Un resfrío siempre es desagradable, peor aún si es algo más complicado como una gripe o influenza. Y aunque es posible aminorar los síntomas con paracetamol, ibuprofeno o antigripales ojalá siempre recetados por un médico, también hay algunos recursos caseros que puede ayudarte a aliviar el molesto dolor de cabeza o de garganta, la congestión nasal o la tos que suelen acompañar a estos cuadros.
Healthline.com, un sitio dedicado exclusivamente a temas de salud, recomendó los siguientes remedios caseros para cuando un resfrío rebelde toca a tu puerta. ¡Toma nota!
1.- Sopa de pollo: Varios estudios científicos han demostrado que la sopa de pollo no solo ayuda a levantar el ánimo cuando se atraviesa por un resfrío. Según una investigación publicada en “American Journal of Therapeutics” en 2013, la carnosina, un antioxidante que el pollo contiene en grandes cantidades, es muy útil durante las primeras etapas del resfrío, ya que ayuda al organismo a combatir la infección. Por su parte, un estudio publicado unos años antes en la revista “Chest”, señaló que la sopa de pollo hace más lento el movimiento de los neutrófilos (un tipo de glóbulo blanco) en el cuerpo, por lo que éstos se quedan concentrados en las zonas donde más se necesita su trabajo.
2.- Jengibre: Es reconocido como el alimento medicinal más completo, ya que tiene múltiples propiedades, entre ellas antibióticas, antiinflamatorias y antibacterianas. Lo mejor para el resfrío, sobre todo para aliviar la tos y el dolor de garganta, es tomarlo con agua caliente e incluso mezclado con miel y limón. Eso sí, si tienes fiebre debes tener cuidado, ya que el jengibre es un alimento termogénico, es decir, aumenta la temperatura del cuerpo.
3.- Miel: Este fluido dulce y viscoso producido por las abejas es aséptico y tiene algunas propiedades antibióticas. Ayuda a suavizar la garganta y también a aliviar la tos nocturna, según lo demostró un estudio publicado en 2012 por la revista “Pediatrics”. Sin embargo, es importante tener presente que si bien la miel es un producto saludable, no es de libre consumo para todos. De hecho, no debe ser consumido por quienes tengan resistencia a la insulina o diabetes, ni menores de 2 años. Conoce más acá.
4.- Ajo: Es famoso por fortalecer el sistema inmune, y tener propiedades antivirales, antifúngicas y antibacterianas gracias a la alicina, su principio activo y que también está presente en la cebolla, los cebollines y los puerros. Según estudios, el consumo habitual de ajo no solo reduce los síntomas del resfrío, sino que además previene su aparición.
5.- Echinacea: Esta planta derivada de las margaritas, es una gran fortalecedora del sistema inmunológico, ya que protege a las células de las agresiones víricas, y tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas. Asimismo, es rica en flavonoides, los que ayudan a reducir la inflamación. De acuerdo a los resultados de un meta-análisis publicado en la revista científica “The Lancet”, esta hierba medicinal es capaz de reducir la incidencia y duración del resfrío común. Puede tomarse en forma de té o como suplemento (se encuentra en farmacias de productos naturales).
6.- Vitamina C: ¿Quién no ha tomado una limonada caliente cuando está resfriado? Sin duda, esta bebida es al remedio casero más usado para aliviar síntomas como congestión, dolor de cabeza, de garganta o tos, entre otros. Claro, porque el limón es una riquísima fuente de vitamina C, la cual es famosa por fortalecer las defensas. ¿Dónde más se puede encontrar? Los cítricos en general contienen mucha vitamina C, pero también los vegetales de hojas verdes -como el kale-, los pimentones (los amarillos son los que tienen más) y algunas berries como las frutillas, las frambuesas y los arándanos
7.- Probióticos: Son bacterias y levaduras vivas que son buenas para la salud, en especial para el sistema digestivo. ¿Por qué, entonces, pueden ser beneficiosas para los resfríos? La respuesta está en que un consumo adecuado de probióticos ayuda a reponer las bacterias “buenas” del intestino, manteniendo así una óptima flora intestinal, capaz de resistir el efecto de algunos antibióticos o de ciertas infecciones y enfermedades invernales. Los probióticos pueden ser consumidos en forma de cápsulas o bien en los alimentos. En este sentido, el yogurt es una excelente fuente de ellos, aunque es recomendable leer el etiquetado para confirmar que los contienen.
8.- Agua salada: Una investigación realizada por la Escuela de Salud Pública de Kyoto, Japón, demostró que hacer gárgaras con agua salada ayuda a prevenir las infecciones del tracto respiratorio superior y, además, a disminuir la severidad de los síntomas del resfrío. ¿Cómo utilizarla? Se debe disolver una cucharadita de sal en un vaso de agua ,y luego hacer gárgaras con ella alrededor de la boca y en la garganta para, finalmente, escupirla. La solución salina también se puede utilizar para la congestión nasal, ya que reduce y suelta las mucosidades que contienen bacterias y alérgenos. En este caso, es importante que el agua que se utilice esté hervida.
9.- Ungüentos mentolados: Sin duda la congestión nasal, especialmente durante la noche, es uno de los síntomas más desagradables de los resfríos. Para aliviarla, un buen consejo es hacer friegas en el pecho y en la espalda con ungüentos mentolados, y luego aplicar una compresa tibia, como por ejemplo un guatero de semillas. Esto ayudará a que los vapores suban por la nariz y la dilaten, permitiendo que el aire pase y se logre un buen dormir. Eso sí, es importante tener cuidado con los niños menores de 2 años -en realidad, no deben usarse en ellos-, así como tampoco deben aplicarse directamente en las fosas nasales.
10.- Humidificadores: Mantienen la humedad en el aire, lo que además de dificultar la diseminación de los virus, ayudan a que quienes están resfriados respiren mejor. Su único inconveniente es que deben mantenerse limpios -ojalá asearlos a diario- para que el agua que utilizan no se convierta en un ambiente propicio para el crecimiento de moho y bacterias.
FUENTE: El Mercurio
