Las autoridades venezolanas están estudiando la posibilidad de instalar lectores de pasaportes, que será el documento requerido, y captahuellas en los puntos migratorios fronterizos entre Venezuela y Colombia para tener un control más efectivo y rápido sobre las personas que transitarán entre ambos países una vez que se abran nuevamente los pasos peatonales y se complete el plan integral para el tránsito fronterizo.
Ese es uno de los puntos que se han planteado en las diferentes mesas bilaterales que se realizan para instalar mecanismos que garanticen una mayor seguridad en relación al contrabando y otros delitos que se presentan en los múltiples pasos entre Venezuela y Colombia, luego que el gobernador del Táchira, José Vielma Mora sostuviera el pasado 18 una reunión con la canciller María Ángela Holguín y otros contactos que se han producidos entre autoridades civiles y militares de ambos países.
El director del Saime, Juan Carlos Dugarte, dijo a medios de comunicación fronterizos que las autoridades venezolanas están planteando aplicar tecnologías que faciliten los procesos de identificación y control de personas que viajan entre ambos países mediante la instalación de lectores de pasaportes, como se aplica en los aeropuertos para vuelos internacionales y también los captahuellas, mecanismo ya utilizado por el público venezolano hasta en los supermercados.
Dugarte dijo que otro de los planteamientos es el de incrementar un mayor número de puntos fronterizos para tratar de disminuir los pasos ilícitos o informales en los diferentes estados fronterizos.
El Director del Saime ha estado inspeccionando los diferentes pasos con la frontera colombiana, especialmente en los puentes internacionales de San Antonio, Tienditas y Ureña y adelantó que aumentarán los cuatro puntos de atención en San Antonio del Táchira para llevarlos a diez, para agilizar el proceso migratorio.
Las autoridades colombianas, en las mesas de trabajo instaladas para tratar el tema fronterizo, plantean la apertura de cuatro áreas geográficas, como son el caso del Puente Internacional Simón Bolívar, en Villa del Rosario y el Puente Unión, en Puerto Santander, en el Norte de Santander. En el Arauca, plantean el puente José Antonio Páez y Puerto Carreño, mientras que en la Guajira refieren el paso de Paraguachón.
Así lo indicó el director de Migración de Colombia, Christian Krüger Sarmiento, como parte de los puntos tratados entre autoridades de ambos países, y cuyas conclusiones y propuestas concertadas serán llevadas a ambas cancillerías, cuyas titulares tienen en agenda reunirse el próximo 4 de agosto para tratar la apertura fronteriza, en términos de mayor seguridad, agilización y modernización de sistemas e infraestructuras.
No se abrirá el paso hoy
Las autoridades de Venezuela y Colombia acordaron no autorizar el paso de venezolanos hoy domingo, hasta que no concluyan las negociaciones para establecer nuevas medidas migratorias para abrir la frontera en forma definitiva, según declaró al diario La Opinión de Cúcuta, Víctor Bautista, Director para el desarrollo y la integración fronteriza de la cancillería colombiana.
“Así las cosas, hasta que esos acuerdos sean realidad, no está autorizado el paso por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander”, advirtió Bautista.
Dijo que la medida fue compartida entre ambos gobiernos y que se está dialogando y trabajando para establecer el clima de seguridad en la línea limítrofe, así como las reglas del juego en materia de personas, carga y automotores que se aplicarán.
El funcionario no precisó fecha límite para la apertura aunque existen expectativas en las cámaras de comercio y de otros sectores de ambos países que esto se logre el próximo 19 de agosto, cuando se cumple un año del cierre decretado de la frontera venezolana por parte del presidente Nicolás Maduro.
Dijo que, entre los acuerdos migratorios, estará la regularización del paso de mercancías, entre ellas la canasta básica de alimentos, para ambos países, para evitar “especulación de precios”.
Bautista dijo que hay una propuesta para que se exija la cédula a los venezolanos durante los primeros tres meses y a partir de ahí el pasaporte o una tarjeta de vecindad o pase fronterizo para las personas de las poblaciones fronterizas.
Otro tema en discusión, por ambas partes, es la creación de una zona franca para un mejor control de mercancías y de procesos de intercambio.
EU