movilización ciudadana causará una mayor polarización entre una Venezuela afecta al oficialismo y la otra, hoy mayoritaria, que se resiste a aceptar el rumbo propuesto por la revolución bolivariana.

 

 

 

Hay algo de razón en ese planteamiento pero no en la Venezuela de hoy ya fracturada y no precisamente por la oposición. Quienes abrieron esa brecha no están ahora en el poder, y si quedan algunos por allí no están en posiciones de cambiar las cosas tan radicalmente, en primer lugar porque en la perspectiva del chavismo naciente no había lugar para un entendimiento de igual a igual, sino que privaba un afán diferenciador con respecto a los adversarios o los indiferentes.

 

 

 

Ello era claramente perceptible en el lenguaje utilizado por el jefe del movimiento que, en cada frase y momento, usaba el látigo insultante como arma de desprestigio “contra el enemigo”. De igual manera las etapas históricas fueron adjetivadas como cuarta república y quinta república. La primera era causa y origen de todo lo malo que nos ocurría, y la segunda era el elíxir que sanaría nuestros padecimientos. Claro que tal superchería no estaba hecha para aguantar el paso de los años.

 

 

 

Quien soñara en el chavismo, en esos momentos triunfales, sobre la posibilidad de un diálogo no solo era mal visto sino tildado de loco de carretera. Nadie que no estuviera fanáticamente unido al proyecto bolivariano podía ser gente buena sino, da pena repetirlo, un vulgar agente de la CIA y por extensión del “imperialismo norteamericano”. En ningún momento les pasó por la cabeza que a los venezolanos no nos gusta ser agentes de nadie, ni de los gringos ni mucho menos de los rusos y los cubanos. El hecho automático de ser acusados sin pruebas y a grito público de ser traidores no contribuyó a que los no convencidos se unieran al movimiento chavista, muy por el contrario, generó un rechazo inmediato que fue creciendo en el entendimiento de la gente.

 

 

 

La peor consecuencia de este hablar y acusar a tientas y a locas fue, inevitablemente, una progresiva pérdida de credibilidad no sólo en la palabra del líder sino en los actos consiguientes de sus ministros de primera mano y confianza. Ahí comenzó la brecha que no existía cuando el ciudadano común había decidido darle su apoyo al ex militar y luego político activo. La vanidad, o quizás su soberbia, le llevó a desbordarse en su discurso en la misma medida en que éste se hacía etéreo, fugaz y disparatado. Y para mal de males incurrió en el error de creerse actor, cantante y contador de chistes, sin notar que su público comenzaba a cansarse. Fidel Castro, más perverso y mejor orador, jamás hubiera caído en ese error tan infantil.

 

 

 

Ahora su antiguo público sale a marchar este primero de septiembre, se despolariza y se une a sus antiguos adversarios en la batalla contra la epidemia de hambre que azota a la nación, contra la corrupción y el narcotráfico, el militarismo y la mentira y, sorpresa de sorpresas, en defensa de la pisoteada Constitución de Venezuela.

 

 

Editorial de El Nacional

Rajoy y Rivera se reunirán esta mañana para ratificar el acuerdo de investidura

Posted on: agosto 28th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

El presidente del PP y el líder de Ciudadanos han cerrado ayer sábado un pacto para la investidura de Rajoy que equivale a unos 29.000 millones de euros.

 

 

 

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera se reúnen esta mañana con los equipos negociadores de los dos partidos para ratificar el acuerdo por el que el partido naranja apoyará al líder del PP en la investidura, según informan ambos partidos.

 

 

 

El citado encuentro tendrá lugar en el Congreso a las 12:30 horas de esta mañana y al finalizar el mismo, en torno a la una, los portavoces parlamentarios del PP, Rafael Hernando y de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, firmarán el acuerdo de investidura. Tras la firma, el presidente del Gobierno en funciones atenderá a los medios de comunicación.

 

 

 

Con esta firma culmina una semana en la que PP y Ciudadanos han estado negociando este acuerdo con numerosos altibajos, debido a que el partido de Rivera consideraba insuficientes los avances en algunas materias, como las reformas institucionales, o reclamaba las cifras para sufragar las medidas, que los ‘populares’ pusieron sobre la mesa el pasado viernes.

 

 

 

En la tarde de ayer Mariano Rajo y Albert Rivera mantuvieron un encuentro para cerrar definitivamente el acuerdo y lograr la firma esta mañana.

 

 

 

El acuerdo que hoy se firma permitirá a Mariano Rajoy acudir al Congreso para pedir la confianza de la Cámara con 170 votos: los del PP, los del partido de Rivera y el de Coalición Canaria.

 

 

 

Unos apoyos que, no obstante, no son suficientes para que el líder del PP y presidente en funciones logre la investidura.

 

 

 

29.000 millones

 

 

Según informa el diario La Razón en su edición de hoy domingo,ambas formaciones han cerrado ayer sábado un pacto para la investidura de Rajoy que equivale a unos 29.000 millones de euros.

 

 

 

Ambos dirigentes han acordado dentro de las medidas del pacto un plan social hasta 2020 que incluye una partida de 5.000 millones para este mismo año.

 

 

 

La Razón dice que la supresión de los aforamientos y de las diputaciones se han quedado fuera del documento del acuerdo para apoyar la investidura de Rajoy.

 

 

 

Estos son algunas de las medidas que ya han alcanzado ambos partidos de cara a la investidura.

 

 

 

Reforma del CGPJ

 

 
En virtud de este acuerdo, 12 de los 20 magistrados del Consejo General del Poder Judicial serán elegidos por jueces y el resto por el Congreso y el Senado. La legislación actual establece que la totalidad de los miembros de este órgano sean seleccionados por una mayoría cualificada de tres quintos en ambas cámaras.

 

 

 

Limitaciones temporales

 

 
Por otra parte, ambos partidos también habrían llegado a un acuerdo sobre la imposición de limitaciones temporales con el objetivo de evitar puertas giratorias.

 

 

 

Recuperación del dinero de la amnistía fiscal

 

 
Ciudadanos ha logrado del PP, el compromiso de recuperar el dinero que, según el partido de Albert Rivera, se «perdonó» durante la denominada «amnistía fiscal» y que cifró en 2.800 millones de euros. Fuentes de la negociación han explicado que se ha acordado exigir «el importe íntegro de la amnistía fiscal a los defraudadores» para poder destinarlo a planes de educación, empleo, pobreza y otras materias.

 

 

 

Complemento salarial

 

 
En el caso del complemento salarial, la fórmula que han acordado y que se está redactando aún es la de crear un impuesto negativo, que podría suponer un cheque al realizar la declaración de la renta y si el contribuyente cumple con los requisitos que se establezcan, pero no está cerrada por completo la formulación de la medida. Este cheque no tendría por qué ser anual, podría ser mensual o trimestral.

 

 

 

Permisos de maternidad y paternidad

 

 
En el caso de los permisos de maternidad y paternidad, la idea es igualarlos y en eso ambas fuerzas políticas están de acuerdo, aunque aún no está cerrado por completo la manera en la que se hará, ya que, según las fuentes consultadas, eso supone un coste y es necesario medir en cuánto tiempo podría llevarse a cabo.

 

 

 

 

Tres tipos de contrato

 

 

 
Los negociadores de Rivera pusieron desde el primer día sobre la mesa el contrato único con indemnización creciente en función del tiempo trabajado, que llevaban en su programa electoral, sin embargo, el Partido Popular rechazó esta fórmula por entender que hay sectores de la economía española en los que no encaja como por ejemplo el del turismo, donde buena parte de los contrato se hacen temporales. Por ello, el PP contraofertó planteando reducir a tres los tipos de contrato. Quedarían de esta manera, un contrato por tiempo determinado o temporal, otro sería indefinido y un tercero sería el contrato de formación.

 

 

 

Elección directa de alcaldes

 

 
Ambas formaciones también han avanzado en otros asuntos como la elección directa de alcalde, en cuyo principio están de acuerdo. Para ello, Ciudadanos ha propuesto que haya dos urnas, una para elegir al alcalde y la otra para la elección del resto de miembros de la corporación municipal.

 

 

 

Reducción del gasto de las instituciones

 

 
Los de Rivera no han conseguido que se supriman las diputaciones provinciales, pero sí se incluirá un capítulo de reducción de gastos en estas y otras instituciones.

 

 

POR EXPANSIÓN.COM/AGENCIAS