Felipe Hernández Trespalacios, unos de los fiscales que conoce del caso de María Lourdes Afiuni arremetió contra la Juez en plena audiencia de juicio cuando sus abogados solicitaron el cese de las medidas cautelares que pesan en su contra.
En la audiencia de continuación del juicio seguido contra Afiuni y celebrada el día de hoy, el funcionario Felipe Hernández Traspalacios, quien de ser Fiscal del Área Metropolitana repentinamente ha sido ascendido a Fiscal 66 Nacional gracias a sus buenos oficios en el juicio de la Juez Afiuni; se dió a la tarea de perturbar a Magistrada y de entorpecer el trabajo de su equipo de defensa ante la mirada complaciente del Juez de la causa Manuel Bognanno.
Todo comenzó cuando el Juez se dispuso a decidir acerca de la solicitud de extinción de la medida cautelar que pesa sobre Afiuni, lo cual fue requerido por el abogado Juan Garanton en la audiencia de juicio pasada; el Juez le cedió la palabra al Ministerio Público para qué opinará sobre la solicitud de la defensa y allí fue cuando tomó la palabra el Fiscal Hernández y descargó todo su odio en contra de la Juez Afiuni señalando de forma altisonante que de ninguna manera podría estar de acuerdo en el cese de la medida de coerción personal que existe sobre esta ciudadana por cuanto ella había cometido delitos de corrupción gravísimos que no prescriben, y que con ello le había causado un gran daño al Estado venezolano.
Como era de esperarse el Juez de juicio, utilizando las mismas palabras que el funcionario fiscal, negó la solicitud de la defensa y en consecuencia la libertad plena de María Lourdes Afiuni.
Ante esta situación tan bochornosa la Juez Afiuni decidió retirarse de la sala no sin manifestar en la sala su repulsión y calificar de «rochela» el juicio que se sigue en su contra en donde lleva más de 6 años sometida a juicio con medidas cautelares, que por ley han debido cesar hace 3 años y medio.
Dentro de pocos meses la jueza Maria Lourdes Afiuni cumplirá siete años de juicio, cuando la pena máxima del delito más grave de los que les fue imputado es de siete años, es decir, que para ese tiempo ya habría cumplido la pena máxima y aún así se mantiene sometida a un proceso judicial interminable y a medidas cautelares que si bien no le privan de su libertad si se la restringen, asimismo uno de los delitos ya se encuentra evidentemente prescrito.
«Esto lo único que demuestra es que continúa la saña en contra de esta Juez para perpetuar el castigo recibido por no
haber sido sumisa ante los designios del régimen a la hora de tomar una decisión judicial; y también para mantener en zozobra al resto de los jueces del país acerca de lo que les puede pasar si osan desobedecer al Ejecutivo», asegura Thelma Fernández del equipo de la defensa de Afiuni.
NP
