Formularle esta pregunta a un hombre no genera ninguna alarma, culturalmente es normal y bien aceptado, tanto que causa extrañeza que un hombre se mantenga en celibato. Incluso, muchos padres colaboran en la iniciación sexual de sus hijos adolescentes.
Al contrario, esto no suele verse con los mismos ojos si hablamos de mujeres, donde se espera un tipo de comportamiento más recatado y, si bien es cierto que ya nadie espera que una mujer llegue virgen al matrimonio, tampoco podríamos decir que se acepte con naturalidad la búsqueda del placer sexual aun cuando no exista amor.
En la pirámide de Maslow o jerarquía de las necesidades humanas, que plantea en su obra Una teoría sobre la motivación humana (en inglés, A Theory of Human Motivation) en 1943, establece que a medida que se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide), y ubica las necesidades sexuales en la base de la pirámide denominada necesidades fisiológicas. Desde esta perspectiva cabe analizar también lo “saludable” de satisfacerlas o no si no estás enamorado (a).
El sexo sin amor ha pasado a no ser una idea descabellada sobre todo en las mujeres en las últimas décadas. Muchas han podido tener relaciones placenteras sin que esto implique una perturbación emocional o que genere la necesidad de un compromiso.
Este tipo de relación tampoco implica la carencia de sentimientos, en muchos caso existe un afecto solo que no del tipo romántico, se suele hablar en este sentido de amigos con derecho, donde la amistad llega al plano de intimidad sexual sin que por ello implique las exigencias típicas de una relación de pareja, por lo que es más libre y carente de presión…, a menos que, y he allí el peligro, que una de las partes traspase esa línea de amistad y comience a enamorarse poniendo en peligro de no ser compartido, esa amistad.
Recomendaciones:
– Es importante estar claro no solamente a nivel personal sino asegurarse que la otra persona también lo esté, abordar una relación que se presume sexual desde el engaño puede suponer un daño para la otra persona involucrada.
– Cuidar la salud, el uso del preservativo es fundamental ya que no estamos hablando de una “pareja estable”.
– Manejar la relación desde la confianza, el respeto y con comunicación clara.
– No exigir más allá de lo pautado, disfrutar de esos encuentros sin romper el pacto establecido.
-Entender que puede llegar el momento que uno de los dos se enamore y decida iniciar una relación donde lo más probable (y sano además) es la culminación de estos encuentros.; hay que estar preparado(a) para esto.
En Los misterios del amor y el sexo, la psicóloga Silvia Olmedo dice que el deseo sexual se puede dar sin amor y sin ningún otro tipo de afecto o emoción. Pero esa atracción sexual, las relaciones frecuentes y pasionales, con todos sus ingredientes (emociones, pasión, intimidad y sexo) constituyen a veces el inicio de una relación de amor romántico y después de apego a largo plazo, en la que la conexión y la complicidad funcionan como el más potente de los afrodisíacos.
Cierto es, que como todo en la vida, no existen verdades absolutas, todo depende de ti, de lo que creas, de cómo te sientas, por ejemplo, ese sentimiento de vacío que puedes sentir tras tener sexo sin amor, es una señal clara que no estás hecho para eso, que no es sano para ti. Si por el contrario, te sientes bien, sin complicaciones emocional y hasta más libre, pues bienvenido sea.
Para finalizar, la profesora de Sexología de la Universidad de Salamanca, Carmen López Sosa que dice: “El sexo es delicioso, pero con amor se transforma en algo extraordinario. Va más allá del placer, es una compenetración”.
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