Las relaciones de pareja requieren de dar y recibir, cuando le damos tiempo, consideración, cuidado y amor a nuestra pareja, esperamos lo mismo de su parte. Pero la realidad es que las personas somos muy diferentes, algunos esperan dar menos y otros más. Pero para que la relación funcione y encuentren el punto ideal para los dos, necesitan comunicarse, ser claros y no pretender que el otro adivine lo que pensamos.

 
Más allá de ceder o no con determinadas cosas, hay aspectos que siempre deben estar presentes en una relación, ¡presta atención!

#6 Consideración

 
Estar en pareja significa ser considerado con el otro, eso quiere decir tomar decisiones en conjuntos, tomar en consideración los sentimientos del otro y trabajar en equipo como pareja.

 
Una relación requiere de dos personas y los dos deben estar involucrados en fortalecer el vínculo.

#5 Tiempo

Todos tenemos metas y objetivos de trabajo o estudio que nada tienen que ver con la pareja, pero es fundamental encontrar el balance entre las responsabilidades y la vida amorosa si quieres tener una relación feliz.

 
Si no puedes pasar mucho tiempo con la persona que amas, necesitas decirlo, no se trata de pasar todo el tiempo con él pero sí poder pasar tiempo de calidad que les permita compartir, crecer y conectarse.

#4 Empatía
 

 
A veces tendemos a ser egoístas o vemos las cosas desde nuestro punto de vista sin dar lugar a considerar los sentimientos del otro. Pero estar en una relación significa ponernos en los zapatos de la persona que amamos.

La empatía es clave en una relación exitosa y algo que debemos recordar cuando nos dejamos llevar por trivialidades. Los dos tienen que intentar siempre de entender lo que el otro siente, ¡no lo olvides!

#3 Interés
 

En las relaciones siempre se experimentan obstáculos, diferencias, momentos de crisis y momentos de gran felicidad. Pero es fundamental que el interés en la pareja nunca se pierda. Si descuidan lo que sienten, el tiempo en la pareja y la comunicación, no podrán tener una relación exitosa. Mantenerse interesados con el paso del tiempo es clave para enfrentar cualquier problema y salir airosos.

#2 Novedad
 

Las relaciones necesitan de la novedad. Cuando todo permanece igual, a pesar de los sentimientos que tengamos, la relación se torna aburrida. Son la expectativa, la novedad y el interés los que hacen que la relación sea exitosa.

Si sientes que las cosas se vuelven repetitivas o que tienden a tener la misma rutina, busca la manera de salir de la zona de confort y propone algo diferente.

#1 Esfuerzo
 
Ninguno es perfecto, todos cometemos errores y es común tener diferencias en una relación. Pero lo fundamental es el esfuerzo que los dos hagan para mantener la relación, para entender y atacar los problemas y disfrutar de una relación feliz.

No todo funciona solo con amor, se necesita esfuerzo, voluntad y trabajar duro en la relación para que tenga éxito.

No hay relaciones perfectas pero sí hay relaciones felices, siempre y cuando haya una comunicación, un interés y muchas ganas por parte de los dos de estar juntos, resolver las diferencias y entenderse y ayudarse mutuamente. ¿Coincides?

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¿Cómo mira?

 
Ese chico te interesa si no deja de mirar a su alrededor, de barrer la fiesta con la mirada. ¡Está deseando conocer a una chica! Los hombres solteros se muestran abiertos y suelen escudriñar el entorno inmediato en busca de posibles candidatas con las que poder hablar o entablar una relación. No es para ti si se muestra insociable y esquivo, si no se separa de su grupito y parece que no le interesa el resto del planeta. Cuando un hombre se muestra inabordable, probablemente ya está comprometido.

¿Cómo sonríe?

 
Si sonríe discretamente, sin quererlo las comisuras de sus labios apuntan hacia arriba. Esto quiere decir que se siente atraído por ti y está deseando conocerte mejor. Este gesto es  síntoma de cierta timidez, así que te conviene ir despacio, sin avasallarle. Si sonríe descaradamente, posiblemente no te toma en serio y solo busca pasar un buen rato. Cuando sentimos un flechazo, nos sentimos intimidados, la timidez es una buena señal.

¿Cómo se acerca?

 
Si dirige su torso hacia ti, de frente, es buena señal, incluso si está hablando con sus amigos y parece que no te hace caso. Fíjate bien en la postura, tal vez es tímido y no quiere resultar evidente. La apertura de su cuerpo dice mucho más que sus palabras. Si cruza los brazos cuando habla contigo, mala señal, indica cerrazón. No le interesas ni tiene intención de abrirse o acogerte en su vida. Este tipo de barrera física suele emitirse de manera inconsciente y quiere decir que no eres bienvenida.

 
¿Cómo se mueve?

 
Te interesa si inclina los hombros cuando te mira o se dirige hacia ti. Este gesto quiere decir que siente ganas de cuidarte. Si su cuerpo se pliega en tu dirección, significa que quiere envolverte, es un deseo inconsciente. Por el contrario, si encoge los hombros cada dos por tres, suele ser señal de falsedad, seguramente esté ocultando que sale con otra chica, y de esa manera inconsciente, se disculpa por ello. Tampoco te fíes demasiado si se rasca la cara recurrentemente.

¿Cómo te observa?

 
Si al mirarte inclina la cabeza un poco hacia un lado, quiere decir que le gustas y que le gustaría conocerte mejor. En cierta manera, ese gesto significa ternura y romanticismo, ese chico es de fiar. En cambio, si cada vez que entabláis contacto visual, su mirada pasa de largo sin detenerse, es que no tiene ni el más mínimo interés. No hay herramienta más directa que la mirada para mostrar interés, ni mejor manera de conocer a alguien.

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«Vamos a hablar claro: una mujer puede gastarme bromas sobre cómo visto o sobre mi costumbre de intentar meter el estómago cuando se acerca a mí. De acuerdo, no me importa. Yo soy uno de esos chicos que tiene sentido del humor para hacer –y recibir- bromas. Sin embargo, debo reconocer que hay algunas cosas de las que yo no quiero que se burle ninguna mujer. Ni yo, ni ningún otro hombre… Por ejemplo, no podemos soportar los comentarios sobre el pelo, la estatura, el salario y sobre todo el tamaño de nuestras dotaciones íntimas. Hacer un comentario sobre una de estas cosas es tan cruel como arrancarnos el corazón y dejarlo expuesto a la vista del público», comenta un chico anónimo.

«¿Queréis saber por qué somos tan sensibles a estos temas? En primer lugar, porque todos ellos son cuantificables y permiten compararnos con otros hombres. En segundo lugar, porque no tenemos ninguna varita mágica para cambiar la realidad. Y por último, porque estas carencias concuerdan con la creencia masculina de que, como ocurre en el sexo y el poder, cuanto menos tienes, pues peor eres…», continúa.

«Es obvio que tener mucho dinero es mejor que tener poco pero además, los hombres creemos que nuestra cuenta corriente refleja nuestra valía personal. Así que hacer bromas sobre nuestro salario es otra manera de cuestionar nuestra virilidad», sigue.

«Si hay algo que a los hombres nos pone sensibleros es el estado del pelo que hay (o queda) en nuestra cabeza. A todos los chicos que conozco les preocupa que un buen día empiecen a perder sus rizos, porque los hombres creemos que si nuestro pelo desaparece, también lo hará nuestra capacidad para atraer a las mujeres», continúa.

 
«Los hombres tampoco podemos hacer nada para cambiar nuestra estatura. Mi padre y mis hermanos miden 1,80. Yo mido diez centímetros menos. Hace unos días a mi amiga. María se le ocurrió bromear con este comentario: “Tus hermanos han sacado la estatura de tu padre. ¿Qué es lo que te ha correspondido a ti?” “El buen carácter”, contesté, dice Mario, 27 años.

«A pesar de que a lo largo de la historia ha habido numerosos hombres bajitos con mucho poder, como Napoleón y… Napoleón. Los estudios demuestran que a los hombres altos se les toma más en serio que a los que miden igual que yo. Además, existe una creencia muy arraigada según la cual la altura masculina guarda una proporción directa con el tamaño de otras partes de su cuerpo. (Por supuesto, todos sabemos que solamente se trata del tamaño de los pies. ¿Pues qué habíais pensado?)», continúa nuestro chico.

«Esto me lleva a la peor situación de todas: los comentarios jocosos sobre nuestra virilidad. A las mujeres os resulta muy fácil burlaros del miembro masculino porque vosotras no tenéis uno y no sabéis lo que se siente. Pero, para que lo sepáis, en nuestra lista de prioridades, nuestro miembro sólo está por detrás de la respiración. Igual que muchos hombres, le tengo mucho cariño a mi pene. Lo cierto es que cuando una mujer hace una broma sobre el pene de un hombre significa que lo está comparando con el de otros varones, seguramente con el de tu ex. Nuestra salud mental no puede resistir este tipo de cosas. Y las facturas del psicólogo».

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