De la mano de la cineasta venezolana Andreína Gómez, este año comienza la filmación de la película sobre la eximia pianista venezolana Teresa Carreño. Se espera el estreno en septiembre de 2017, en el marco del centenario del fallecimiento de la Carreño.
La primera vez que Andreína Gómez (Caracas, 1981) se tropezó con Teresa Carreño fue en primaria, cuando solo leyó que era una importante pianista de Venezuela.
Luego, con el teatro emblemático de Caracas. Por último, en el marco de un trabajo de campo de antropología (Etnología), fue cuando la cineasta decidió que era el momento para hacer una película, documental, sobre Teresa Carreño.
Hizo una encuesta, y determinó que el 70 por ciento de los consultados no sabía quién era la pianista. Así que, sin más, se puso a trabajar en el guión hace ocho años, y ahora, en septiembre de 2016, comenzará la filmación de su primer largometraje: Teresita y el piano.
Para Andreína Gómez, la pianista ya es alguien de confianza, a la que se refiere, sencillamente, por su nombre de pila, Teresa.
“Estamos en esto desde hace ocho años”, y comenta que en 2013 obtuvo el premio otorgado por el Fondo de Desarrollo de Ibermedia (España).
“Aplicamos al premio que es de coproducción, y también al Fondo de Cine de Colombia, y también tenemos una estrategia de campaña crowdfunding para solicitar fondos de donación”, añade.
Para ello, la cineasta señala que están disponibles los links para recibir las donaciones, en Indiegogo y en la propia página de Teresita y el piano.
“No he abandonado la idea de hacerlo así. Vamos a lograrlo, no me preguntes cómo, pero lo vamos a lograr”, y promete que para septiembre de 2017 estará la película en las pantallas de las salas de cine, aunque ella hubiera preferido que fuera en junio, para que coincidiera con el centenario del fallecimiento de Teresa Carreño.
Mirada desde el siglo XXI
Para realizar la película, “se hizo toda la investigación de corte histórico, poniendo relevancia en los momentos de Teresa. Estoy trabajando con seis personajes actuales que van a vivir sus propias vidas y cómo se enlazan con la vida de Teresa”.
Además, cuenta con la asesoría de musicólogos, en especial, las investigaciones realizadas por Mario Milanca Guzmán.
Y algo sumamente importante que recalca la realizadora, es que “no es una película de ficción. Es un documental. Cada personaje vive su actualidad, su propia vida. Cada una de ellas tiene o ha tenido una relación directa e intrínseca con la historia de Teresa Carreño de alguna manera”, agrega.
Describe que, por ejemplo, para la etapa de Venezuela escogió a Selene Quiroga, “ella se graduó en la Universidad Católica Andrés Bello, en periodismo, e hizo su tesis sobre Teresa, que es una obra de teatro en honor a la pianista. Ella misma también es pianista, formada en el Colegio Emil Friedman. Luego está Clara Rodríguez, pianista venezolana que vive en Inglaterra, y que tuvo la dicha de grabar la obra de Teresa. Ella es catedrática, pedagoga, responsable de un concurso infantil de piano ‘Teresa Carreño’ desde hace años”.
Continúa su recuento con la pianista de Alemania, Alexandra Oehler, “ella ha hecho tres discos de Teresa Carreño, y ha escrito más de diez artículos sobre Teresa cuando vivió allá. Voy a grabar sus vidas, sus labores”, explica.
Describe la participación de la niña franco-venezolana Cecilia Droyer-Lau Pérez, para explicar el paso de la pianista en Francia.
“Teresa vivió en París entre los 12 y los 16 años, fue una etapa muy crítica. Las composiciones más brillantes las hizo allí. Cecilia descubre la vida de Teresa en París”.
Igualmente con la pianista en La Habana, Claudia Lastra Vila, quien estudió con profesores que fueron alumnos de los maestros Ignacio Cervantes y Nicolás Ruiz Espadero, y estos, a su vez, formados por Louis Moreau-Gottschalk, a la sazón uno de los profesores de Teresa Carreño, y “así se cuenta cómo ellos fueron la influencia directa de Teresita Carreño en La Habana de 1865”.
Por último, Andreína se vale de otra venezolana, pero no pianista, la trompetista Linda Briceño, quien relatará la relación de Teresa Carreño en Nueva York: “En el 2014, por tomar posición pública como artista internacional contra el actual gobierno, Linda se exilia en Nueva York. Allí descubre que se encuentra con la etapa vivida por la niña Teresita Carreño cuando involuntariamente y por razones políticas, su padre Manuel Antonio Carreño fue exiliado del país, y emigran a Nueva York en 1860, e inicia el dolor por el desarraigo de la tierra desde esa fecha hasta su muerte. Linda nos lleva en el viaje de Teresita cuando emigró con su familia”.
¿Cómo suena Teresa?
Andreína Gómez comenta que la película contará con la propia música de Teresa Carreño, sin embargo, “el autor de la banda sonora es Leo Blanco, y también usaremos la música de Teresa grabada por ella, la de artistas que ella tocaba en su repertorio, su música predilecta; que por cierto fue cambiando según los lugares y momentos de su vida”.
Refiere que, por ejemplo, la música en Alemania es más de tipo sinfónico, mientras que la de Estados Unidos son las sonatas de Beethoven y los valses que compuso dedicados a su maestro Moreau-Gottschalk, por ejemplo.
“Cada momento, por país, tiene ese componente musical, que es el registro de Teresa, más la música de Leo Blanco y la de cada una de las mujeres que participan. Por cierto, las protagonistas son mujeres no porque sea una película feminista, sino porque ellas fueron las que estudiaron a Teresa y su legado, y tienen también las influencias musicales que Teresa recibió, y cómo a través de esas influencias ella creó su música”.
El Universal