El concurso que catapultó a artistas como Kelly Clarkson y Jennifer Hudson cierra su ciclo luego de 15 temporadas
Trent Harmon y La’Porsha Renae han recorrido el camino a la fama una canción a la vez, como lo hicieron antes cada uno de los finalistas de American Idol.
Hace pocos meses eran unos desconocidos, cuando sus rostros se diluían entre las 75.000 personas que asistieron a la audición para convertirse en la última estrella del programa.
Él era mesonero y ella una víctima de violencia doméstica. Con esas historias de superación y su talento inspiraron a los 13 millones de espectadores en Estados Unidos que ya vieron el episodio final de uno de los shows más exitosos de la televisión.
Sin embargo, el rating fue el principal motivo para culminar el ciclo después de 15 temporadas. En 2006, American Idol llegó a tener 30 millones de espectadores semanales. Desde ese entonces los números fueron bajando paulatinamente hasta alcanzar un promedio de 11 millones de televidentes, una cifra nada atractiva para los anunciantes.
A pesar de la despedida forzosa, el cierre promete ser emotivo y nostálgico. “Este espectáculo transformó la televisión, inspiró a artistas jóvenes y cautivó al público en todo el país”, dice Barack Obama en un mensaje grabado para el capítulo final, en el que American Idol revisa su propia historia de la mano de los invitados especiales que se dieron a conocer en el concurso.
No existía mayor expectativa cuando el concurso se estrenó por la cadena Fox en 2002. “Ustedes en casa decidirán quién se convertirá en el próximo ídolo estadounidense”, anunció entonces el conductor Ryan Seacrest, quien en realidad desconocía la cantidad de estrellas que se consagrarían en ese escenario y los shows que se derivarían tras el éxito del programa creado por Simon Fuller.
Kelly Clarkson fue la primera en conseguir el título. La cantante ha ganado tres Grammy desde que su carrera despegó hace 14 años. Sin embargo, Carrie Underwood, la triunfadora de la cuarta temporada, le lleva la delantera con 5 gramófonos.
Jennifer Hudson no consiguió el premio mayor cuando participó en la tercera edición del programa, pero obtuvo un Grammy y un Oscar como Mejor Actriz de Reparto por su participación en el filme Dreamgirls.
Otros artistas que también salieron de las filas de American Idol fueron Adam Lambert, Fantasia Barrino, Chris Daughtry, Jordin Sparks, Phillip Phillips, David Archuleta, David Cook, Scotty McCreery y Lauren Alaina. La venezolana Mayré Martínez fue la primera ganadora de la versión latina, que animó Érika de la Vega.
El programa poco a poco se fue convirtiendo en una plataforma promocional para artistas consagrados que fungieron de jurados y padrinos. Simon Cowell, Paula Abdul y Randy Jackson fueron los críticos de las primeras temporadas. Luego le siguieron figuras como Steven Tyler, Mariah Carey, Nicki Minaj, Kara DioGuardi y Ellen DeGeneres.
La decisión de esta noche está en manos de Harry Connick Jr, Jennifer López y Keith Urban, con la conducción de Ryan Seacrest, el único sobreviviente del elenco original de 2002.
En ese entonces la votación por mensajería de texto era una innovación que permitió a las televisoras no perder audiencias frente a las nuevas tecnologías que surgían en la época.
Las otras cadenas televisivas no dudaron en emular el proyecto y surgieron programas como The Voice, Dancing with the Stars, America’s Got Talent y The X Factor (los dos últimos creados por Simon Cowell).
“American Idol no solo fue un éxito enorme para Fox sino que impactó a todas las demás cadenas de televisión”, declaró a la agencia de noticias Associated Press Bill Carroll, analista de medios de Katz Television Group. “Enfatizó en el hecho de que la televisión es un acontecimiento que debe ir de lo local a lo global”.
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