La industria automovilística busca un valor añadido para el conductor cuando se circule con vehículos completamente autónomos.
El futuro de la industria automovilística avanza al ritmo que marca la tecnología en aras de conseguir el auténtico coche autónomo. Ese que sea capaz de cumplir con las labores propias de los vehículos, a la par que permita disfrutar al conductor como si estuviera en su salón: despreocupado y entretenido. En este sentido, los coches autónomos todavía tienen que evolucionar para generar confianza y sensación de total seguridad en los usuarios. Una vez resueltas estas cuestiones, los conductores serán meros observadores en la conducción. Por este motivo, la industria busca la mejor manera para aportar un valor añadido a los coches autónomos.
Si los conductores ya no van a conducir su coche, ¿qué pueden hacer dentro de él? Es en este punto donde toma especial relevancia el concepto de entretenimiento. Y las posibilidades son múltiples. Una de ellas es la inclusión de videojuegos en los coches, y los expertos en la industria del automóvil consideran esta opción muy loable por dos motivos: pueden aumentar la activación del conductor y el nivel de atención durante las fases de conducción autónoma. En las etapas intermedias de conducción condicional y altamente automatizada, en las que el conductor todavía tiene que estar en condiciones de asumir el control del volante en un periodo de tiempo razonable, el hecho de que los videojuegos mantengan activo al conductor puede mejorar la seguridad en los vehículos.
Alexander Klotz, jefe de Investigación y Desarrollo de la División Interior de la compañía internacional de tecnología Continental, debatió estas cuestiones en el congreso Gamescom 2016 celebrado en Colonia, Alemania. Junto con otros expertos en la industria del automóvil, Klotz exploró las oportunidades y posibilidades que surgen con la conducción automatizada y los vehículos conectados en la ponencia «Jugar en lugar de conducir: El coche del futuro».
Durante su intervención, Klotz aludió a las ventajas que puede suponer jugar mientras el coche está en modo autónomo: «Los videojuegos atraen la atención de los conductores durante la conducción automática y los ayudan en el retorno a la conducción activa».
El Dr. Maximiliano Schenk, director general de BIU –Asociación de Videojuegos Alemana–, fue todavía más lejos: «Vemos un gran potencial para la innovación y el crecimiento en la cooperación entre la industria del automóvil y la de los videojuegos, por lo que jugar en un coche equipado con sistema de conducción autónoma es el siguiente paso lógico».
Integración del juego en el coche
Hay varias posibilidades para la integración del juego en el vehículo. Podría ser utilizado como una parte integral de la interfaz hombre-máquina y hacer las funciones de un «tutor» que informa del estado del sistema. En este caso se controla activamente al conductor y se puede utilizar como un sensor adicional para recopilar datos sobre el estado del conductor. O bien, podría estar conectado con la cámara interior que detecta la distracción del conductor en cualquier momento y activa el controlador con notificaciones en el juego. Por otro lado, el juego podría integrarse en el vehículo como una unidad encapsulada, mediante la duplicación desde dispositivos móviles en las pantallas de los vehículos a través de la función «mirroring».
Las posibilidades son múltiples: realidad aumentada, hologramas, mejores sistemas de sonido, pantallas con mayor potencia gráfica o la integración de equipos independientes respecto a la electrónica del vehículo, son sólo algunos ejemplos de tecnologías que se pueden utilizar en el vehículo del futuro. En este sentido, Klotz destaca que: «El trabajo de nuestros expertos para la interfaz hombre-máquina cambiará drásticamente con la conducción automatizada. Una de sus funciones futuras será diseñar el interior del vehículo para que sea más atractivo que los smartphones o tablets».
Así, aunque el foco del desarrollo está en la seguridad activa y pasiva de los coches autónomos, otras cuestiones como la recopilación de información, la identificación del conductor o la experiencia de usuario y su entretenimiento empiezan a tomar especial relevancia para la industria automovilística. Cuando se consiga que los conductores confíen ciegamente en su coche autónomo para circular con total seguridad, «jugar en lugar de conducir» puede ser la quintaesencia del futuro de la conducción.
Fuente: abc.es
