Es posible que en la cama tu hombre sea más rápido que tú. O tal vez tu chico permanece tan callado durante el sexo que a veces has sopesado llamar al 112. En resumen, la situación entre las sábanas deja bastante que desear…

 
Sin embargo, no creas que este es el comienzo del fin y que estas cosas no se arreglan. Tratar temas delicados como los sexuales puede resultar incómodo, eso es evidente, pero mientras os comuniquéis, seáis creativos y activos, podréis solucionar juntos la mayoría de los problemas.

Lo que sigue es una ayudita de parte de Cosmo para que podáis resolver las situaciones sexuales más delicadas y conflictivas, lo cual os permitirá concentraros en lo que realmente importa: disfrutar del mejor sexo posible.

1. “A veces, mi chico no llega al orgasmo. Cuando esto le ocurre, dice que no tiene nada que ver conmigo pero no lo creo”, dice Cristina, 30 años. Si la ausencia de orgasmos no es muy frecuente, no le debes dar demasiada importancia: tu chico se puede condicionar y el problema, que ahora aparece sólo de vez en cuando, se puede hacer crónico por mera sugestión. Es buena idea alternar entre la penetración, el sexo oral y las caricias para que logre el placer la mayoría de las veces.

2. “Mi chico es tan silencioso e inexpresivo que nunca sé si ha llegado al clímax o no, de modo que tampoco sé cuándo parar, lo cual hace que el sexosea un poco raro, la verdad. Fátima, 32 años. Seguramente él no se ha dado cuenta del asunto, de modo que tendrás que incorporar esa pregunta a vuestro diálogo sexual. Dile que te avise cuando esté a punto de terminar para que puedas hacerlo al mismo tiempo que él. De ese modo la conversación será sexy y no incómoda.

3. “El chico con el que estoy saliendo a veces llora mientras hacemos el amor y luego reacciona como si nada hubiera pasado”. Isabel, 31 años. No siempre lo demuestran, pero los hombres también son criaturas emotivas.Es posible que le sobrecoja lo que siente por ti y la intensidad de la situación. Puede ser su forma de expresar su placer y su satisfación, aunque no lo hable después contigo. Muchos hombres todavía se avergüenzan de llorar porque asocian, erróneamente, las lágrimas con debilidad y no con sensibilidad. Pero si realmente quieres saber, pregúntale por qué se emociona tanto.

4. “Mi novio sólo consigue tener orgasmos en una única postura. Al principio estaba bien pero ahora siento que nuestra vida sexual es aburrida”. Marga, 29 años. Probablemente en un momento determinado, esa postura le condicionó porque sintió mucho placer con ella y consideró que era la ideal para hacer el amor. Si hablas sobre ello y le propones experimentar con posiciones nuevas, aprenderá a reconocer que también puede disfrutar de otras maneras. Mientras tanto, podéis ir probando poco a poco con posturas que te den más placer a ti y puedes dejarle terminar de la manera que más le guste a él. Ambos saldréis ganando.

Cosmo Hispano

Los primeros contactos con la familia de tu novio pueden ser, en el mejor de los casos, una dura prueba para los nervios más templados… Por muy simpáticos y agradables que se muestren los padres y los parientes de tu chico, lo más problable es que te estén calibrando en silencio, intentando formarse una opinión sobre si eres digna o no del amor de un miembro de su familia. Pero no conviene alterarse. Sigue estas reglas y conseguirás aprobar, no solo su examen con sobresaliente sino que incluso les obligarás a plantearse la pregunta al contrario: si su adorado chico será verdaderamente digno de una chica tan estupenda como tú.

Habla de él

 
Existe una estrategia eficaz para caerles bien a sus padres: contar historias y anécdotas elogiosas sobre su hijo. Los padres de tu novio están convencidos de que él es una joya, un regalo caído del cielo. Si tú demuestras que compartes esa opinión, quedarán convencidos de que te has dado cuenta del tesoro que tienes y, por lo tanto, querrás conservarlo y no estarás dispuesta, en un futuro, a romperle en trocitos el corazón.

Muéstrate (casi) como eres

 
Por mucho que papá y mamá digan que sueñan con que la novia de su hijo sea dulce y recatada, tampoco quieren que él se vaya a pasar la vida con alguien tan apasionante como un felpudo. Así que, por favor, expresa tus opiniones, gasta bromas y haz todas las preguntas que te parezcan convenientes. Pero eso sí, evita en lo posible tocar los temas peliguados y controvertidos, como pueden ser la política o la religión. O, por la menos, espera para hablar de esas cuestiones hasta que los conozcas un poco mejor y ya hayas tenido tiempo de alabar las dotes de cocinera de su madre.

Adáptate al terreno

 
Sí, hay veces en las que tienes que convertirte en una ovejita más y seguir el rebaño. Todas las familias tiene sus propios ritmos y rituales, y en especial que los aceptes y adoptes si quieres caerles bien. Si tu novio comprueba que estás haciendo un esfuerzo por adaptarte a su familia, él se sentirá más tranquilo y estará dispuesto a invitarte a su casa todas las veces que hagan falta para que su familia descubra los maravillosa que eres.

Cuidado con esas manos

 
No hay ningún problema en que roces con cariño el brazo de tu chico, pero sí lo hay en que le pases la mano por la parte inferior del muslo. Cuando estés con sus parientes, debes comportarte como una “virgen sobrevenida” y no te sorprendas si él te trata no como a una amante sino como a una amiga.

Cosmo Hispano

El clítoris, ese órgano sexual del que todos hablamos y al que damos un valor vital en el sexo. Sin embargo, aún nos queda mucho que descubrir sobre él. Te lo contamos:

1. Tiene más profundidad de lo que pensábamos

 
Siempre hemos pensado que el clítoris era el extremo superior de la vulva pero estábamos totalmente equivocadas. Este órgano se extiende hacia el interior y cuenta con toda una estructura de ramificaciones, nervios y piel.

2. Se le atribuye erróneamente el nombre de punto G

 
En realidad, el punto G no se corresponde solo con el órgano externo que vemos. Numerosos estudios avalan que nuestro cuerpo sufre cambios durante el sexo. Con la fricción, las paredes vaginales y las ramificaciones nerviosas del clítoris se excitan y, por ello, se tiende a pensar que el clítoris es el punto G.

3. No toda la estimulación del clítoris es placentera

 
Este órgano sexual cuenta con más de 8.000 terminaciones nerviosas y, por ello, los orgasmos femeninos son más intensos que los de los hombres. Sin embargo, esto puede jugar en tu contra ya que no toda estimulación genitalpuede llegar a ser placentera.

4. Puede variar en tamaño y grosor

 
Al igual que el pene, nuestro clítoris puede tener diferentes tamaños. Cualquier forma y medida es normal, a menos que experimentes dolor cuando lo estimules. En ese caso, debes acudir al ginecólogo para que lo examine.

5. El tamaño y el placer no están unidos

 
Por mucho que tu clítoris sea pequeño no quiere decir que sientas menos placer que si fuese más grande. Eso depende de la estimulación y de tuapetito sexual, nunca del tamaño o forma de este órgano.

6. No todos los orgasmos dependen de él

 
Hay mujeres que solo experimentan placer y llegan al clímax si se les estimula el clítoris. Otras, en cambio, no consiguen llegar al orgasmo sin penetración. Cada mujer es un mundo y, para descubrir qué les produce placer, necesitan experimentar.

Vía Cosmopolitan.com

¿Por qué los chicos están tan obsesionados con el agujero trasero de las mujeres? Frank Kobola, redactor de Cosmopolitan.com nos da las 5 razones que explican su especial atracción por esta parte de la anatomía femenina en general y por el sexo anal en particular.

1. La sensación es totalmente diferente a la del sexo vaginal

 
La situación es la siguiente: te enteras de que tu pareja tiene un segundo pene que nunca utilizáis para el sexo y sabes que podría proporcionarte sensaciones diferentes durante el coito. ¿No te gustaría probarlo? Sin embargo, tu chico te dice que no quiere hacerlo porque le dolería y porque él usa ese pene para hacer caca. Vale, dicho así no suena nada atractivo pero es la mejor manera de expresarlo.

2. Es como el Pumpkin Spice Cafe Latte, ¡toda una novedad!

 
La gente está loca por este café con leche especiado con calabaza porque es una novedad. Si fuera algo normal, nadie haría cola delante de un Starbucks por este café tan cool (y caro). El sexo anal es así. No es algo que venga en el menú todos los días así que, cuando está en la carta, los chicos se mueren por poner su pene en ese rico Pumpkin Spice Cafe Latte o lo que es lo mismo, en tu tracero.

3. Se considera tabú sin ser raro

 
El sexo anal es como cuando tu madre puritana se suelta la melena y se bebe dos margaritas estando de vacaciones. Con el sexo anal no os estáis vistiendo de cuero ni dándoos azotes con una fusta pero sí que resulta travieso. Es lo suficientemente obsceno sin estar fuera de control. Y, de ahora en adelante, vas a pensar en tu madre bebiendo margaritas cuando estés al tema.

4. No todo el mundo ha estado allí, es como el Everest

 
No, no importa la cantidad de chicos con las que te hayas acostado porque probablemente no hayas tenido sexo anal con todo ellos. No está mal pensar que tu vagina es el club y tu culo la zona VIP. A ver, que no es por diferenciar entre salir de fiesta a un bar normal o ir a un garito secreto pero, para ellos, es agradable pensar que son únicos.

5. Es como comer caviar o langosta, un símbolo de estatus

 
Igual que hay gente que come caviar solo para demostrar que es rica, los chicos, a veces, piden sexo anal por sentirse exclusivos. A algunos, la idea del sexo anal ni les atrae pero lo prueban para luego decir que lo han hecho.

Vía: Cosmopolitan.com

Las cosquillas pueden ser un buen método de tortura o una herramienta de sexo intenso. Una teoría sugiere que los humanos se vuelven “cosquilludos” como respuesta a los insectos que caminan por la piel, pero en el contexto correcto (y el que más nos gusta), esa sensación puede transformarse de un “Detente” a un “Dame más”.

Caliéntate: Querrás que las cosquillas te exciten, no que inflamen tu piel o la irriten. Así que asegúrate de que tu pareja ya está excitada antes de darle cosquillas. Empieza con una estimulación manual, oral o un masaje y haz la transición poco a poco. Lo importante es eliminar las inhibiciones de tu pareja y sensibilizar su piel al tacto.

Juega: Una vez que tu pareja esté caliente, desliza tus dedos suavemente en sus zonas erógenas. Entonces ya puedes empezar a jugar: pídele que te cuente con detalle una de sus fantasías más eróticas… si no lo hace, tus dedos no se detendrán. Ya que se haya confesado, estará tan excitado por su revelación, que pensará en muchas otras alternativas de estimulación.

Ponte ruda: ¿Sabías que las cosquillas y el sado van de la mano? De hecho, las cosquillas son una excelente herramienta cuando las combinas con algo ligero como vendar los ojos o un juego de luchitas eróticas. Asumiendo que estén dispuestos a hacerlo, podrían usar las cosquillas como método de tortura.

 
Intervalos orales: Una vez que estén listos, haz intervalos de 30 segundos de cosquillas con 30 segundos de sexo oral o penetración. Esta estrategia es increíblemente buena para elevar los niveles de excitación… y es que ofrece 2 sensaciones tan diferentes, que podrán llegar al orgasmo fácilmente.

Cero manos: Los dedos de tu mano no son la única herramienta a tu disposición para hacer cosquillas. ¿Qué tal una pluma, una brocha de maquillaje o un cepillo de dientes (que ya no usas)? De vez en cuando está bien experimentar con diferentes técnicas y sensaciones.

Eme de mujer