«Yo hoy firmé un acta donde ratifico mi intención acusatoria. El juzgado abrirá una citación a estas personas que están siendo acusadas, y se inicia el proceso», subrayó el parlamentario por el estado Monagas
Hugo Carvajal, diputado a la Asamblea Nacional (AN) por el Bloque de la Patria, ratificó este miércoles en el Palacio de Justicia, en Caracas, su denuncia contra varios medios de comunicación que promovieron una campaña de descrédito en su contra en el año 2014.
Carvajal explicó que este miércoles firmó un acta en la que ratifica su demanda contra 12 personas, siete son periodistas y tres medios de comunicación, por el delito de difamación agravada continuada.
“Yo hoy firmé un acta donde ratifico mi intención acusatoria. El juzgado abrirá una citación a estas personas que están siendo acusadas, y se inicia el proceso”, subrayó Carvajal, en declaraciones transmitidas a Venezolana de Televisión.
El diputado por el estado Monagas manifestó que este proceso lleva dos años, luego que el parlamentario solicitó un auxilio judicial a un tribunal en ese momento para que comenzara la recolección de pruebas.
Detalló que durante ese tiempo “la Fiscalía recabó las pruebas, se las manda al Tribunal y después de un año me las entregaron. Es por eso que estoy ratificando mi acusación, confiando en la justicia de Venezuela para que estas personas que se encargaron de hablar mentiras y falsedades a mi persona sean sometidos a la justicia”.
En 2014, Carvajal fue privado de libertad por autoridades de Aruba, violando el derecho internacional, en especial, de la Convención de Viena Sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.
Ante estos hechos, medios de comunicación y dirigentes políticos opositores iniciaron una campaña de descrédito en contra del entonces cónsul de Venezuela en Aruba.
Fuente: AVN
El ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas, se reunirá este jueves en Caracas con su colega venezolano, general Vladimir Padrino López, para reanudar las conversaciones sobre seguridad en la frontera y lucha contra el crimen organizado, paralizadas desde octubre, dijeron, este miércoles, fuentes oficiales.
Los ministros dialogarán acompañados de sus respectivas cúpulas militar y de Policía, señaló el Ministerio de Defensa colombiano en un comunicado.
Durante el encuentro, Villegas «aspira a que también se definan operaciones coordinadas cerca de la frontera» en asuntos como seguridad ciudadana y de lucha contra el delito, especialmente el contrabando y la extorsión, agregó la información.
Los pasos de frontera terrestre entre Colombia y Venezuela, países que comparten 2.219 kilómetros de línea limítrofe, permanecen cerrados desde agosto del año pasado por decisión del presidente venezolano, Nicolás Maduro, como parte de su estrategia para combatir a supuestos paramilitares y el contrabando en la zona. EFE
Las elecciones españolas conforman un testimonio de cómo un conglomerado responde a sus necesidades en períodos de incertidumbre. Pese a las predicciones de las encuestas, pese al anuncio del crecimiento inminente de nuevas fuerzas que harían temblar al establecimiento, la voluntad popular prefirió leer a su manera las circunstancias de un agitado teatro y votar en consecuencia.
Las encuestas anunciaban el triunfo del PP, pero sin estridencias. No obstante, la organización del presidente en funciones logró ganar más escaños de los previstos. También predecían el crecimiento de IU Podemos, hasta el extremo de colocarlos en el segundo lugar, pero se equivocaron. También condenaban al PSOE a un lugar subalterno dentro de las preferencias de los votantes, pero siguió en su posición decisiva en materia política. Los estudiosos de la opinión pública calcularon todo, en principio, o pensaron que calculaban todo, menos la madurez de los ciudadanos comunes y corrientes que han aprendido lo que tienen que aprender sobre sus conveniencias y sobre sus necesidades desde la desaparición del franquismo.
¿Qué hicieron los españoles en los últimos seis meses? Analizar la conducta de los líderes que se aferraban a sus intereses, mientras le cerraban la puerta a la posibilidad de una nueva legislatura. Observar las posiciones equívocas, la lluvia de declaraciones tornadizas, los hermetismos que dejaban de serlo al día siguiente, es decir, una irresolución que terminaría por perjudicar, quizá de manera profunda, los logros de una democracia maltrecha que necesitaba, no solo parches, sino también remedios de urgencia.
¿Los resultados electorales se relacionaron con la decisión inglesa de abandonar la Unión Europea? ¿Remojaban las barbas, después de que ardieron las del vecino? Un sondeo de última hora, seguramente más acertado que los anteriores, señala una verdad elocuente: más de 50% de las familias españolas no sólo desconocía los resultados del referendo británico, sino que, aunque parezca extraño, ni siquiera sabían que se había realizado. En consecuencia, su sensibilidad fue doméstica, como domésticas eran sus incertidumbres y sus urgencias. De allí la trascendencia del voto que depositaron en las urnas, no tan masivo como pudo ser, pero lo suficientemente relevante para ordenar un comportamiento sensato de sus líderes, para clamar por el cese de las posturas particulares en beneficio de lo nacional.
Los partidos políticos de España tienen ahora la obligación de llegar a un acuerdo para la inmediata integración del nuevo gobierno. De lo contrario, corren el riesgo de que la fe en la democracia descienda a escalas más bajas y preocupantes. Lo que es peor, corren el riesgo de quedar en las manos de “soluciones” de última hora que han sido desechadas, pero que siguen pendientes de su presa. Se espera que la sensatez de los jefes de los partidos corresponda a la madurez de los electores. Es lo que deseamos desde aquí a una sociedad tan entrañable y tan cercana.
Editorial de El Nacional