El órgano sexual femenino necesita un aseo específico respecto al resto del cuerpo para evitar la proliferación de gérmenes. ¿Cuáles son los actos buenos y los que hay que evitar? Esta es, para muchas, la gran pregunta de su higiene diaria. Geles específicos, recomendaciones confusas, consultas contradictorias… Seguro que has oído y leído mil cosas diferentes sobre qué debes y qué no debes hacer, y por eso vamos a tratar de esclarecer un poco las diferentes dudas que suelen surgir. Aprende lo que debes hacer en tu día a día o antes y después de practicar sexo, por muy variado que este sea…

Qué debes hacer para tener una higiene íntima intachable

– Cámbiate de ropa interior cada día, y usa mejor los culottes en lugar de tangas, ya que estos últimos favorecen los frotamientos y por lo tanto el desarrollo de micosis. Olvida también los tejidos sintéticos, propicios a la maceración, y utiliza preferiblemente lencería de algodón 100%.

– Lava, de forma habitual, la ropa interior a 40º.

– Durante las reglas, cámbiate la protección periódicamente, intenta cambiar el tampón cada 4 horas y nunca excedas de las ocho.

– No abuses de los tejanos y los pantalones muy ceñidos, provocan irritación.

– Tras ir al baño, límpiate de adelante hacia atrás para evitar la transmisión de bacterias.

– Lávate las manos antes y después de cualquier contacto con la vagina.

– No lleves el traje de baño mojado demasiado tiempo: la humedad favorece la proliferación de las bacterias.

– Consulta regularmente a un ginecólogo, una revisión anual es indispensable para prevenir y detectar infecciones eventuales.

El aseo íntimo, ¿con qué frecuencia?

 
Para evitar la proliferación de microbios en esta parte del cuerpo, conviene lavarse una vez al día. Atención, hablamos de aseo externo (vulva, labios y clítoris) únicamente, porque el interior de la vagina autolimpia. Puedes lavarte hasta dos veces en caso de calor y de sudor excesivo, pero no más. Lo mismo durante la regla. También se recomienda un aseo después de cada relación sexual. Por último, sécate con una toalla limpia después de la ducha para eliminar cualquier resto de humedad. Si quieres saber si mantienes relaciones sexualesseguras, este test te ayudará.

Cómo elegir un producto de higiene íntima

La vagina protege un conjunto de bacterias llamado la flora, cuyo equilibrio conviene respetar. Por lo tanto, es importante desterrar los productos decapantes y desinfectantes, demasiado agresivos, y ni hablar de utilizar el gel de ducha habitual. Escoge un gel suave, sin jabón, sin perfume, con pH neutro, que respete la acidez natural de la vagina. En farmacias o grandes superficies encontrarás un buen número de productos especialmente formulados para la higiene íntima. Utiliza el que mejor vaya contigo, ya que la variedad de aromas y tipos es muy amplia.

Por otro lado, evita aplicar todo tipo de productos de belleza sobre esa zona: desodorante, aceites y otras cremas.
En cuanto a las toallitas, puedes utilizarlas de cuando en cuando, siempre que sean suaves y sin alcohol. Hoy en día las hay también específicas para la higiene íntima incluso en tamaños pequeños que puedes llevar en el bolso para cualquier ocasión.

Cuidado con el lavado vaginal después de practicar sexo

Aunque parezca una práctica de otro siglo, hay quien hoy en día cree que lavarse bien después del coito puede reducir el riesgo de un embarazo no deseado. Pues bien, esto no es solo totalmente ineficaz sino que favorece el desarrollo de micosis e infecciones como la vaginosis. De hecho, esta limpieza interna puede romper el equilibrio de la flora vaginal, cambiando su pH, por lo que no es nada recomendable.

En este sentido, conviene recordar para finalizar que hay que tener mucho cuidado con el exceso de limpieza. Puedes hacerte una ducha vaginal al mes, con agua clara, después de la regla, pero el resto del tiempo solo haz uso de la higiene externa, lo cual es necesario para mantenerte perfecta y con un cuidado óptimo.

EnFemenino

Además de las palabras, los gestos y ciertos movimientos revelan si una persona dice -o no- la verdad

Más de una vez hemos dicho alguna que otra mentirita blanca, quizás para quedar bien o para dar una excusa. Sin embargo, existen otras con el potencial de herir profundamente a alguien o, incluso, generar problemas graves en la oficina, casa de estudio o en las finanzas personales. ¿Quieres saber si te están mintiendo? Sigue leyendo y haz un check mental cuando te asalten las dudas:

En  3 era. persona. Los mentirosos tienen a hablar evitando en lo posible el “Yo”, ya que éste no les permite distanciarse de la situación ni de las responsabilidades. Por ejemplo, compara entre estas frases: “La presentación no salió como debía por varias fallas técnicas”; y “La presentación no fue exitosa, pero yo no tuve que ver con los fallos”. Mientras más impersonal sea, mayores probabilidades hay que te estén mientiendo.

Lenguaje complicado. Otro de las señales es que las historias de quienes mienten son muy elaboradas, rimbombantes y plagadas de detalles. Esto, según estudios psicológicos, es para minimizar las preguntas que se le puedan hacer, pero tiene una obvia debilidad: cada vez que mencionen el tema, le agregarán o restarán ideas, es decir, nunca será igual.

Negatividad. Esta señal tiene que ver más con la culpa subconsciente que se siente. Así que atención cuando estás hablando con alguien y comienza un melodrama y no deja de disculparse por no haber cumplido con su asignación u olvidar llamarte en tu cumpleaños.

Si bien ninguna de nosotras es santa, tomarse unos segundos y analizar lo que nos dicen pueden ayudarnos a saber si estamos escuchando una novela de ficción o la pura verdad.

Eme de mujer

Recuerdo muy bien ese dicho en la prepa: “vamos a tomarnos un break” o “estamos en un break”… Antes era el previo del rompimiento oficial, ahora es un concepto que hasta los psicólogos recomiendan. Pero ya en serio, tomarse un descanso de una relación… ¿realmente funciona?

Abre puerta a muchos problemas de comunicación: A menos que hayan quedado claros los términos para el break, es obvio que no podrán verse, platicar o tratar de resolver sus problemas durante ese descanso. ¿Y si te entran dudas? ¿Y si tratas de resolverlas tú misma? Sólo tú sabes qué creará tu mente.
Hará el rompimiento mucho peor: A ambos les da la falsa esperanza de que lo suyo va a funcionar, pero si están teniendo problemas muy fuertes, es posible que no puedan lograrlo. Gracias al break, sufrirás de 2 superaciones igual de dolorosas.

No resolverá nada: Terminando el break se sentirán súper bien en pareja, después de todo se extrañaron, y parecerá que sus problemas hayan desaparecido de la nada, pero después de unos días, notarán que realmente no resolvieron nada. Dale un par de semanas más para que regresen a lo mismo. Las personas no cambian después de un una pequeña

separación.

Si regresan, ese break será una parte triste de su historia: Esos días en los que estuvieron aislados será un mal recordatorio del peor momento de su relación. A veces te ayudará a sentirte mejor, pero en ocasiones te recordará lo mal que estuvieron y que bien podría repetirse nuevamente.

Podría hacerte resentir a tu pareja: Si el otro fue quien recomendó el descanso (sin que tú lo quisieras), te sentirás confundida y resentida si lo llevan a cabo. ¿Por qué quiere un break? ¿De verdad quiere terminar contigo? ¿Tan mal están las cosas? ¿Qué no te está diciendo?

Es inmaduro: Si quieres terminar con alguien, no lo postergues, ¡hazlo! No tomes pasito a pasito, sé un adulto, crece, identifica tus emociones y lo que quieres hacer y toma una decisión.

Si necesitas tiempo, es posible que no te interese la persona: De nuevo, simplemente termina la relación. Como en los videojuegos, no puedes tan sólo ponerle pausa a la relación. Así no funcionan las cosas.

Un simple descanso no será suficiente: Si el break es tu forma de ‘trabajar en ti misma’, para ser una mejor novia, perdón, pero 2 semanas no será suficiente para lograrlo. El cambio sucede lentamente y deberías mejor romper con esa persona a forzar algo que simplemente no va a suceder.

Eme de mujer

Conoce otro beneficio del matrimonio…

Hoy más que nunca, cientos de personas están evitando el matrimonio. Pero de acuerdo con nuevos hallazgos, puede haber un beneficio para la salud de llegar al altar.

 
En un estudio reciente, los investigadores analizaron los registros médicos de 25,000 pacientes de los hospitales en el norte de Inglaterra entre enero de 2000 y marzo de 2013, según The Guardian.

¿Su descubrimiento? Las personas casadas tienen más probabilidades de sobrevivir a unataque al corazón que los divorciados y las personas que nunca se casaron. Las personas casadas tienen un 14% menos de probabilidades de morir de un ataque al corazón que las personas que nunca se casaron, según el estudio.

Por otra parte, las personas divorciadas tienen 7% más de probabilidades de morir de un ataque al corazón que las personas que nunca se casaron.

Las personas casadas, así como las personas que viven con una pareja, también parecen recuperarse de ataques al corazón más rápidamente. Se quedaron en el hospital durante un promedio de seis días después de un ataque al corazón. Un día menos que las personas divorciadas, y dos días menos que las personas solteras.

Debes tomar en cuenta que un acta de matrimonio no va transformar mágicamente tu salud en general. Por el contrario, los resultados probablemente se reducen a las circunstancias que rodean a un a relación de largo plazo.

 
«Lo que es importante para el bienestar y la salud física es la presencia de una relación estable y amorosa que proporciona apoyo social mutuo, en lugar del matrimonio per se,» dijo a The Guardian Kate Bennett, una psicóloga de la Universidad de Liverpool, que no participó en el estudio.

¿Qué piensas de este descubrimiento?

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