Este viernes, luego de recibir, de manos de un importante grupo de constituyentes, el documento denominado “Declaración al país”, el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Henry Ramos Allup (Unidad-Dtto. Capital), no solo lamentó que ese inmenso trabajo que se hizo durante la Asamblea Nacional Constituyente en 1999 lo hayan vuelto “trizas” sino que indicó que la situación demuestra que en la Venezuela de hoy no hay Constitución Nacional sino un régimen pretoriano que se ha dedicado a destruirlo todo.
“No hay Constitución ni Estado de derecho, en Venezuela lo que tenemos es un régimen pretoriano que lo ha destruido todo. En este momento las Fuerzas Armadas están por encima de todo, todo está en manos de los militares. Ya vemos entonces cuál es el resultado de la cosecha”, indicó el parlamentario luego de decirle a los constituyentes que acudieron al Salón Francisco de Miranda del Palacio Federal Legislativo que entendía perfectamente cómo se sentían de defraudados.
El presidente del Poder Legislativo recordó que la Constitución de 1999, al ser sometida a referendo popular, fue aprobada solo por 3 de cada 10 venezolanos. Destacó que él, por ejemplo, votó en contra de esa Carta Magna.
“Aún así la respeto y lo que más me molesta es que no la aplican o la violan. Los integrantes de las Fuerzas Armadas, por ejemplo, la violan a cada minuto cuando se declaran bolivarianos, chavistas, revolucionarios o antiimperialistas”, explicó el parlamentario luego de indicar que ningún artículo de la Carta Magna permite ponerle calificativos al componente militar así como tampoco permite crear otro componente armado que no sea las 4 fuerzas que están claramente identificadas en el mencionado texto.
“Lo peor es que los miembros de Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, quienes se creen los máximos intérpretes de la Constitución, son los primeros en violar el texto. Eso es una aberración que no puede seguir sucediendo”, indicó el parlamentario no sin antes relatar que él fue candidato a la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 y extrañamente su candidatura, por el estado Apure, no sacó ni un solo voto.
Ramos Allup relató que guarda celosa y perfectamente subrayados los Libros Diarios de Debates de la época y que a pesar de no haber participado en las sesiones siguió los mismos con mucha atención, bien sea por televisión o porque visitaba el lugar para presenciarlos en vivo.
“Esa Constitución de 1999 nació con la impronta del caudillo”, advirtió Ramos Allup no sin antes destacar que uno de los aspectos que más le llamó la atención fue la banalidad con la que se suprimió la bicameralidad del Congreso de la República.
“El argumento para eliminar la Cámara del Senado fue: quien sea revolucionario que vote a favor de la unicameralidad, el que no vote a favor de esta propuesta es porque respalda a las cúpulas podridas y a la IV República. Eso fue muy banal, pero igual eliminaron la Cámara del Senado”, indicó el experimentado parlamentario.
Recordó que Allan Bremer Carías, hoy exiliado político, fue uno de los constituyentes de 1999. Informó que hace pocos días ambos conversaron sobre un libro que Carías se encuentra elaborando.
“Será un excelente escrito sobre las sentencias que el Tribunal Supremo de Justicia ha emitido en contra de la Asamblea Nacional. No dudo de su extraordinario valor. Bremer me ha pedido que le haga unas notas y este mismo fin de semana me sentaré a redactárselas”, indicó el parlamentario.
“No me imagino cómo se sienten ustedes de ver maltratada su criatura. Tengan por seguro que aquí estaremos haciendo lo que nos corresponde, no los vamos a defraudar”, dijo Ramos Allup al finalizar su intervención.
Entrega del documento
Tal como se anunció, este viernes los constituyentes Jesús Rafael Sulbarán, Ernesto Alvarenga, Ricardo Combellas, Alberto Jordán Hernández, Virgilio Ávila Vivas y Antonio Di Giampaolo hicieron acto de presencia en el Palacio Federal Legislativo con el objeto de hacer entrega del documento denominado “Declaración al país”.
Di Giampaolo, una vez comenzado el acto, dijo que éste era el quinto documento que los constituyentes de 1999 hacen público fijando una posición en torno a la grave situación que vive el país. Explicó que en el mismo hacen una evaluación de todo lo que está pasando y expresan su irrenunciable apoyo no solo al diálogo sino al referendo revocatorio.
“Somos 21 constituyentes que firmamos este documento. Hay algunas personas que no pudieron venir dada su condición física, pero aquí está su respaldo”, precisó Di Giampaolo.
La lectura del documento estuvo a cargo del constituyente Jesús Rafael Sulbarán y luego de entregárselo al presidente de la Asamblea Nacional, diputado Henry Ramos Allup, el constituyente Ricardo Combellas, dijo, entre otras cosas, que ante esta “quiebra” del Estado de derecho lo mejor es ponerse a la orden para que el referendo revocatorio se lleve a cabo este mismo año.
“La Constitución señala perfectamente la ruta democrática y una de esas rutas es el referendo revocatorio”, precisó el abogado Combellas.
Documento
DECLARACIÓN AL PAIS
Quienes suscribimos este documento, representantes del pueblo ante la Asamblea Nacional Constituyente que sancionó la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el año de 1999, manifestamos a través de esta declaración nuestra preocupación por la grave crisis económica, social, moral y política que atraviesa el país. La peligrosa realidad que confrontamos se manifiesta con particular énfasis en la corrupción que ha invadido las instituciones, la impunidad ante la delincuencia, el deterioro progresivo de los servicios públicos, la destrucción del aparato productivo, la escasez de alimentos básicos y medicinas para la satisfacción de las necesidades elementales de la población, todo lo cual ha impactado negativa y gravemente en la calidad de vida de los venezolanos. Vivimos una situación inédita en la historia contemporánea, a lo cual se suma el desprecio por la Constitución.
La grave crisis señalada tiene un componente fundamental en la violación sistemática por parte del Ejecutivo Nacional del texto fundamental de la República, en menoscabo del principio de la supremacía constitucional consagrado en su artículo 7, que reza: “La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución.”
Lamentablemente, en los más de tres lustros de vigencia de la Constitución hemos presenciado un agudo y progresivo proceso de erosión constitucional, que se materializa en la desfiguración de sus valores y principios más preciados, la destrucción de las instituciones democráticas, la perversión del Estado de derecho, la burocratización de la Administración Pública, flagrantes conculcaciones de los derechos humanos fundamentales, y el abandono del principio cardinal del Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, suplantado por un modelo de Estado Comunal inspirado en el denominado “socialismo del siglo XXI”, antitético a nuestra Carta Magna, que ha generado miseria, hambre y depauperación de vastos sectores de la sociedad, en detrimento de la avanzada carta de derechos sociales en ella consagrados.
El destructivo proceso de erosión constitucional ha entrado en una nueva etapa de peligrosas e impredecibles consecuencias, que no dudamos en calificar de quebrantamiento constitucional dado el desconocimiento de la voluntad popular, manifestado en la elección el pasado 6 de diciembre de una nueva y amplia mayoría política en la Asamblea Nacional a la cual, en abierta violación de la Constitución, írritas decisiones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia le han arrebatado atribuciones de su exclusiva competencia, diáfanamente establecidas en nuestra Ley Superior.
Consideramos que, ante la quiebra del Estado de Derecho que hoy presenciamos, existe una vía genuinamente democrática y constitucional en el recurso electoral del referendo revocatorio. El referendo debe efectuarse este año, pues el pueblo, en ejercicio de sus derechos y en consonancia con el principio constitucional de la democracia participativa, decidirá soberanamente su destino político en esta hora estelar y crítica de la República.
Hacemos votos por la libertad de los presos políticos y por la reconciliación nacional. La solución a la crisis y el consiguiente proceso de transición política debe ocurrir en paz, en democracia y sin exclusión o lucha de clases. Su hoja de ruta es la Constitución; cualquier otro camino agravará los problemas del país, en detrimento de su sufrida población. La Carta Magna es nuestra bandera, es nuestro compromiso.
Los Constituyentes que suscribimos este pronunciamiento nos comprometemos a colaborar con todos los sectores de la sociedad venezolana en la creación de un clima de tolerancia y diálogo, orientado por el valor superior del pluralismo político, que pasa ineluctablemente por la restauración del Estado de Derecho bajo la guía, respeto y vigencia de la Constitución. Asumimos la tarea de defenderla y promoverla, en función del objetivo fundamental que no es otro que el supremo bien de la patria.
Los Constituyentes,
LUIS MIQUILENA
ALLAN BREWER CARÍAS
JESÚS RAFAEL SULBARÁN
PABLO MEDINA
RICARDO COMBELLAS
ERNESTO ALVARENGA
LIBORIO GUARULLA GARRIDO
ALBERTO JORDÁN HERNÁNDEZ
ANTONIO DI GIAMPAOLO BOTTINI
CARLOS TABLANTE
HUMBERTO PRIETO
LEONEL JIMENEZ CARUPE
HAYDÉE BRIZUELA
REINALDO ROJAS
HENRY FALCON
FLORENCIO PORRAS ECHEZURÍA
VIRGILIO AVILA VIVAS
JESÚS TEODORO MOLINA VILLEGAS
GILMER VILORIA
FROILÁN BARRIOS NIEVES
GEOVANNY FINOL FERNÁNDEZ
Prensa: AN