El conservador Partido Popular (PP) retoma mañana las conversaciones con los liberales Ciudadanos para formar gobierno en España, en un escenario marcado por el miedo a la repetición electoral y una estrategia de presión de ambas formaciones para que los socialistas les otorguen el apoyo que todavía les falta.
Conservadores y liberales tiene poco más de una semana para firmar un acuerdo de investidura, antes de que el próximo 30 de agosto comience el debate parlamentario en el que el jefe del Ejecutivo español en funciones, Mariano Rajoy, aspira a renovar su mandato y formar Gobierno, citó Efe.
Tras la primera reunión celebrada este viernes, PP y Ciudadanos continúan estos días los contactos informales y el intercambio de documentación de cara a la segunda reunión de mañana, lunes, que se centrará en economía y empleo.
Mientras los representantes de ambos partidos negocian, las comparecencias de sus dirigentes se centran en desplazar la presión sobre el socialistas PSOE -líder de la oposición-, al que exigen el apoyo parlamentario necesario que les hace falta para que Rajoy supere su investidura.
La repetición electoral del 26 de junio dio como ganador al PP, con 137 diputados, seguido de los socialistas (85), la coalición Unidos Podemos (izquierda) con 71, los liberales Ciudadanos (32), y el resto de escaños repartidos entre formaciones nacionalistas vascas, catalanas y canarios (archipiélago atlántico).
Para ser investido Rajoy requiere, en primera votación y en una Cámara formada por 350 diputados, mayoría absoluta (176 votos a favor), mientras que en una segunda vuelta solo necesita más síes que noes.
Si los populares alcanzan un acuerdo tras las negociaciones de esta semana -algo bastante previsible-, sumarían 169 votos a favor. Todavía les faltarían siete votos en primera votación, pero serían suficientes en segunda ronda si alguna otra formación se abstuviera.
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, pidió el sábado a los socialistas «sentido común» porque España «no aguanta más» la falta de Ejecutivo, que califico como «una situación absurda».
Hoy, el líder del PP vasco Alfonso Alonso criticó en una entrevista con Efe «la falta de responsabilidad» del partido líder de la oposición y le pidió su apoyo, ya que a su juicio su posición «va más allá de la falta de responsabilidad» y es «una falta de respeto a España», argumentó.
Un alto dirigente de la formación liberal de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, se dirigió también este domingo al líder socialista, Pedro Sánchez, para pedirle que haga «un sacrificio» y, aunque no le guste Rajoy, facilite su investidura y le vote «con la nariz tapada».
El líder socialista no ha aceptado, en los ocho meses que dura el bloqueo político, la opción de que sus diputados se abstengan para facilitar un Ejecutivo con sello conservador, porque a su juicio les haría cómplices de la «desigualdad» que ha generado el Gobierno de Rajoy y su electorado no lo entendería.
El PSOE (con 85 escaños) insta a los conservadores a buscar apoyo entre las fuerzas conservadoras de la Cámara, los nacionalistas conservadores vascos y catalanes, que entre ambos suman 13 escaños.
Pero el desafío soberanista de los nacionalistas catalanes en su parlamento regional y la proximidad de los comicios regionales vascos hace bastante improbable esa vía.
Con este trasfondo, la formación de un nuevo Gobierno parece menos probable que una tercera convocatoria electoral. España estaría de nuevo abocada a permanecer sin Gobierno, siguiendo la estela de países como Bélgica, que permaneció 541 días sin Ejecutivo por la falta de acuerdo entre sus principales fuerzas políticas.
La nueva cita electoral recaería, según marca la ley, el 25 de diciembre, Navidad, fecha tras la que las formaciones deberían iniciar un nuevo proceso de negociación.
EU