Un equipo de investigadores españoles ha logrado crear ratones con telómeros -extremos de los cromosomas- más largos de lo normal y con menos signos de envejecimiento molecular, y lo ha hecho sin manipular sus genes, que hasta ahora era la técnica habitual.
El estudio, realizado por el grupo de Telómeros y Telomerasa del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en colaboración con la Unidad de Ratones Transgénicos del mismo Centro, fue dirigido por María A. Blasco y Elisa Varela, y se publica hoy en la revista científica Nature Communications.
Los científicos del CNIO crearon ratones con telómeros hiperlargos y con un menor envejecimiento molecular, con una nueva técnica basada en cambios epigenéticos, lo que supone un avance importante para la medicina regenerativa.
Los telómeros, situados en los extremos de los cromosomas, son los encargados de proteger la información genética del organismo y de mantener el estado juvenil de nuestra células.
Cada vez que una célula del cuerpo se divide, copia el material genético (el ADN) de los cromosomas, pero en cada división celular, los telómeros se acortan hasta que llega un punto en que son tan pequeños que se vuelven tóxicos para la célula, que deja de replicarse y es eliminada por el organismo.
Ese daño celular se va acumulando con el tiempo (envejecimiento) y, al final, aparecen las enfermedades.
Por contra, cuando los telómeros tienen una longitud extra -cosa que logró por primera vez el grupo del CNIO con una enzima llamada telomerasa- protegen contra el envejecimiento y las enfermedades asociadas a él, alargando significativamente la vida de los ratones.
En 2009, investigadores del CNIO describieron cómo el cultivo in vitro de células pluripotentes iPS (capaces de transformarse en cualquier tipo de célula como las madre) provocaba el alargamiento de los telómeros hasta generar «telómeros hiperlargos».
Dos años después, una nueva investigación dirigida también por Elisa Varela explicaba que este fenómeno también ocurría de forma espontánea en las células madre embrionarias cultivadas in vitro, cuyos telómeros crecían hasta el doble de la longitud normal.
El trabajo publicado hoy en Nature Communications va un paso más allá y demuestra que estas células dan lugar a ratones con telómeros hiperlargos, y que envejecen más despacio.
El estudio ha comprobado que las células con telómeros hiperlargos de estos ratones parecen ser perfectamente funcionales.
Para Varela y Blasco, se trata de «una prueba de concepto de que es posible generar tejidos adultos con telómeros más largos de lo normal en ausencia de modificaciones genéticas».
El estudio podría ser una ventaja en el campo de la medicina regenerativa.
El siguiente paso en el que ya trabaja el CNIO será «generar una nueva especie de ratón que tenga los telómeros de todas sus células el doble de largos de lo normal», para determinar, entre otras cosas, si estos animales vivirían más tiempo y con menos cáncer, explican Blasco y Varela.
GV